El exvicepresidente tiene vigentes en su contra dos sentencias por corrupción: una por cohecho y otra por asociación ilícita. Además, sobre él pesa una prisión preventiva en el caso ‘Reconstrucción de Manabí’, en el que es procesado por peculado. 

El exvicepresidente Jorge Glas volvió a los titulares el viernes, tras ser capturado y llevado a la prisión de máxima seguridad de Guayaquil, tras una irrupción de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México en Quito, donde se había refugiado para evadir la Justicia. Sobre Glas pesaba una orden de recaptura —derivada de las dos condenas que pesan en su contra por corrupción— y una orden de prisión preventiva por un nuevo caso en el que está procesado por peculado. 

Según declaraciones del presidente, Daniel Noboa, y su canciller, Gabriela Sommerfeld, se encarceló a Glas como medida preventiva ante un riesgo de fuga, especialmente después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le otorgara asilo político.

Pero, ¿cuáles son las deudas de Glas con la Justicia? El historial penal de Glas es el epicentro de esta confrontación, historial que incluye dos sentencias condenatorias por corrupción: una por asociación ilícita en el caso Odebrecht y otra por cohecho en el caso Sobornos 2012-2016;, así como un otro juicio pendiente, en el cual la Fiscalía lo acusa de peculado.

Este tercer juicio es por el denominado caso ‘Reconstrucción de Manabí’, relacionado con presuntos actos de corrupción en la gestión de recursos públicos destinados a las zonas afectadas por el terremoto del sábado 16 de abril del 2016.

Anticipándose a las decisiones de la Corte Nacional de Justicia en este caso, el 17 de diciembre del 2023 Glas ingresó a la Embajada de México en Quito. Pocas semanas después, el 5 de enero del 2024, con Glas ya en el interior de la Legación y a la espera de una respuesta a un pedido de asilo político, el juez Felipe Córdova le dictó la prisión preventiva, que no se podía ejecutar.

Córdoba acogió el pedido de la fiscal general, Diana Salazar, quien acusó a Glas de peculado en las contrataciones públicas. Para respaldar este pedido, Salazar argumentó que presentó al juez «85 elementos de convicción» o pruebas de la presunta existencia de un abuso de fondos públicos en beneficio de terceros, tanto personas naturales como jurídicas. Estos terceros, según la acusación fiscal, actuaron como contratistas y fiscalizadores de contratos suscritos en el contexto de la emergencia provocada por el terremoto del 2016.

Esa orden de prisión quedó en el papel. No era la primera vez que Glas eludía a la justicia. En tres ocasiones anteriores, jueces le concedieron polémicos ‘habeas corpus’ que le permitieron recuperar su libertad. En cada caso, como se puede apreciar en la siguiente cronología, estos jueces terminaron destituidos e, incluso, encarcelados:

• Diciembre 2016: el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que Odebrecht pagó 788 millones de dólares en sobornos a cambio de contratos en 12 países de América Latina y África. En el caso de Ecuador pagaron 35,5 millones de dólares a «funcionarios del Gobierno» entre 2007 y 2016.
• Octubre de 2017: Glas es condenado a 6 años de prisión por el delito de asociación ilícita en el caso de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
• Abril de 2020: Glas es condenado a 8 años de prisión como coautor del delito de cohecho pasivo agravado en el caso Sobornos 2012-206, de sobornos a contratistas y fiscalizadores. 
• 9 de abril de 2022: el juez de Manglaralto y exasesor del correísmo, Diego Javier Moscoso, concedió al exvicepresidente un ‘habeas corpus’ y ordenó su liberación, que se concretó al día siguiente desde la cárcel de Latacunga.
• 20 de mayo de 2022: Tribunal de Santa Elena revocó esa liberación y Glas retornó a la cárcel, esta vez a la cárcel 4, de Quito.
• 5 de agosto de 2022: el juez Banny Molina otorgó ‘habeas corpus’ al exvicepresidente y a Daniel Salcedo.
• 10 de agosto de 2022: el juez Banny Molina es detenido bajo la acusación de cometer un supuesto delito de usurpación de funciones al otorgar desde Manabí, fuera de jurisdicción, el mencionado ‘habeas corpus’ a favor de Glas.
• 28 de noviembre de 2022: el juez de Santo Domingo Emerson Curipallo ordena la “medida cautelar autónoma de libertad provisional” de Jorge Glas a cambio de presentarse una vez por semana en la Penitenciaría del Litoral y prohibición de salida del país, hasta que se determine si realmente Glas merecía la libertad condicional.
• 25 de mayo de 2023: un tribunal de la Corte Provincial de Manabí condenó a un año de prisión al exjuez Banny Molina por usurpación y simulación de funciones públicas.
• Diciembre de 2023: la Corte Constitucional sancionó a Fausto Jarrín y Carlos Alvear, abogados del exvicepresidente Glas, por incurrir en un «abuso del derecho» al interponer una serie de ‘habeas corpus’ que permitieron a Glas salir de la cárcel hace un año, pese a enfrentar una condena por cohecho dentro del llamado caso Sobornos.

Esta primera parte del historial penal de Glas no impidió al Gobierno mexicano de Andrés Manuel Lopez Obrador acogerlo como huésped de la Embajada en Quito y empezar el trámite de aprobación de su pedido de asilo político; esto, a pesar de que el 28 de diciembre la jueza de Garantías Penitenciarias de Pichincha, Melissa Muñoz, revocara la prelibertad temporal de la que Glas gozaba y ordenara su localización y captura.

Esta medida fue ratificada el 11 de marzo anterior por la Corte de Justicia de Pichincha. 17 días después, el 28 de marzo de 2024, el juez Curipallo, quien en en 2022 beneficiara a Glas con una “medida cautelar autónoma de libertad provisional” fue nombrado en el testimonio anticipado que en el caso ‘Metástasis’ rindiera en la Corte Nacional de Justicia la testigo protegida y exdirectora de comunicación de la Corte de Justicia de Guayas, Mayra Salazar.

Curipallo recibió alrededor de 240 mil dólares a cambio de fallar por la libertad de alias ‘Madrid’ y alias ‘Cuyuyui’, integrantes de la organización criminal ‘Los Lobos’, según dicho testimonio.

Glas se encuentra ahora tras las rejas de la cárcel de máxima seguridad de Guayaquil, conocida como ‘La Roca’. Pero no se resigna a cumplir su condena. Ahora, Glas espera que los jueces de la Sala de Familia de la Corte Nacional de Justicia respondan a otro ‘habeas corpus’ presentado a su favor por el abogado Francisco Hidalgo, quien tiene afinidad con el correísmo.

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