Una normativa blanda permite que los partidos se ‘salten’ las elecciones primarias, que terminan siendo procesos poco transparentes —en el mejor de los casos— o incluso meras confirmaciones de la voluntad de los ‘caciques’ de cada organización. 

El plazo para que los precandidatos para las elecciones de febrero firmen la aceptación de sus postulaciones vence mañana; supuestamente, luego de haber pasado por las primarias de cada movimiento o partido político al que representan. 

Por el Consejo Nacional Electoral (CNE) han pasado los partidos Sociedad Patriótica, Socialista Ecuatoriano, Avanza; y los movimientos Democracia SÍ, AMIGO, RETO, entre otros, cumpliendo este requisito. 

Sus directivos aseguraron que los candidatos fueron escogidos en asambleas internas, convenciones, reuniones de buró político, respondiendo en todos los casos a procesos democráticos, a decisiones de la militancia. 

El precandidato presidencial por Avanza, Luis Tillería, aseguró que él sí salió de un verdadero proceso de elecciones primarias, donde cientos de militantes se pronunciaron por su postulación entre varias opciones, y jura que “ese partido no tiene dueño”. Tillería criticó que en casi todas las organizaciones políticas, 10 días antes de las elecciones primarias ya se sabía quiénes iban a ser los candidatos. “¿En dónde pasa eso? Solamente en la Rusia estalinista o en la Venezuela de Maduro”, cuestionó. Sin embargo, las primarias de Avanza fueron como la mayoría y se hicieron vía telemática. 

Lo cierto es que, de 17 los precandidatos presidenciales, apenas cinco fueron confirmados de último momento: Tillería, por Avanza; Eduardo Sanchez, de RETO; Jean Topic, por SUMA; Juan Cueva, por AMIGO; y Francesco TabacchI, por CREO. 

Del resto ya se conocía que serían candidatos presidenciales mucho antes de que se cumplieran las supuestas primarias de sus organizaciones.

El más claro ejemplo es el del presidente de la República, Daniel Noboa. Desde el inicio de su gestión no ocultó su deseo de reelegirse; de hecho, ahí nació el conflicto con su vicepresidenta, Verónica Abad, a quien no quiere dejar como su reemplazo cuando le toque pedir licencia para la campaña. La intención de Noboa de precandidatizarse se vio facilitada con la decisión del Consejo Nacional Electoral de legalizar a su Movimiento ADN, por lo que ya no dependió de otras organizaciones políticas, como ocurrió en el 2023, para su postulación.

Ya con movimiento propio —propio porque como candidatos a otras dignidades están algunos de sus familiares, amigos o cercanos colaboradores—, se autoproclamó para la reelección.

También está el caso del correísmo, que, aunque se mencionó a cuatro posibles “cuadros” para las primarias, se conoce que la decisión final de ir con Luisa González fue de su líder, Rafael Correa. Otros casos de precandidaturas anticipadas a las primarias son los de Henry Cucalón, con Construye; Andrea González, con Sociedad Patriótica; Iván Saquicela, con Democracia SÍ; Jorge Escala, con Unidad Popular; Leonidas Iza, con Pachakutik.

Hay el caso de candidatos de los que  se conocía sus aspiraciones presidenciales y andaban en la búsqueda de alguien que les acogiera. Entre ellos está Carlos Rabascall, que, aunque no es un requisito, terminó por afiliarse a Izquierda Democrática y ser su precandidato presidencial, en una decisión del buró muy cuestionada por sectores internos de ese partido.   También Pedro Granja, precandidato por el Partido Socialista; Jan Topic, por SUMA, entre otros.     

Una normativa blanda 

El analista político y docente universitario Cristian Carpio considera que hay una normativa blanda, que posibilita la realización de procesos de democracia interna no tan transparentes, ya que más bien se convierten es espacios donde los militantes, adherentes, simpatizantes sólo refrendan las decisiones previamente tomadas por la estructura dirigencial —en el mejor de los casos— o por el líder o “cacique” del partido.

“Una de las debilidades del sistema electoral es que muchas organizaciones son personalistas, donde el líder toma todas las decisiones y detalla todos los movimientos, lo que no permite una estructura sólida ni un recambio de liderazgos políticos”, agrega el especialista. Para Carpio, aunque la mayoría de organizaciones ha asegurado que llevaron procesos de elecciones internas abiertas, no se llega a saber si esas designaciones no han sido más que un respaldo a las decisiones de la estructura jerárquica del partido. 

Eso se evidencia, agrega Carpio, en que la mayoría de candidatos no son ni militantes ni adherentes, sino políticos que en cada contienda electoral se postulan por diferentes organizaciones. 

Alfredo Espinosa, analista electoral, indicó que las primarias son un engaño colectivo y que en la práctica no son más que procesos de “dedocracia”, donde los dueños de los partidos son los que en realidad deciden quiénes serán los candidatos. Asegura que el correísmo es el ejemplo más claro del espejismo que significan las primarias. Considera que la elección de Luisa González como precandidata presidencial por la Revolución Ciudadana, simplemente formalizó una decisión tomada mucho antes por el líder de esa organización, Rafael Correa. Y lo mismo sucede con las listas de asambleístas, donde constan sus excolaboradores de confianza, como Ricardo Patiño. 

Carpio concuerda en que la Revolución Ciudadana es un movimiento personalista donde Correa coopta toda la estructura. “Lo vimos con Alianza PAIS. Cuando él sale, se derrumba la organización y se forma Revolucion Ciudadana donde las decisiones las toma Rafael Correa y un buró político muy cerrado”, dijo Carpio. 

Lo mismo sucede con el Partido Social Cristiano, que tiene como referente para la toma de decisiones a Jaime Nebot. 

La normativa

El artículo 108 de la Constitución señala que los partidos y movimientos políticos seleccionarán a sus directivas y candidaturas mediante procesos electorales internos o elecciones primarias.

Este principio se desarrolla en el artículo 348 del Código de la Democracia y establece tres formas de escoger internamente a los candidatos. 

• Primarias abiertas participativas con voto universal, libre, igual, voluntario, directo, secreto y escrutado públicamente, con la intervención de los afiliados o adherentes y de los sufragantes no afiliados. Tienen derecho a sufragar, a más de los afiliados, toda persona en goce de derechos políticos que sea mayor de 16 años.
• Primarias cerradas con voto libre, igual, voluntario, directo, secreto y escrutado públicamente, de los afiliados a los partidos políticos o adherentes permanentes a movimientos políticos, según sea el caso. 
• Elecciones representativas a través de órganos internos, conforme lo disponga el estatuto o el régimen orgánico. 

Te puede interesar:

· El Presidente decreta que los delincuentes sean abatidos

· La Presidencia del TCE ahora se disputa en los juzgados

· ¿Qué es la viruela del mono? guía para entender el virus y no caer en pánico