En un ambiente de tensión política, el Presidente entregó a la Asamblea su propuesta de reforma constitucional para que las FF.AA. apoyen a la Policía contra el crimen organizado. Lasso dijo que el Legislativo tiene la oportunidad de reivindicarse con el país.

“La Asamblea no le puede dar las espaldas a miles de ciudadanos que se ven atemorizados al ver en riesgo su seguridad y la paz de sus familias”, dijo el presidente de la República, Guillermo Lasso, en la Legislatura, a donde llegó para entregar el proyecto de reforma parcial a la Constitución para que las Fuerzas Armadas apoyen a la Policía en el combate al crimen organizado. 

Lasso estuvo acompañado de sus ministros y llegó hasta la plaza Juan Montalvo, de la Asamblea, donde dio su discurso matizado por varias críticas a la Legislatura. Cientos de personas fueron movilizadas desde diferentes provincias y organizaciones sociales para apoyar la iniciativa del Ejecutivo. 

El mandatario expresó que la reforma propuesta es un paso importante en momentos en que el país libra una batalla contra el narcotráfico y hasta contra la “narcopolítica”, por lo que es necesario exigir a la Legislatura el apoyo urgente e inmediato para el tratamiento de esta reforma, con miras a lograr la seguridad de las familias ecuatorianas. “La Asamblea puede ofrecer una solución permanente en el combate contra las drogas”, dijo y le pidió deponer intereses políticos, partidistas y personales para privilegiar la seguridad y la paz. 

Agregó que el apoyo de las Fuerzas Armadas es vital en la lucha contra los violentos y que es una batalla que ganará el pueblo. “Esta batalla recién comienza y no podemos perderla; no podemos ser una nación que acepta la violencia como norma y normalidad. No podemos ser dirigentes que ignoremos las responsabilidades que nos consignaron los ecuatorianos en las urnas”, manifestó. Añadió que el objetivo es que las Fuerzas Armadas apoyen la seguridad interna, sin necesidad de declarar Estado de Excepción. 

Formalidades y caos

Tras su discurso, firmó el Decreto con la propuesta de reforma y se dirigió a la entrada del salón plenario de la Asamblea, para hacer la entrega formal del documento al presidente del Legislativo, Virgilio Saquicela, en medio del caos que se generó por el ingreso desordenado de decenas de funcionarios. 

El titular de la Asamblea manifestó que están sintonizados con la necesidad de trabajar por la seguridad del país y que este proyecto de reformar la Constitución cumplirá el tratamiento que dicta la Ley. 

El secretario de Seguridad Pública, Diego Ordóñez, dijo que el Estado necesita responder de manera orgánica frente a las amenazas del crimen organizado y de todas las formas delincuenciales. “Eso significa que las Fuerzas Armadas y la Policía, como expresión de la fuerza pública, puedan actuar, no necesariamente bajo un Estado de Excepción, para combatir la delincuencia. Este es el punto central de la reforma”, expresó. Ordoñez se unió a la crítica a la Asamblea y expresó que debe ponerse del lado de los ciudadanos y no defender los intereses de aquellos que generan cualquier forma de violencia. 

Mientras que el ministro del Interior, Juan Zapata, dijo que se viven nuevas dinámicas de inseguridad que sobrepasa la violencia común, ya que se trata de crimen organizado y todo lo que ello conlleva, por lo que todas las fuerzas del Estado deben enfrentarlas, sin necesidad de recurrir a estados de excepción. “Todo lo que pasa por frontera repercute al interior de las provincias, por lo que necesitamos un trabajo articulado, como lo venimos haciendo”, manifestó.  

Devuelven la crítica

Durante su discurso, Lasso manifestó que, con el tratamiento de esta reforma, la Asamblea tiene la oportunidad de reivindicarse con el pueblo y demostrar si está del lado de los ciudadanos o del lado de los criminales y de los violentos. 

Crítica que no fue del agrado ni de Saquicela ni de Esteban Torres, jefe del bloque socialcristiano. Saquicela aseguró que la Asamblea no tiene nada de qué reivindicarse ya que, aseguró, han entregado al país Leyes como del uso progresivo de la fuerza y están en trámite la Ley de Seguridad Privada y reformas a varias normativas como el Código Penal. “Aquí no se trata de echarle la culpa a nadie, pero la política de seguridad le corresponde al Gobierno; los recursos económicos para dar chalecos, armas, vehículos a la Policía, le corresponden al Ejecutivo”, manifestó. “Respeto el criterio del Presidente en cuanto a reivindicación; sin embargo, nosotros cumplimos con nuestra labor, que es fiscalizar. No es lo mismo que yo diga que el Gobierno tiene que reivindicarse en cuestiones de salud, educación, vialidad en el país. Cada quien tiene que cumplir sus funciones”, aseguró. 

Por su parte, Torres aseguró que el Gobierno, durante lo que lleva de mandato, no ha sido capaz de comprar armamento para la Policía, que no ha sido capaz de controlar la situación en las cárceles del país donde los presos tienen el control de las mismas. “El que le ha dado la espalda a la seguridad en el país es el Gobierno”, dijo Torres.  Espera que con esta reforma no se quite a los militares su función principal, que es el cuidado y control de las fronteras por donde se da el tráfico de armas, droga y personas. “Ojalá la reforma no sirva para que las fronteras se queden sin ningún tipo de protección y tengamos índices de delincuencia peores a los que tenemos hoy”, indicó.  

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