Aunque las ventas de autos eléctricos e híbridos han mostrado un leve crecimiento en los últimos años, aún no representan un porcentaje alto. Sin embargo, expertos creen que ese pequeño crecimiento es significativo. ¿Cómo acelerar hacia una movilidad sostenible?
POR: Esteban Cárdenas Verdesoto
En Quito, va volviéndose un poco más común ver carros que circulan usando otro tipo de energía, diferente al del combustible fósil. La ciudad ha apagado algunos motores ruidosos y que emanan gran cantidad de gases para, aunque a paso lento, mudar el movimiento a nuevas opciones.
Nicole Borja, de 27 años, compró un carro híbrido hace tres años. Para ella, esta opción, según le recomendaron, le permitía ahorrar en combustible y, además, le ayudaría a tener descuentos en pago de impuestos y matriculación.
En este tiempo, ella ha logrado ahorrar gran cantidad de dinero. Explica que, hoy por hoy, gasta alrededor de $30 cada dos semanas en gasolina súper para su vehículo; algo que “es poco para un carro que consume súper”.
Ella es una de las personas que han optado por este tipo de vehículos en Ecuador. Esto, en respuesta al aumento de los precios de los combustibles por la eliminación de subsidios en la gasolina súper y extra. Conoce cómo ha crecido la compra de estos vehículos en el país.
Cifras
Según datos de la Asociación de Empresas Automotrices de Ecuador, en 2024 la venta de vehículos eléctricos e híbridos muestra un leve crecimiento. En el primer caso, las ventas han crecido mes tras mes desde 2021. Aunque este aumento no ha sido exponencial, se ha remarcado en las estadísticas.
Según los datos de esta institución, y como se puede ver en el gráfico, la cantidad de vehículos eléctricos vendidos en el país ha crecido en los últimos años, aunque no son cambios considerables, si se lo compara con los alrededor de 400 mil vehículos que conforman el parque automotor en Ecuador.
En enero de 2021 se reportaron 17 ventas de vehículos eléctricos. En adelante, la cifra fue variando de manera sostenida al punto de aumentar a los 27 y reducirse hasta los 4 en septiembre de 2021. De igual manera, en noviembre de 2021 se alcanzó el primer pico de un total de 58 ventas de vehículos eléctricos, la cual se fue reduciendo en adelante antes de alcanzar un nuevo pico de 42 ventas en mayo de 2022.
El siguiente pico se obtuvo en octubre de 2022, con 53 vehículos eléctricos vendidos. Después, aunque las cifras continuaron variando con altibajos, los picos continuaron siendo más pronunciados y acelerados hasta alcanzar los 85 carros eléctricos vendidos en mayo de 2023. Así, se puede ver cómo ha ido avanzando la evolución en estas ventas. Estas, a pesar de que han subido de forma leve y lenta, continúan al alza.
Sin embargo, para Nicolás Pozo, experto en movilidad eléctrica, este aumento ya es representativo en un país en el que la movilidad eléctrica todavía no cuenta con las facilidades para garantizar su funcionamiento. Para él, este crecimiento responde a una tendencia mundial en la que la movilidad eléctrica se ha convertido en una solución para los problemas económicos en las ciudades.
“Si bien los vehículos eléctricos pueden ser más caros, a largo plazo se puede ver un mayor beneficio en temas como los gastos de mantenimiento y de combustible. Por esto, es algo a lo que las autoridades deberían poner atención”, dice.
Según él experto, cargar un vehículo eléctrico puede costar entre $8 y $10, de cero a 100%, según la capacidad de la batería. “En carga rápida, que te puede cargar tu carro en unos 40 minutos” el costó es más caro y puede alcanzar estis precios. Pero, “si esto se compara con los más de $30 con los que se puede tranquear un carro de gasolina” sigue siendo más económico el abastecimiento de un vehículo eléctrico.
“Por ejemplo, la tarifa de kilovatio por hora es de USD 0,08, si el carro se carga en una vivienda, de 08:00 a 18:00, de lunes a viernes”, dice. “Pero, si la carga es entre las 22:00 y las 07:59, la tarifa es de USD 0,05. Y cargar el carro en ese mismo horario, pero en una estación de carga rápida cuesta USD 0,04”. Así que pueden haber opciones que hagan de este proceso aún más barato.
Además, cabe recalcar que, según los datos, la mayoría de vehículos eléctricos comprados son de categoría SUV, seguido de los automóviles, las VAN, las camionetas y los buses. Siendo los buses los menos recurridos en este sentido.
“Esto nos hace ver que la movilidad eléctrica no está siendo una solución para la movilidad masiva. Y hay que preguntarnos por qué”, dice.
Por otro lado, los vehículos híbridos han sido los que más han subido sus ventas en el país.
Según los datos oficiales, las ventas de vehículos híbridos se aceleraron en los últimos años. En 2017, se registró la venta de 1.311 vehículos híbridos. Esta cifra fue creciendo en 2018 y se redujo a raíz de la pandemia, volviendo a aumentar en 2021 con una cifra total de 1.429 vehículos híbridos vendidos en adelante, los datos se han mantenido al alza, alcanzando su pico máximo en 2023, con una venta de 9.372 vehículos en 2023. Esto, a pesar de que en 2024 el dato se volvió a reducir a los 6.699 carros vendidos en el primer semestre de 2024.
Así, luego de sufrir una nueva caída este año, el experto detalla que “esta es una respuesta al mismo fenómeno de crecimiento de este tipo de movilidad”.
Pero, con esta data, cabe preguntarse qué tan lejos está Ecuador de llegar a tomar una realidad eléctrica e híbrida en temas de movilidad.
El camino es largo
Para César Díaz, experto en movilidad, la movilidad eléctrica es el futuro. Sin embargo, el crecimiento de este mercado y el estancamiento de la economía también responde a la falta de condiciones que tiene el país para estas opciones.
“Este es un cambio que va a durar mucho tiempo, porque el país no tiene opciones en las que un carro eléctrico pueda trabajar largo tiempo o pueda hacer viajes largos con lugares donde cargar las baterías. Por eso, los híbridos han crecido más, pero como país necesitamos más opciones para que la movilidad eléctrica sea una opción”, dice.
Díaz cita el ejemplo de los taxis eléctricos en Loja. “Estos taxis son una gran opción dentro de la ciudad, pero he conocido casos en los que buscan contratarlos para viajes largos pero no pueden hacerlo por la falta de puntos de carga”, dice.
Asimismo, es necesario que si el país muda a esta forma de movilidad se haga también en el transporte público. Sin embargo, para lograr esto es necesario que exista un aumento en la tarifa, “porque por los subsidios es más barato un carro a diésel y los costos de estos son menores. Entonces el Gobierno debe pensar en incentivos que den paso a este tipo de movilidad también”.
De este modo, para él, pasar a una movilidad limpia podría durar más de 10 años pero asegura que el camino debe quedar marcado y debe enfocarse en mejorar las debilidades de la movilidad eléctrica. Mientras tanto, las cifras continúan en aumento, “ y desde la política debe verse esto como una señal para los siguientes pasos”.
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