Para este jueves se anunciaron dos posibles reuniones entre los candidatos a la Presidencia para firmar un pacto por la unidad. Sin embargo, sólo se reunieron dos postulantes.
En 1997, Fernando Villavicencio, en calidad de cofundador de la Coordinadora de Movimientos Sociales, sobresalió como uno de los impulsores más entusiastas de un acuerdo político inédito con el propósito de encontrar una solución a la crisis política que aquejaba al país en ese entonces. Este acuerdo tomó forma pocos días antes de la caída del Gobierno de Abdalá Bucaram.
Villavicencio ejercía como un joven dirigente petrolero que personalmente extendía invitaciones verbales a los reporteros, uno por uno, para que cubrieran la rueda de prensa en la que los expresidentes aún vivos plasmarían sus firmas en este histórico acuerdo.
Hoy, la mayoría de los líderes políticos ha manifestado públicamente su repudio por el asesinato de Fernando Villavicencio, que ocurrió ayer, 9 de agosto, después de su participación en un mitin como candidato a la Presidencia de la República. Incluso en algunos casos, figuras que también aspiran a la Presidencia, como Otto Sonnenholzner y Yaku Pérez, han exhortado a los demás postulantes presidenciales a suscribir un pacto en pro de la unidad.
A pesar de estas manifestaciones de repudio y llamados a la unidad, al día siguiente de este trágico suceso, no se llevó a cabo ni una sola reunión pública para concretar un consenso mínimo en el ámbito político, que permita abordar los desafiantes problemas de inseguridad, que marcan un hito sin precedentes en la historia del país. Así, parece que dicho acuerdo ha quedado relegado a palabras que se han difundido en plataformas de redes sociales o en declaraciones a los medios de comunicación.
Hasta el cierre de este reporte, el equipo de campaña de Sonnenholzner no ha proporcionado información sobre las siguientes acciones para impulsar el acuerdo. Durante una transmisión en directo en el canal de TikTok del periodista Jefferson Sanguña, el equipo de campaña de Sonnenholzner confirmó que, con excepción de los candidatos Jan Topic y Luisa González, el resto de los postulantes presidenciales sí habían confirmado que firmarían el mencionado acuerdo.
Por otro lado, en una conferencia de prensa convocada para la tarde, Yaku Pérez informó que sostuvo una reunión con el candidato presidencial Bolívar Armijos en la sede de la Conferencia Episcopal. Además, señaló que los candidatos Xavier Hervas, Otto Sonnenholzner, Daniel Noboa y Andrea González, binomio de Villavicencio, le confirmaron su participación en un encuentro conjunto en una fecha posterior al sepelio del presidenciable.
Pérez mencionó que extendió una cordial invitación a través de mensajes de texto a los candidatos Jan Topic y Luisa González. Sin embargo, hasta el momento, no han dado respuesta a su propuesta de encuentro.
Al día siguiente del asesinato del candidato presidencial, que había denunciado casos de corrupción liderados por lo que él calificó como «mafias políticas», sólo dos de los presidenciables se reunieron en pro de un posible acuerdo.
ANÁLISIS
El comunicador y magíster en ciencia política por la Universidad de Salamanca, Eduardo Albán Gallo, sostiene que los líderes actuales de diversos sectores políticos no están abordando con la debida importancia el asesinato de Vilaviencio y el incremento de la inseguridad en el país. «La falta de acuerdos en la clase política evidencia una falta de seriedad por parte del Gobierno de Guillermo Lasso en lo que respecta al tema de seguridad. Si no se establecen condiciones adecuadas desde la cúpula, difícilmente se logrará llevar a cabo una mejora sustancial”.
Tras cuestionar la capacidad del Gobierno para gestionar los problemas de inseguridad, Albán también resalta la necesidad de que los líderes políticos abandonen sus posturas partidistas en pos de establecer consensos que garanticen la seguridad en el país. «Entre los acuerdos esenciales que la clase política debería considerar, destaca la garantía de seguridad para los ciudadanos y la implementación de un plan integral para erradicar la violencia. Las posiciones políticas deben quedar en un segundo plano, mientras se concentran en la resolución de estos problemas sociales que afectan profundamente a la sociedad ecuatoriana.»
El catedrático de ciencia política de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Simón Pachano, recalcó en un patrón recurrente en la historia política del país como: la efímera naturaleza de los acuerdos políticos. Aunque, se han registrado numerosos pactos entre actores con distintas ideologías para abordar cuestiones temporales o coyunturales, persiste la incapacidad de establecer acuerdos duraderos en el tiempo.
“Para destituir a los presidentes Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez hubo acuerdos políticos en el Congreso de ese tiempo. Se puede decir que hubo acuerdos, pero el acuerdo que se necesitaría ahora es de otra naturaleza, de mucho mayor alcance y con mayor responsabilidad”, comentó.
Este acuerdo es indispensable y tras el asesinato de Fernando Villavicencio, los actores políticos debían haber realizado de manera inmediata las primeras acciones para impulsarlo, sostuvo Pachano. Lo dijo luego de recordar que en el país se ha enraizado el problema de vinculaciones múltiples entre el narcotráfico y la política.
El experto recalcó que Ecuador enfrenta un desafío profundamente arraigado en su historia: la problemática relación entre el narcotráfico y la política. Ante la urgencia de un amplio plan de seguridad, Pachano subraya la prioridad de un acuerdo preliminar para erradicar de manera categórica la influencia del dinero ilícito y los cárteles del crimen organizado en la esfera política, al tiempo que fortalece tanto al Estado como a la sociedad. No obstante, no dejó de reconocer la complejidad que este proceso conlleva.
El catedrático resaltó que estas primeras acciones encaminadas a la firma del acuerdo deberían haberse realizado inmediatada tras el lamentable asesinato del presidenciable. Sin embargo, agregó, surge la incertidumbre sobre si los llamados para firmar este pacto se limitaron a declaraciones públicas o si se llevaron a cabo de manera formal y directa con cada una de las candidaturas políticas, lo cual sería lo adecuado en esta situación.
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