No hay estudios internacionales que señalen que hay expolicías y exmilitares en el 83% de las bandas en Ecuador
Este es un dato que no ha sido verificado ni publicado por fuentes confiables como organismos de seguridad, académicos o instituciones internacionales.
POR: Redacción Ecuador Chequea
Ecuador enfrenta una situación sin precedentes por la inseguridad y es que el crimen organizado ha evolucionado y se ha consolidado en puntos específicos. Las bandas no sólo trafican drogas, sino que controlan partes de barrios y cárceles.
El hecho ha sido usado por los desinformadores para hacer de las suyas y usan ese discurso para crear falsos escenarios.
En Facebook, una publicación asegura que el 83% de las bandas criminales en Ecuador están conformadas por expolicías y exmilitares. Se califica este contenido como falso. No existe ningún estudio internacional serio que respalde esa cifra. Es un dato que no ha sido verificado ni publicado por fuentes confiables como organismos de seguridad, académicos o instituciones internacionales. Expertos aseguran que no hay un censo de bandas criminales, por lo que no es posible saber cuántos expolicías y exmilitares estén dentro de esos grupos.
Frente al contenido, se realizó un extenso monitoreo en el buscador de Google. Allí se colocó la misma frase que proporciona el post desinformativo; sin embargo, ningún medio de comunicación ni nacional ni internacional ha reportado dicha afirmación.
Además, se revisó la página web de InSight Crime, centro de investigación que publica reportajes y análisis sobre grupos criminales, corrupción estatal, narcotráfico, trata de personas, minería ilegal, contrabando, entre otros fenómenos ilegales.
En ninguno de los documentos en los que se habla de la situación de Ecuador, no se reporta que “el 83% de las bandas criminales en Ecuador están conformadas por expolicías y exmilitares”, como asegura el contenido a verificar.
De hecho, la última vez que se habló de la situación del país fue el 12 de junio de este año, en su informe titulado: “Nuevos casos de corrupción en las fuerzas de seguridad de Ecuador ponen de relieve un viejo problema”.
En el texto, la organización detalla que hay una persistente y grave corrupción en las fuerzas de seguridad ecuatorianas, lo cual agrava una crisis estructural que ya tiene años.
Entre los casos más recientes se habla de un subteniente del ejército arrestado el 20 de mayo de este año, por filtrar información de una operación contra una red de tráfico de armas que acabó sin detenciones. Dos policías activos fueron detenidos el 18 de mayo, en Guayaquil por secuestrar y extorsionar a un ciudadano, exigiéndole $2 000 para liberarlo. Además, del robo de 321 kg de cocaína de una bodega oficial de la Policía antidrogas en Guayaquil en febrero de 2024, cuyos responsables vendieron la droga a redes transnacionales como ‘Los Lobos’.
Y aseguran que, a pesar de que el presidente, Daniel Noboa, ha incrementado los recursos y poderes de las fuerzas de seguridad, las estructuras institucionales siguen siendo débiles y las investigaciones internas son lentas y rara vez concluyen con sanciones.
Cabe recordar que, aunque Noboa ha identificado a bandas criminales, no hay un censo que se refiera a cuántas personas lo integran y quiénes son.
Frente a esto, Ecuador Chequea se comunicó con el experto en seguridad, Daniel Pontón, quien dijo:
“El dato de la publicación es un dato aislado que no cuenta con un sustento sólido. Sin embargo, es un hecho que hay una presencia considerable de policías y militares infiltrados, especialmente, en el grupo conocido como ‘Los Lobos’. Aunque, no existen registros oficiales al respecto y, además, las bandas criminales no tienen un inicio ni un final claramente definidos, lo que dificulta aún más la recopilación de información precisa”.
Con esto también coincide la experta Verónica Pólit, quien aseguró que el Estado simplemente no tiene un mecanismo para establecer la composición de grupos delictivos en el país.
“Como país no tenemos ni un sistema, ni los elementos necesarios para tener un sistema de información en relación a este tema. Afirmar lo contrario es incorrecto y además peligroso. (…) En otros países se han establecido mecanismos más técnicos que requieren sistemas de información e inteligencia muy sofisticados, pero estamos lejos de eso”, aseguró.
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