Según la Red Internacional de Periodistas, el 25% de los tuits publicados por cuentas de ‘X Premium’ contiene publicaciones falsas. Además, la compra de Elon Musk de Twitter generó que la desinformación tenga más alcance. Hay que seguir el rastro digital de lo que vemos.
El pasado abril, Twitter —ahora llamado ‘X’— anunciaba que se eliminó la insignia azul, pues para obtener este sello como una cuenta verificada, Elon Musk, el dueño de la red social, decidió que los usuarios se suscriban a Twitter Blue —conocida como ‘X Premium’— con un pago mensual de $8 o de $96 anuales, para obtener su cuenta verificada.
En ese momento, este cambio ya generaba preocupación a los expertos, a causa del riesgo de desinformación para los millones de usuarios de esta plataforma. Esta red social se ha posicionado como un canal político de información por el cual los distintos presidentes, políticos, religiosos o personajes del espectáculo anunciaban sus decisiones o comunicaban cierta información.
Bajo este contexto, luego de cuatro meses de los cambios realizados por Musk, la Red Internacional de Periodistas analizó cómo esta marca de verificación de ‘X’ ha aumentado la desinformación, ya que se ha dificultado identificar las fuentes creíbles de los contenidos engañosos o falsos que circulan en la red social con el aval de la insignia azul.
«La gente puede tender a creer en los que tienen la tilde azul más que en los periodistas, independientemente de la autenticidad de lo que publiquen o tuiteen», aseguró Precious Ewujis, periodista nigeriana a la red de periodistas.
El visto azul era considerado para los usuarios el que una cuenta que era verificada y presentaba información creíble. Sin embargo, hoy cualquier persona puede acceder a este sello. Desde que este proceso de verificación cambió, un estudio del Center for Countering Digital Hate´s Quant Lab, determinó que los contenidos falsos aumentaron. Así, se determinó que alrededor del 25% de los tuits publicados por cuentas de ‘X Premium’ contienen desinformación relacionada con Ucrania, las vacunas y el cambio climático.
“Los 58.588 tuits publicados por usuarios de Twitter Blue que contienen una o más de esas tres palabras, que a menudo son temas candentes por desinformación, se publicaron después de que Musk lanzara Twitter Blue (…). De esos tuits, se analizaron los 100 con mayor interacción que contenían cada una de las tres palabras clave. Esos 300 tuvieron más de 930.000 me gusta, retuits y comentarios combinados. La CCDH examinó las afirmaciones hechas en los tuits y las cotejó con información verificada proporcionada por los medios de comunicación u organizaciones independientes de verificación de datos. Descubrieron que más de uno de cada cuatro tuits contenían información contraria a la verdad”, detalla este estudio.
Pablo Escandón, doctor en Información y Comunicación Contemporánea y docente de la Universidad Andina Simón Bolívar, explicó a Ecuador Chequea por qué tras los cambios en Twitter la desinformación ha aumentado. Escandón señaló que hay que entender desde dónde viene esta propuesta. “La propuesta es de negocios, no tiene una relación directa con lucha contra la desinformación, verificación, ni nada de eso. El que se hagan este tipo de suscripciones o este tipo de acceso a cuentas supuestamente verificadas tiene una finalidad de negocio o mercantil. Entonces, el momento en que alguien tiene la capacidad de pagar eso, es el único condicionamiento para poder generarlo”, afirmó.
El experto dijo que el que una cuenta obtenga la insignia de verificación mediante el método de pago y pueda seguir generando o difundiendo mentiras afectan a la credibilidad es un gran riesgo. Frente a este tipo de contenidos, Escandón recomienda que para distinguir cuándo una cuenta nos está proporcionando información veraz, se debe saber el entorno de esa cuenta.
Por ello es importante preguntarnos: “Yo estoy vinculado a esa cuenta por medio de quién, esa cuenta está vinculada con qué otros usuarios o con qué otras cuentas. Ir buscando un rastro de cuáles son sus usuarios más próximos. De esta manera establecer el relacionamiento, o reciprocidades existentes. Vamos a tener en cuenta que, si yo desconozco a muchas de esas cuentas, realmente no es que no sean mi esfera (digital), sino que están dentro de otra esfera (digital) que no necesariamente son reales y eso es importante. Hay que saber identificar por dónde están las cuentas y si esas cuentas corresponden a un serio medio digital o a qué tipo de página. Es importante hacer un buen seguimiento del rastro digital”, enfatizó.
Newtral, junto con el verificador Sciencie Feedaback, identificó que, tras la compra de Elon Musk los súper propagadores de desinformación han ganado alcance. De acuerdo, con el análisis de estos contenidos, quienes generaban desinformación, luego de la compra de Twitter, se duplicaron. Los tuits con este tipo de estas cuentas generaron 42,4% más de interacciones, mientras que las cuentas con credibilidad perdieron un 6,3% de interacción.
Tras este análisis, se determinó que una de las posibles causas del aumento de la desinformación, después de que Musk adquirió Twitter, es el discurso que mantiene el magnate sobre la libertad de expresión y que interactúa con cuentas que difunden desinformación. También, este aumento de contenidos falsos se debe al desmantelamiento de los equipos de moderación, eliminación de normas de moderación vinculadas con el Covid-19 y el aumento de las cuentas azules en Twitter no verificadas.
En junio del 2022, esta red social firmó el Código de buenas prácticas de la Unión Europea para luchar contra la desinformación. Este documento fue firmado por plataformas en línea, actores del ecosistema publicitario, verificadores de datos, sociedad civil, investigadores y otras organizaciones.
“Dichos compromisos incluyen desmonetizar la difusión de desinformación; garantizar la transparencia de la publicidad política; mejorar la cooperación con los verificadores de datos; y facilitar el acceso de los investigadores a los datos”, detalla el Código sobre los compromisos para contrarrestar la desinformación.
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