La noche del domingo 26 el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, afirmó que el “el 60% de la población ecuatoriana va a tener el virus alrededor del día 120, a partir del día en que empezó el virus, que fue el 29 de febrero. Eso no quiere decir que habrá una mortalidad brutal, sino alrededor del 1% o menos”.
De acuerdo a los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Ecuador, un país con 17 millones de habitantes, se encuentra en el puesto número 19 entre 185 que han registrado decesos causados por la COVID-19. Este lugar en la escala se alcanzó con 663 personas oficialmente fallecidas por esa causa desde que se reportó la paciente cero el 29 de febrero hasta el 27 de abril.
A escala global, la enfermedad ha tenido un comportamiento distinto que se analiza con base en el número de fallecidos y la densidad poblacional. Esto dificulta afirmar dónde se registra mayor letalidad. Sin embargo, muchos de los lugares que reportan más casos de decesos que Ecuador también tienen más habitantes.
Por ejemplo, hasta este 27 de abril Perú ha confirmado 728 fallecidos por el nuevo coronavirus y tiene 32 millones de habitantes, casi el doble que Ecuador. Brechas más profundas se generan si se considera que Rusia, con 144 millones de personas, reporta oficialmente 794 muertos. En Arabia Saudita la población asciende a 33 millones y 144 han perdido la vida por la enfermedad.
En Sudamérica, Chile, Colombia, Venezuela y Argentina tienen menos muertos por COVID-19 y mayor población que Ecuador. Hasta este lunes, En Colombia (49 millones de habitantes) se registra oficialmente 244 muertos, Chile (18 millones) 198 muertos, Argentina (44 millones) 192 muertos y Venezuela (28 millones) 10 muertos.
Las previsiones realizadas por el Ministro de Salud ecuatoriano auguran que para el próximo 29 de mayo el 60% de la población en el país tendrá COVID-19. Saquemos números.
¿Cuántas personas significa el 60% de la población? ¿Cuánto representaría el 1% de mortalidad?
Al 27 de abril de 2020 el Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC) registró 17.481.946 habitantes. El 60% representa 10.489.167. De ese total, Zevallos anticipa 104.891 muertes a causa de la COVID-19. Sin embargo, en su intervención aseguró que el contagio no se traducirá en “una mortalidad brutal”.
¿Que implicaría más 104.000 muertes en Ecuador?
Esta cifra rompe los registros históricos de mortalidad desde 2008. En 2019 74.220 personas fallecieron en el país. El promedio anual de mortalidad en los últimos 5 años es de 69.807. Este número sería superado por 35.084 decesos, en función de las estimaciones del Ministro.
El aumento podría ser más grave. La COVID-19 no fue una causa de mortalidad en 2019. Es decir, 104.891 muertes se producirían exclusivamente a causa de la nueva enfermedad. Si restamos la diferencia entre las muertes que causaría la COVID-19 (104.891) en Ecuador con las muertes producidas durante todo 2019 (74.220) esto implicaría un aumento del 41% de la tasa, 30.671 muertes adicionales a causa de la pandemia.
De acuerdo a datos publicados por el epidemiólogo Eric Feigl-Ding el 27 de abril de 2020, Guayaquil registra un exceso de muertes equivalente a +347%c on un exceso de 10.100 decesos. Esto es superior al de New York con un exceso de +299% y Madrid con +161%.
📌EXCESS DEATHS is the best way to understand #COVID19 given underdiagnosis. Look how excess deaths have increased in urban areas above recent years, and by many fold. That is the true burden of this pandemic. pic.twitter.com/bv1iEyyd8a
— Eric Feigl-Ding 💙💛 (@DrEricDing) April 27, 2020
En Bérgamo, Italia,una de las más azotadas por la COVID-19, se señala a dos eventos deportivos como difusores principales del virus. Lo mismo en Valencia, España.
El 10 de marzo en la ciudad español se jugó el partido de Champions League Valencia vs Atalanta y, aunque fue sin público, 12 mil italianos viajaron y disfrutaron de las Las Fallas de Valencia. Una semana después, el Valencia FC viajó a Milán (Italia) a un estadio lleno de 40 mil aficionados italianos y 12 mil valencianos.
Fabiano di Marco, jefe de neumología del hospital de Bérgamo, calificó el duelo como una «bomba biológica». Del estadio salieron miles de contagiados.