Desde la llegada de Hugo Chávez Frías a la presidencia de Venezuela, en 1998, el exmilitar venezolano mantuvo una relación incómoda con el principal socio económico y comercial de su país, Estados Unidos, debido a que es la potencia del norte la mayor compradora del principal (y ahora único) rubro de exportación criollo, el petróleo. Cuando el agua ha estado a punto llegar al cuello en la historia del gobierno chavista, el discurso gubernamental acusó a EE.UU. de querer invadir territorio venezolano, hecho que no se ha efectivizado y ha quedado como una excusa de las autoridades.
De hecho, este 13 de febrero,  durante su precampaña electoral, Nicolás Maduró alegó «que el Papa nos ayude a impedir que Trump lance sus tropas e invada Venezuela. Le pido al Papa ayuda contra la amenaza militar de EE.UU. Que no nos abandone, que no nos permita que nos desaparezcan como a los 30.000 desaparecidos de Argentina, que nos desaparezcan como pueblo». Y no es el único. Un día antes, el 12 de febrero, el fiscal general venezolano, Tarek Saab, advirtió sobre la invasión.
«Se está planteando la ocupación militar de Venezuela. No lo vamos a permitir. Venezuela no merece que la bombardeen, con eso nos amenaza EEUU», enfatizó el funcionario. Las declaraciones se producen luego de que el 9 de febrero Colombia desplegó a 2.200 militares en la zona fronteriza para activar el plan del gobierno de Juan Manuel Santos, que contempla el endurecimiento de los controles migratorios.

Entre noviembre de 2017 y febrero de 2018 la crisis alimentaria, falta de insumos, medicamentos, produjo un éxodo de venezolanos por las fronteras con Colombia y Brasil. Ante la reacción de estos países de implementar planes para controlar el proceso migratorio y las señales de que Venezuela atraviesa una crisis humanitaria, el chavismo insiste en la tesis de la invasión norteamericana.

Esta vez, el mensaje de la presunta invasión surge luego de que Colombia movilice a miembros de sus fuerzas armadas para reaccionar ante la crisis migratoria y humanitaria y no por razones bélicas.
En ese contexto, Maduro dijo que recientemente recibió una carta de Santos en la que supuestamente lo invita a sostener una reunión. Sin embargo, este 14 de febrero, en el portal oficial de la Presidencia de Colombia se publicó un comunicado en el cual informa que el 14 de diciembre de 2017 el Presidente colombiano «lideró una iniciativa de defensa y protección de la Amazonia para crear un corredor ecológico y cultural denominado Triple A, Andes, Amazonas y Atlántico.
Esta región comprende ocho países, que son : Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Francia (Guyana Francesa), Perú, Surinam y Venezuela.

La historia confirma que el último bloqueo que sufrió Venezuela fue impuesto por las potencias europeas (Alemania-Italia-España), en 1902, producto de un incidente diplomático a fines de ese año e inicios de 1903 en que las marinas de guerra de estos países franquearon las costas y puertos exigiendo el pago inmediato de las deudas contraídas por el gobierno a las compañías de sus connacionales. El bloqueo naval tuvo su fin con el Protocolo de Washington, el cual fue firmado en esa ciudad el 13 de febrero de 1903, ya que Estados Unidos actuó como mediador al ser un partido neutral en la situación.
Pasaron 97 años y el 15 de diciembre de 1999 el gobierno venezolano consultó a su población para la aprobación de una nueva Constitución Nacional. Al unísono cayó un torrencial aguacero en litoral central venezolano que produjo el deslave del Cerro El Ávila (montaña que separa a Caracas del mar) que dejó como saldo más de 35 mil muertos, millonarias pérdidas en infraestructura y fue cuando el gobierno de Hugo Chávez,  por primera vez,  negó la ayuda humanitaria ofrecida por el entonces presidente Bill Clinton, alegando que tal ayuda se trataba de una excusa norteamericana para iniciar un proceso de invasión a Venezuela por parte de fuerzas estadounidenses.

A partir de allí, el gobierno chavista ha estado 19 años en el poder y a toda crisis que ha atravesado, bien sea por malas medidas económicas o por falta de planificación, alegó planes de magnicidio e intenciones de invasión por parte de potencias mundiales, específicamente EE.UU.
Tras el fallecimiento de Chávez, en 2013, y el ascenso al poder de Nicolás Maduro, el precio del crudo cayó a sus mínimos históricos, menos de $30 el barril. Esto produjo el colapso del aparato productivo interno, además de la incapacidad para importar rubros básicos para los venezolanos (alimentos y medicinas). El actual Mandatario continúa con el mismo discurso e insiste en que Venezuela está sometida a un bloqueo financiero internacional. En el momento que las fronteras venezolanas se abarrotan de ciudadanos que quieren salir a otros países (Colombia-Ecuador-Perú-Chile-Argentina) para escapar de la crisis humanitaria que atraviesa la nación de Bolívar, Maduro, a través del Fiscal General, machaca la tesis de la invasión del ejército estadounidense.
 
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Pero estas advertencias hechas por el gobierno venezolano desde 1999 no se han hecho realidad. EE.UU., que ha calificado al gobierno chavista como un riesgo para la región, ha reiterado en varias ocasiones que no tiene intención de invadir suelo venezolano.


A esto se suman los reclamos y acciones tomadas por países del continente suramericano donde se retiró la invitación al presidente venezolano Nicolás Maduro a la cumbre de las Américas en Lima y antiguos gobiernos aliados como Argentina, Brasil, Ecuador ahora reclaman a Venezuela un cambio de rumbo político y económico en bienestar de los venezolanos y de la región.