Sí hay una lista de espera de hasta 30 años para comer croquetas
Se trata de una carnicería ubicada en Takasago, aquí se venden unas croquetas de carne de Kobe y para obtenerlas hay que esperar tres décadas.
La croqueta es un alimento preparado con pequeñas porciones de pasta y se le puede agregar carne, pollo, pescado, queso o algún otro ingrediente. Se come como aperitivo o plato fuerte.
En Twitter circula una imagen que asegura que hay una lista de espera de 30 años para comer unas croquetas. La información es cierta. La historia incluso fue publicada por CNN.
Se trata de Asahiya, una carnicería fundada en 1926, que durante décadas vendió productos cárnicos a la prefectura de Hyogo. Está ubicada en la ciudad de Takasago, en el oeste de Japón.
Pero, lo que los hace únicos es su lista de espera para conseguir un paquete de croquetas. El consumidor deberá esperar 30 años para conseguirlas. Son especiales porque están hechas de carne Kobe y tienen como nombre ‘Croquetas Extremas’. Pero, no fue hasta la Segunda Guerra Mundial que decidieron añadir este alimento en su menú. En la década del 2000, estas croquetas de papa y carne fritas se convirtieron en una sensación en internet y de ahí parte su larga lista de espera.
Shigeru Nitta es el actual propietario y brindó una entrevista a CNN. Ahí mencionó: «Hicimos croquetas asequibles y sabrosas que demuestran el concepto de nuestra tienda, como estrategia para que los clientes disfruten de las croquetas y luego esperar que compren nuestra carne de Kobe después de la primera prueba».
Contó que comenzó fabricando sólo 200 croquetas semanales, aunque actualmente ha pasado a 200 diarias. Cada caja de ‘Croquetas Extremas’, que contiene cinco piezas, se vende por 2.700 yenes, que transformados a dólares son $18,40.
Croquetas Extreme congeladas. Foto tomada de CNN.
¿Cómo las producen?
Los ingredientes son papas cultivadas en un rancho cercano en el estiércol de las mismas vacas que cuando cumplen 3 años, dan la carne de Kobe, que se usa para hacer las croquetas. Con esto Nitta dice que su producto “pretende ser sostenible”. Por eso la lista de espera es por 30 años.
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