Un video de Rafael Correa subido en el balde de una camioneta mientras canta una canción que induce a votar por el No frente a un escaso público de algún poblado circuló masivamente en redes este fin de semana. Nuevamente, el personaje caricaturizado se prestó para que se expanda la idea de la pérdida de poder del exPresidente. Obviamente, la escena se entrega fácil a tal interpretación, sin embargo, hay que entender que los hilos de la política pueden ser movidos desde otros lugares y la partida aún no está ganada. Esa es, al menos, la tesis que refrenda Ricardo Patiño en un video que circula registrado en una reunión del ala correísta y del que el portal Milhojas se hizo eco: “Lo hecho, la década ganada. Esa es una fortaleza que no la tiene nadie más. Lenín Moreno puede hablar las pendejadas que le dé la gana. No tiene nada que presentar”. En la misma reunión recalcó que la campaña por el No la realizan para las preguntas 2, 3 y 6, cuestiones clave para sus planes políticos.
Además de aquello que circula en redes, poco es lo que se publicó o emitió este fin de semana sobre el tema consulta y campaña, la mayoría de notas aludía a temas informativos sobre las multas del CNE en caso de no acudir a votar. A diez días del inicio de la campaña por la consulta popular y referéndum, el ruido generado en medios y redes no ha sido demasiado. Otros temas coyunturales han eclipsado su trascendencia en la opinión pública y ello lo demuestra el monitoreo realizado por el Observatorio de Medios del Ecuador (OME) que, por ejemplo, en seis medios televisivos y radiales contabilizó apenas un 16,5% de tiempo aire dedicado al tema de la consulta, durante la primera semana de campaña. Esto es tan solo 6 horas y 23 minutos.
Ello, obviamente, trasciende a las redes sociales que son los espacios interactivos de una buena parte de la ciudadanía. La fuerza con la que se inició la presencia en redes de la campaña se desvaneció igualmente a medida que pasaron los días. Aunque el hashtag #JuntosDecimosSí fue tendencia el domingo 14 de enero, se observó que las cuentas que se hacían eco eran, en su mayoría, de los movimientos que se registraron por el Sí, de personas afines al Gobierno o que forman parte del mismo, y de la facción morenista de AP, por lo que tampoco se notó mayor interacción o participación de ciudadanos comunes.
Por otro lado, según el informe del OME, la pregunta que más ha sido tratada a nivel mediático es la pregunta 3, referente a la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y, en segundo lugar, la interrogante sobre la reelección indefinida. Preguntas que coinciden con las que justamente la facción correísta está haciendo campaña por el No. El peso político dentro de la pugna Ap versus Ap de ambas preguntas es crucial para definir las acciones futuras de ambos grupos. No es de extrañar que los medios les hayan puesto mayor énfasis.
Ahora, este énfasis se cruza con otro dato del mismo observatorio: el 69% de los espacios que los 10 medios monitoreados han dado al tema de la consulta son de tendencia al Sí. Igualmente, los actores principales han sido los del Gobierno, con un 49%, versus un 13,43% de espacio para Rafael Correa. Se colige, por lo tanto, que hay una tendencia en los medios a hacer contrapeso al No, colocándose del lado del contendiente oficialista, la AP de Moreno.
Por el contrario, no sorprende que las preguntas sobre la explotación minera en áreas protegidas, y sobre la reducción del área de explotación del Yasuní tengan el espacio más escaso a nivel mediático, de hecho, esta última tiene el 0% de espacio, según dicho monitoreo, lo cual demarca claramente que las prioridades son la pugna por el poder, dejando de lado los temas socioambientales, e incluso, temas tan delicados como la no prescripción de delitos sexuales en contra de niños y adolescentes, un tópico que en 2017 removió la opinión pública pero que hoy ha sido relegado por la medida de fuerzas de Moreno versus Correa, de la que los medios han tomado un claro partido.
Y si lo hacen es quizás por la idea de que no está todavía ganada la batalla, que aunque el Sí suene de lo más sensato para cualquier ciudadano, lo cierto es que los resultados no pueden anticiparse y parecería que es mejor “curarse en sano”.