Videos, imágenes y audios sin evidencia ni contexto, o al menos algo de información se han vuelto claves para generar desinformación en esta red social —y otras—. ¿Había escuchado sobre TikTok Seguridad? Conoce cómo detectar la mentira.
Una imagen con fondo negro luce en pantalla grande en un clip plano de TikTok. El rostro y la figura de Daniel Noboa toma la mitad de la pantalla en una fotografía, que en el medio presenta el logo de La Hora Ecuador, medio de comunicación nacional. A esto se suma un texto, escrito entre colores blancos y amarillos, en el que se lee: “Diario español afirma que el presidente, Daniel Noboa, en estado etílico en España gritaba ‘Vales verga, Correa’”.
Este es el único elemento que presenta la publicación. No hay más información o contexto y, sin embargo, el post cuenta con más de 46 mil reacciones, 7.100 comentarios y 2.300 compartidos. La publicación fue analizada por Ecuador Chequea y calificada como falsa, pues La Hora no compartió esta información ni se encontró ningún registro de que esta sea real.
A pesar de que existen varios indicios, como el tipo de letra que presenta el post, varios usuarios que comentaron la publicación la tomaron como cierta. En este espacio se pueden leer mensajes como: “Una falta de respeto por parte del señor Noboa, él debió haber hecho esa farra acá y gritábamos medio país juntos”. A este se suman otros como: “Algo más para la propaganda del ‘No’ en la consulta, ya el pueblo sabe sus mañas para apoyar al prófugo”.
Así como esta publicación, otras del mismo tipo usan las mismas estrategias en redes sociales, sobre todo en TikTok, para posicionar imágenes y videos con información falsa o descontextualizada. Otras publicaciones en la misma aplicación usan inteligencia artificial para dar falsas declaraciones de políticos y funcionarios.
Este fue el caso del juez Walter Macías, por ejemplo, del que circuló un video en la red social dando supuestas declaraciones con relación a la mafia Albanesa. Esta afirmación también fue analizada por Ecuador Chequea, dando como resultado que el video fue generado por inteligencia artificial, por lo que la publicación contenía desinformación. Pese a esto y las claras señales de que el video era falso, también en este caso hubo comentarios de usuarios que creyeron la información y emitieron opiniones al respecto. Y, una vez más, la publicación no contenía ningún tipo de evidencia que permita dar veracidad a la supuesta cita.
Estas estrategias se han convertido en un ‘boom’ en medio del auge de las redes sociales. Con esto en mente, cabe preguntarse los motivos por los que estos posts pueden ser convincentes para las audiencias y cómo combatir estas estrategias.
TikTok, pieza clave
La desinformación, según una investigación realizada por el medio de comunicación especializado en fact checking Chequeado, ha existido desde tiempos de la Segunda Guerra Mundial. En ese tiempo “los nazis tenían un servicio de desinformación para crear planes militares falsos”. Estos eran dejados en lugares donde podían ser encontrados y robados con facilidad por espías extranjeros, “que creían haber obtenido planes militares nazis reales”.
Esta estrategia, hoy por hoy, se ha mantenido y migrado a redes sociales, donde ya no son espías los que encuentran este tipo de información, sino usuarios de todo tipo, que día con día entran a sus feeds de redes sociales para consumir los distintos productos que allí se ofrecen. Y en esta dinámica, TikTok ha cobrado protagonismo en el último año.
En Ecuador, desde finales de 2023 e inicios de 2024, TikTok se ha convertido en la red social más usada por los usuarios digitales. Actualmente, esta red cuenta con más de 14,26 millones de usuarios en el país, “lo que la ha convertido en la red más usada por los ecuatorianos”. Así lo asegura Rodrigo Jordán, experto en comunicación e investigador en temas de desinformación.
Para él, este tipo de estrategias de publicar contenido en video, imagen o audio sin necesidad de dar más contexto o información se ha convertido en un puntal relevante al momento de generar desinformación. Esto, debido a la brevedad con la que los usuarios consumen el contenido en redes sociales.
“Esto se hace aún más claro en TikTok. Esta red social presenta un escenario ideal por el tipo de algoritmo que tiene cuando tú ves y pones like a algo o lo sigues viendo. Cuando haces esto, el algoritmo te manda más cosas del mismo tema, lo que permite que la desinformación se propague con mayor facilidad y rapidez”, dice.
Jordán asegura que estas características de la red social han contribuido a que el espacio se vaya llenando de contenido político en forma de desinformación, “entre otros temas” que ganan likes e interacciones en la plataforma.
“Pronto a esta ola se va a sumar con mucha más fuerza el uso de inteligencia artificial, donde TikTok también se convierte en un puntal porque es fácil replicar este tipo de videos sin contexto”, detalla.
Para el experto, la masificación de este tipo de estrategias de desinformación, “que llegan con más fuerza a en redes como TikTok”, pueden direccional a la opinión pública en temas políticos o sociales. “Esto afecta directamente a la democracia. Hay estudios que dicen que en Ecuador las personas están dispuestas a tener regímenes antidemocráticos con tal de que solucionen los problemas. Si bien esto está causado por otras cosas, la desinformación también está en el juego”.
Consejos
Jordán explica que una iniciativa de TikTok ha planteado ya estrategias para que sus usuarios puedan verificar este tipo de contenido. Él recomienda a los usuarios de la red social visitar la página TikTok Seguridad. En este espacio, la red social brinda consejos a los usuarios para identificar desinformación y cómo evitar caer en sus redes.
“Es importante que las personas estén informadas”, dice.
Otro de los consejos que plantea el experto es tomar en cuenta que una publicación enfocada en desinformación genera sensaciones y emociones en las audiencias, de una forma “exagerada o espectacular”. Por esto, recomienda que cuando una publicación genere este tipo de sentimientos es importante “investigar su origen”.
“Se debe ver el usuario del que viene la publicación, qué otras publicaciones ha realizado, tiene nombre y apellido o no. Una vez se vea esto, la noticia o información que se ve publicada debe contrastarse en otras fuentes. Sólo el hecho de buscar en Google puede ayudar a ver si está información ha sido publicada en algún medio o plataforma confiable, lo que ya da indicios de que pueda ser real o no”, dice.
Este tipo de consejos también son replicados por medios especializados como Chequeado, que asegura que los indicios para reconocer la desinformación implican la aparición de contenido muy emocional “diseñado para provocar una reacción”.
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