En su plan de gobierno, Acuerdo Nacional por el Cambio manifestó que: “El actual gobierno ha fracasado en su propio plan de reforestación, ya que mientras la deforestación acumulada para el periodo 2010-2012 es de 210.000 hectáreas (pudiendo ser realmente 600.000 hectáreas de deforestación, según otras fuentes) a penas se han forestado 85.923 hectáreas como cifra acumulada”.
Según el Ministerio del Ambiente, en su documento sobre el Sistema de Control Forestal, “se deforestan en promedio 70.000 hectáreas por año; una alta proporción de éstas, para uso en actividades agropecuarias”. Y además, el 48% de los suelos sufre erosión activa y potencial, haciendo que se pierdan entre 10, 50 y hasta 143 toneladas métricas adicionales por hectárea y año. Es decir, entre 2010 y 2012, efectivamente, se deforestaron alrededor de 210.000 hectáreas en Ecuador.
Además, el Plan Nacional del Buen Vivir 2009-2013 (página 237) se propuso “reducir en un 30% la tasa de deforestación”. Esa meta no ha sido cumplida, según los datos del Ministerio de Ambiente, que refleja que la tasa de reducción es un 18% entre el periodo 2000-2008 y el periodo 2008-2012:

Las cifras de la meta acumulada de reforestación que presentó el Ministerio del Ambiente son inferiores a las expuestas por Acuerdo Nacional por el Cambio. Mientras ANC advierte que se han forestado 85.923 hectáreas, el MAE-MAGAP estiman la reforestación acumulada en 46.185, un 50% aproximadamente.

Por otra parte, la FAO señaló en su informe ‘Situación de los bosques del mundo’, que en 2010, Ecuador fue el país en Suramérica con mayor tasa de variación anual negativa con respecto a su extensión de bosques.

A partir del periodo 2014-2015, el Ministerio del Ambiente dio un giro a esta tendencia con la firma de 343 convenios con Gobiernos Autónomos Descentralizados para reforestar 198.937,72  hectáreas por un monto de $124 millones. Estas y otras acciones enfocadas en la reforestación permitieron que el Ecuador alcance el World Guinness Récords a la “Mayor cantidad de especies de plantas sembradas en 8 horas en distintos sitios”.
En declaraciones públicas, el presidente Rafael Correa afirmó que: «Por primera vez en la historia se ha revertido la deforestación y vamos a tan gran ritmo que en 2017 entregaré un país que, en mi gobierno, no perdió una sola hectárea de bosque». 
Sin embargo, para el ecologista Alfredo Luna, los ecosistemas no se restablecen por sembrar un árbol: «La cuestión está en dónde y con qué árboles reforestan. No es lo mismo sembrar un monocultivo que tener un bosque de especies naturales. Por ejemplo, el pino es dañino para el páramo, que capta siete veces más agua que el monocultivo de pinos; y el eucalipto también, necesita 300 litros de agua por día, pero es lo que siembran para producir celulosa, sin estudios de impacto ambiental, solo de costo económico. Eso ha hecho que en la costa quede menos del 1% de bosques primarios», añade.