En su despedida, se fue diciendo que los asambleístas le han dado la espalda al pueblo. Varios coinciden con él. ¿Es esta renuncia un síntoma más de la crisis legislativa?
César Rohon, quien entró a la Asamblea con el PSC y luego se volvió independiente, se acercó hoy por última vez a la Legislatura para oficializar su renuncia a la curul; y ratificó sus críticas a ese poder del Estado, que ya había expresado en la sesión del Pleno del domingo.
“Es un cúmulo de inacciones por parte de la Asamblea. Hemos incumplido con el pueblo; le hemos dado la espalda”, manifestó.
El ahora exlegislador se convierte en el segundo en dejar el cargo aduciendo que el Legislativo no está en sintonía con las necesidades del país. El primero fue el el oficialista Diego Ordóñez, quien anunció su decisión el 4 de febrero de este año y ahora es consejero en el Palacio de Carondelet.
Para Rohon, los asambleístas han perdido la perspectiva por pasar sólo en el edificio legislativo, no han permitido la gobernabilidad por dedicarse a la pugna de poderes, a la conspiración y a la defensa de intereses particulares.
“A ver si le tumbo a la señora (Guadalupe Llori, presidenta de la Asamblea), para ver si después le tumbo al presidente y ver si le tumbo a todos. Así el país no avanza”, criticó.
Mencionó una serie de iniciativas legislativas que no han avanzado y de reformas que considera necesarias para lograr la gobernabilidad, como la bicameralidad, la elección de asambleístas en segunda vuelta, legislar para lograr la seguridad ciudadana, entre otros temas.
El exlegislador cumplía su segundo mandato. Llegó a la Asamblea en el anterior periodo por Guayas en representación del Partido Social Cristiano. Logró la reelección, pero antes de instalarse la actual Asamblea se declaró independiente por no estar de acuerdo con el diálogo que los socialcristianos mantenían con los correístas para captar la Presidencia de la Asamblea.
Ahora asegura que se dedicará a sus actividades privadas, que no participará en las elecciones seccionales del 2023, pero anticipó que desde el ejercicio ciudadano impulsará un proyecto de reformas en beneficio de la gobernabilidad.
Con su salida, el Partido Social Cristiano recupera esa curul, a través de Elina Narváez Mendieta, quien se principalizó en el cargo.
Las ‘barbas en remojo’
Para Wilma Andrade (ID), las críticas de Rohon no sólo se justifican, sino que son compartidas por gran parte de la población, ya que la Asamblea pasa por un mal momento y está desilusionado al país.
“Es un organismo fundamental para la democracia pero no está dando las respuestas positivas que el país requiere. Es un llamado a la reflexión, es quizá un llamado a la conciencia de cada uno de los asambleístas para que podamos dar un nuevo rumbo a este organismo”, dijo. Y concordó en que hay varios proyectos de Ley que se han quedado rezagados.
En el mismo sentido se pronunció Francisco Jiménez, del oficialismo, quien considera que es una realidad que la Asamblea no está cumpliendo, pero que algunas comisiones, como la de Desarrollo Económico, a la que se pertenece, ha realizado un buen trabajo expresado en el tratamiento de normativas.
Pero Juan Fernando Flores, también oficialista, asegura que la Asamblea sí está trabajando, dando respuestas en materia de seguridad y empleo.
“La Asamblea tiene legisladores prestos y dispuestos a cumplir con nuestro trabajo, pero hay otros que, lamentablemente, creen que desde aquí pueden cumplir sus caprichos personales de cooptar el poder que no pudieron ganar en elecciones”, dijo.
Otra vez el ‘cuco’ de la muerte cruzada
Como parte de su despedida, Rohon vaticinó que si la Asamblea continúa desenfocada, en la lucha de los intereses particulares “lo mejor que le puede ocurrir al Ecuador es cerrarla”.
Expresión que revivió el “fantasma” de la muerte cruzada, que consiste en la posibilidad de que el Presidente de la República disuelva la Asamblea y que se convoque a elecciones legislativas y presidenciales para el resto del periodo.
Por falta de una mayoría legislativa propia, el Ejecutivo ha tenido problemas en la aprobación de sus iniciativas legislativas.
La Ley Tributaria pasó por el Ministerio de la Ley, no se ha concretado el primer debate de la Ley para el uso progresivo de la fuerza, las reformas a la Ley de Educación Superior aún no se tratan a nivel de Comisión, y el proyecto de Ley de inversiones, calificado como urgente en materia económica, ya tiene reparos. UNES, Pachakutik, y la ID la califican como privatizadora y no se descarta que, al menos los dos primeros bloques, pidan su archivo. El Gobierno ha mencionado que la Ley es clave para la generación de empleo.
Si no se da paso a esa normativa podría ser el detonante para pensar en la muerte cruzada, advierte Jiménez. “Si las bancadas insisten neciamente en negarse a cualquier tipo de progreso pues, eventualmente, estaríamos ya en un marco de obstrucción del Legislativo al trabajo del Ejecutivo», manifestó.
Ronny Aleaga, del correísmo, aseguró que no le temen a la muerte cruzada. “Si para el pueblo es mejor que se convoque a elecciones anticipadas ante una suerte de muerte cruzada, pues bienvenida sea”, dijo.
Por su parte, el vocero del Gobierno, Carlos Jijón, informó que no se ha tomado ninguna resolución. “Todos entendemos que se trata de un instrumento constitucional previsto en la Constitución para solucionar las crisis políticas, cuando llegan a un extremo de gravedad del que el país no puede salir, pero no es el caso en este momento”, dijo Jijón.
Agregó que el Gobierno busca conversar, priorizar el diálogo con los asambleístas, con los distintos bloques, para encontrar medidas civilizadas y de consenso a los problemas existentes.
Para el sociólogo Pablo Contero la muerte cruzada no le conviene ni al Gobierno ni a la Asamblea, ya que son quienes ostentan el poder político, que lo podrían perder en caso de recurrir a esa medida constitucional.
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