El vicepresidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, quien la noche del miércoles asumió la conducción de la sesión del organismo, fue expulsado de la bancada oficialista por la forma en la que actuó. En la bancada de PK comienzan a decir que la suerte de Llori está cantada.  

La pugna que vive la Asamblea se trasladó al Consejo de Administración Legislativa (CAL), que anoche tuvo una conflictiva sesión que hoy fue cuestionada por representantes de diversas bancadas. En esa sesión, una momentánea nueva mayoría integrada por la ID y UNES, más la división del BAN y de Pachakutik, logró que se aprobara la moción del cambio del orden del día para que se trataran como primer punto las tres denuncias administrativas que se presentaron en contra de Guadalupe Llori, dos de ellas que incluyen a todos los integrantes del CAL. La calificación de estas denuncias permitiría que se integrara, en un proceso posterior, la comisión que evaluará a las autoridades de la Asamblea. 

Además, se aprobó la apelación a la presidencia de Guadalupe Llori (PK), por lo que se hizo cargo de dirigir la sesión Virgilio Saquicela, de la bancada oficialista BAN, primer vicepresidente.  

El orden en que debían tratarse las denuncias generó roces entre los legisladores. El martes a Gestión Documental ingresó en primer lugar la de Gruber Zambrano (independiente) en contra de todo el CAL; luego, la Esteban Torres (PSC) en contra de Llori y, por último, la de Fausto Jarrín (UNES), también contra el CAL. Pero en la sesión se intentó conocer primero la de Torres; sin embargo, la documentación todavía no había llegado al CAL. El secretario, Álvaro Salazar, hizo notar que la apelación no tenía el efecto jurídico para modificar el orden de prelación de las denuncias, ya que sólo faculta a Saquicela a dirigir la sesión. Saquicela se molestó, le alzó la voz al secretario, le dijo que se ahorrara “sus comentarios”, que “está para leer lo que se le ordena”, que no puede opinar y que si “está mal acostumbrado a eso, tiene que aprender”. 

Nathalie Arias, integrante del CAL y compañera de bancada de Saquicela, cuestionó cómo se estaba llevando la sesión y abandonó la misma. Lo mismo sucedió con Llori. El primer Vicepresidente dio un receso de 15 minutos hasta constatar si había llegado la documentación, pero minutos más tarde suspendió la sesión y convocó a la reinstalación para el lunes en la tarde.

Saquicela, expulsado de la bancada 

Juan Fernando Flores, jefe del bloque del BAN, cuestionó a Saquicela, diciendo que, por más autoridad que fuera, no podía “agredir” y hacer de menos a alguien para tratar de imponerse. “Eso le queda bien a los dictadores y a quienes no creen en la democracia”, manifestó. Agregó que se sigue manchando la imagen de la Asamblea. Anticipó que los integrantes de la bancada mantendrán una reunión para analizar la conducta de Saquicela y tomar una decisión.  Esa decisión fue expulsarlo y separarlo del bloque por su proceder “irregular, ilegal y antidemocrático” en la conducción del CAL, donde evidenció una “actitud prepotente y deplorable”.  

Por su parte, Arias dijo que la sesión debe ser declarada nula, ya que con el ánimo de tratar rápidamente las denuncias presentadas no se han respetado el debido proceso ni los plazos previstos en la Ley. “Saquicela terminó asumiendo de mala manera”, manifestó. 

Darwin Pereira (separado de PK), vocal del CAL, reiteró que el lunes se reunirán para tramitar las denuncias y aunque no justificó la actitud de Saquicela, dijo que se debió a que el secretario quería poner los puntos del orden del día a su antojo y no como habían sido aprobados por el CAL.

Mientras que para Marlon Cadena, jefe de bloque de la ID, el tema no se está tratando de la debida manera ni con la madurez política que se requiere lo que desgasta a la Asamblea. 

La soledad del poder

En el pulso político para conservar la Presidencia de la Asamblea, Llori se va quedando aislada. El 24 de febrero se dio el primer intento para iniciar el proceso de evaluación de las autoridades a través de la Comisión,  impulsado por el PSC, UNES y la facción rebelde de Pachakutik. La bancada oficialista, la Izquierda Democrática y el ala tradicional de Pachakutik rechazaron abiertamente la propuesta.

Transcurrieron los días y a inicios de esta semana, tanto el BAN como la ID anunciaron que se sumarían a la propuesta de integrar la comisión, siempre que se respete el procedimiento; es decir, que primero exista la denuncia. Así, Llori se quedó, en teoría, sólo con el respaldo irrestricto de su bancada. El jefe de bloque, Rafael Lucero, y Salvador Quishpe criticaban a quienes impulsaban la iniciativa.    

El lunes, la presidenta de la Asamblea solicitó medidas cautelares contra el Pleno y el martes le fueron concedidas, con lo que frenó la intención de integrar la Comisión. Ese día, en la tarde, ingresaron las tres denuncias mencionadas.

De las 16 firmas de respaldo que contiene la denuncia de Zambrano, que es contra el CAL, 13 son del bloque de Pachakutik; es decir, casi la totalidad de ese bloque. Entre estas firmas constan la de Lucero y la de Quishpe. Este último aseguró que dio su firma de respaldo ya que la denuncia era contra un cuerpo colegiado y no se le puede echar la culpa a una sola persona de la crisis institucional. Además que entre las causales consta la demora del CAL en calificar el proyecto de Ley derogatorio a la Ley de Tributaria que presentó un grupo de Pachakutik.

Ricardo Vanegas, también de PK fue más directo. Aunque su firma no consta en la denuncia, dijo que es absurdo que Llori haya presentado la medida cautelar en contra de la propia Asamblea. “Es un caso inédito donde por primera vez la Presidenta de una institución demanda al Pleno que ella misma representa”, dijo. Con estos antecedentes Vanegas anticipó que “está cantada la suerte de la compañera Llori porque se han ido sumando las voluntades para que ella se vaya y no solo ellas sino también todos los miembros del CAL que no ha  funcionado”.   

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