A manera de “resumen” la Ministra habló de mejorar la educación rural, la alimentación escolar, tener más bibliotecas y mejores libros de texto. Todo esto iría plasmado en reglamento a la Ley de Educación ¿Es suficiente esto para recuperarse del impacto de la pandemia?
Aún falta mucho tiempo para que el país comprenda todos los efectos que el Covid-19 tuvo sobre la educación. Sin embargo, hay muchas señales; especialmente la cantidad de niños y jóvenes que las autoridades están seguras de que abandonaron el sistema educativo.
La ministra de Educación, María Brown, está convencida de ello desde hace tiempo y hoy aseguró que Ecuador realiza un análisis y un diagnóstico del impacto de la pandemia en la educación y cómo ha afectado la continuidad educativa. Es decir, cómo provocó que muchos estudiantes abandonaran la escuela. Y, como respuesta, mencionó que se debería caminar hacia una “transformación” en la educación.
Sin embargo, en su rueda de prensa, la Ministra no habló de plazos en los que se ejecutarán estos procesos, ni un monto exacto de financiamiento para los cambios que se quieren realizar.
“Varios organismos internacionales (…) como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Cepal, han desarrollado estudios y evaluaciones del impacto en la educación, valorando cuál ha sido la afectación que la pandemia ha traído y se habla a nivel global de una educación en estado de emergencia, que requiere una intervención inmediata”, señaló Brown.
A manera de “resumen” la Ministra aseguró que parte de esta “transformación” es la educación rural de calidad, como una educación unidocente, bidocente y pluridocente cercana a la comunidad. En el tema de alimentación escolar señaló que es importante repensar el modelo, la salud y la nutrición de los estudiantes.
Agregó que se deben revisar los modelos de libros de texto y de la dotación de otros libros a las instituciones educativas. Mencionó que se está trabajando en una agenda nacional de bibliotecas; un plan que, dijo, está en proceso de ejecución. Y recalcó que el próximo año uno de sus proyectos prioritarios será la dotación de fondos bibliográficos. Este proceso se realizará para promover la lectura y para tener mayor diversidad de recursos educativos, impresos, pero también digitales, que permitan tener bibliotecas más cercanas a la ciudadanía. Y señaló que en este proceso se busca tener bibliotecarios profesionales y un nuevo modelo de texto, que diferencie los libros de consulta y los cuadernillos de trabajo. Además, que los estudiantes y docentes tengan acceso a mayor cantidad de diversidad de recursos dentro del aula.
María Brown señala que es una mirada más integral de la transformación educativa que se está proponiendo para el país.
“Hemos procurado que sea participativa y que se traduzca, en la mejor medida posible, en la redacción del reglamento a la Ley Orgánica de Educación Intercultural, que está próximo a culminarse. Estos ejercicios de construcción participativa de la política pública educativa han sido una constante, hemos mantenido reuniones permanentes con los distintos actores y esto nos ha permitido que este encuentro nacional de transformación educativa, como el reglamento de la ley y los acuerdos que hemos estado construyendo sean ejercicios participativos. Un trabajo de construcción participativo que culmina con la presentación del modelo educativo con el encuentro que inicia mañana, un proceso de construcción que termina en la presentación del Reglamento de la ley y culmina en unos días y estamos ya terminando de revisar con los distintos gremios de docentes el articulado del reglamento”, mencionó.
El origen
Brown señaló que hace pocas semanas hubo algunas reuniones, en Buenos Aires, organizadas por la Unesco, en las que los ministros de Educación de la región firmaron la Declaración de Buenos Aires. Este proceso se enmarca en el foro mundial que ha convocado el secretario general de las Naciones Unidas, cuyo tema es la transformación educativa.
“Ecuador camina en la misma línea, pensando en cómo recuperar los sistemas educativos”, explicó Brown. La funcionaria señaló que se han planteado una educación que sea más flexible y un modelo de transformación educativo integral.
Señales de riesgo
“2 de cada 3 niños de 10 años de edad no pueden leer, ni comprender un texto sencillo”, mencionó el representante de Unicef dentro de este conversatorio y dijo que el cierre de las escuelas por el Covid-19 profundizó la desigualdad educativa.
“Nos preocupan algunos temas, que incluso antes de la pandemia teníamos datos alarmantes en el tema educativo. Datos de Unesco nos hablaban de que millones de niños estaban fuera del sistema educativo a nivel global, antes de la pandemia. Eso quiere decir que durante la pandemia se están revisando los datos a nivel nacional, a nivel regional, pero todo indicaría que esa cifra se ha incrementado, lamentablemente”, afirmó Nicolás Reyes, oficial de educación de Unesco.
El 31 de marzo, Ecuador Chequea evidenció que el coronavirus infectó la educación en Ecuador. Antes de la pandemia, en el país ya existía una marcada brecha educativa. Brecha que se veía, por ejemplo, en el estudio del Banco Mundial que establecía que el 62,8% de los niños de 10 años no había alcanzado la destreza mínima de lectura. Destrezas básicas para el proceso de aprendizaje.
En las zonas rurales, las deficiencias eran aún más notorias, pues los factores como desnutrición infantil, entorno familiar y falta de estimulación temprana aumentaban las difíciles condiciones dentro de estas brechas. “Creo que es una hipótesis (pensar que la brecha educativa se haya profundizado) que está medianamente confirmada, porque ya tenemos evidencias. Existe un retroceso en todos los indicadores tradicionales de materia educativa en casi todos los niveles”, explicó en ese entonces María Brown.
El Ministerio de Educación informó que desde este 26 al 28 de julio se desarrollará el encuentro nacional denominado ‘Camino a la Transformación Educativa’, que analizará el sistema educativo y la calidad de educación en Ecuador. En este espacio participarán expertos del Programa Mundial de Alimentos, Unicef y Unesco.
Análisis
Patricia Carillo, magíster en administración escolar y educación universitaria fue crítica con esta propuesta: “Primero, tiene que haber una evaluación, saber qué saben y qué no saben los alumnos, porque la malla curricular está dada por el Ministerio de Educación, que nos dice qué se supone que aprenderán los niños en cada grado, pero no sabemos hasta qué punto los niños o los docentes lo hicieron”.
Además, explicó que es necesario saber si en el caso de los niños de los primeros grados aprendieron a leer y a escribir y, explica que si no lograron desarrollar estas competencias deben empezar desde cero. Carrillo mencionó que sólo con una evaluación real de qué se hizo, qué se dejó de hacer y qué falta por hacerse, se podrá delimitar por dónde se debe comenzar y, de acuerdo con esos resultados, se podría crear una malla curricular que ayude a desarrollar las habilidades y destrezas que los niños deben poseer.
“En los grados superiores ahora ya no leen, entonces se debería fomentar la lectura. ¿Quién tiene que hacer eso? El docente, basándose en una malla curricular nueva”, recalcó. Carrillo dijo que para introducir alimentos frescos al sistema de alimentación escolar es necesario que algunos ministerios se pongan al frente y, con ello, se podrá lograr revisar si los productos realmente valen la pena, para saber qué productos están dando, porque se quiere que los niños estén en mejores condiciones de salud.
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