Desde 2018, 21 cantones del país han sido declarados como ‘pueblos mágicos’. Esto, al inicio, trajo más turistas y planes de promoción, pero todo se ha ido con el tiempo y la pandemia. ¿Qué tan efectivo es este programa?
El primero de agosto, Azogues renovó su declaratoria de Pueblo Mágico del Ecuador, respaldado por el Ministerio de Turismo. En el evento, Javier Serrano, alcalde de esa ciudad, aplaudió el título e indicó que la administración avanza con alianzas e inversiones en nuevos servicios turísticos.
Sin embargo, de esto surgen algunas preguntas: ¿Sirve de algo la declaratoria de pueblo mágico? ¿Mejora el turismo? ¿Se sostiene en el tiempo? A continuación, te contamos.
Desde 2018, en Ecuador existe la iniciativa de designar a diferentes lugares con potencial turístico y convertirlos en ‘Pueblos Mágicos’. Se da como resultado de una alianza con la Secretaría de Turismo de México. Este título, se lo llevan ciudades que tienen menos de 100.000 habitantes.
Para 2022, se acuñó un nuevo título: el de ‘Rincones Mágicos’, para ciudades de más de 100.000 habitantes, una propuesta solo del Ministerio de Turismo. Actualmente, los dos programas se mantienen. Ambos buscan promover los atractivos naturales y culturales del sector y motivar a sus habitantes a la creación de nuevas rutas y productos turísticos para visitantes, nacionales y extranjeros.
Las ciudades que se encuentran en esa lista han destacado por sus culturas, tradiciones y han sabido mantener su esencia a pesar del tiempo.
Actualmente el país cuenta con 21 localidades en la lista de ‘Pueblos Mágicos’, cuatro están en la Costa, 13 en la Sierra, 3 en la Amazonía y 1 en la Región Insular, tal como se muestra en la imagen.
Pero, ¿ha cambiado en algo la vida en estos sitios?
Jaime Pallares, presidente de la Cámara de Turismo de Cayambe —ciudad de Pichincha que el 26 de febrero de 2021 obtuvo el título de Pueblo Mágico— considera que, en un principio, esta declaratoria sí sirvió, porque ayudó a establecer una ruta clara de los principales atractivos que tenía. En ese análisis, con el Ministerio de Turismo, se establecieron 11 destinos que podían ser visitados dentro del cantón.
Foto tomada del Ministerio de Turismo.
“En esto hay que ser muy claros: hay dos partes principales al analizar la declaratoria de Pueblo Mágico, pero sucede un año antes de la pandemia, porque desde ese entonces se estudió y trabajó en los sitios turísticos de Cayambe. La expectativa era alta, teníamos muchas esperanzas. Ni la misma ciudad conocía sus atractivos turísticos. Hubo una agenda de medios, hubo una ruta; esta socialización antes de la pandemia ayudó, porque se entendió que esos sitios eran de valor y con esto Cayambe salió a la luz”, dijo Pallares.
El dirigente gremial asegura que hay un después de la pandemia, cuando ya la ruta estaba establecida, pero la gente no quería salir y la designación se da en 2021, cuando las personas tenían miedo. Para él esto cambió mucho.
“Después de la pandemia, esto no sirvió de nada, no sirvió el sello de Pueblo Mágico, ni todo el trabajo que se hizo para establecer los destinos, ni el plan estratégico que se tenía, todo se bajó a cero, por lo que fue muy difícil medir si la declaratoria ayudó o no”, enfatiza Pallares.
Actualmente, luego de tres años, asegura que, con la declaratoria, no vieron un resultado, pero no le pueden atribuir si funcionó o no, porque la pandemia llegó a cambiar absolutamente todo.
“Me resulta difícil decir si funcionó o no funcionó, porque, luego, en Cayambe no funcionó nada, ni los planes del Municipio, ni las rutas establecidas, ni los riesgos, porque en ninguna parte se analizó una llegada de una pandemia mundial. Y ahora que estamos tratando de recuperarnos, no hay ningún plan estratégico, no hay una línea clara, es bastante complicado. Hay unas recientes estadísticas que dicen que hay más subidas al volcán Cayambe, pero esto es gracias a la nueva vía desde la Panamericana”, dijo Pallares.
Él asegura que, en Cayambe, el turismo está en números rojos y dice que no hay un plan para recuperarlo por parte de las entidades.
“Lo más grave es que no hay un plan. Hay que motivar a las personas tanto nacionales o extranjeros, que visiten Cayambe. Hay dos puntos que han sido muy visitados: el Museo de la Ciudad y el volcán. Entonces, definitivamente, Cayambe está en el ojo, hay que crear un plan de acción, generar temas y campañas para que visiten la ciudad. Mostrar los productos que se ofrece, con distintos discursos, tanto para los visitantes nacionales como extranjeros”, enfatiza Pallares.
Con esto concuerda Ramiro Jaramillo, exdirector socioeconómico de turismo de Zaruma, ciudad de El Oro que fue declarada como ‘Pueblo Mágico’ el 26 de noviembre de 2019, que en una conversación con Ecuador Chequea, analiza la efectividad de esta declaratoria.
“Cuando le dan por primera vez el título de ‘Pueblo Mágico’ a Zaruma, claro que cambió rotundamente el turismo en el cantón, cambió bastante, la propia gente se empoderó, lo disfrutó y, sobre todo, lo tomó como propio, fue algo muy bonito. A partir de esto ayudó a que se generen muchos más negocios, había más vida nocturna porque se empezó a haber una afluencia de turistas, vino como una avalancha que empezó a llegar, porque ya tenía un nombre ganado y declararla pueblo mágico hizo que muchísima gente llegara. Y nosotros nos vimos obligados a capacitar a los negocios, a los emprendedores, para que brinden un mejor servicio a los que llegaban.”, aseguró Jaramillo.
La Mina Turística “El Sexmo”- Foto tomada del Ministerio de Turismo.
Pero, esto no duró mucho, porque pocos meses después la pandemia del Covid-19, los sorprendió.
“Hubo un cambio fuerte mientras pudimos disfrutarlo, mientras se trabajaba en la declaratoria los zarumeños también se empoderaron, pero llegó la pandemia y eso sí ya es otro cuento. Pero no sólo afectó eso. Cuando salíamos de esta emergencia, seguíamos dándole fuerza, hicimos el primer encuentro de pueblos mágicos en Zaruma y seguíamos trabajando, pero llegó el socavón que derrumbó varias viviendas en el sector y eso sí fue un tema muy fuerte, ahí sí ya eso muy duro para el turismo”, enfatiza Jaramillo.
Él considera que debe existir un tema de política pública por parte del Gobierno para mantener el tema de pueblo mágico.
“Hay que mantener estás cosas que ayudaron a ver un cambió como un ‘boom’, como ya fue, se tiene que seguir dando la fuerza a esto, que son buenas para estos pueblos”, dijo Jaramillo.
¿Quiénes pueden postular?
El Ministerio de Turismo asegura que todos los municipios. Pero deben cumplir ciertos requisitos.
Para Pueblos Mágicos
Las ciudades tienen que contar con una población menor a 100.000 habitantes y estás no pueden ser capitales de provincia.
Para Rincones Mágicos
En esta categoría, las ciudades deben poseer una población mayor a 100.000 habitantes o aquellos que se encuentran en capitales de provincia, en sectores como barrios, calles, manzanas, o parroquias dentro de estas ciudades.
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