Las ventas del Cyber Monday 2025 crecieron 26,3% y el ecommerce marca récord anual. Expertos advierten riesgos de informalidad en plena temporada navideña.
Ecuador inicia la temporada navideña con un repunte extraordinario en el consumo digital y físico. Las ventas del Cyber Monday 2025 crecieron 26,3 % frente al año anterior, impulsadas por el adelanto del décimo tercer sueldo decretado por el gobierno, informó el Servicio de Rentas Internas, SRI.

Las transacciones del 1 de diciembre alcanzaron USD 1.411 millones, un incremento de USD 294 millones respecto de los USD 1.117 millones registrados el mismo día de 2024. La variación interanual equivale a un aumento del 26,3%, en lo que se anticipa como uno de los cierres económicos más dinámicos de los últimos años.
El repunte ocurre cuando el comercio electrónico y las operaciones digitales del país atraviesan su fase más elevada desde que existen estadísticas sobre la materia. Según el Estudio de Transacciones No Presenciales en Ecuador 2024 elaborado por la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico (CECE) y la UEES, el ecommerce cerró 2024 con USD 4.618 millones y 81,1 millones de transacciones, un máximo histórico aunque con señales de desaceleración respecto al ritmo de expansión post pandemia.

Aunque el crecimiento es sostenido, el estudio advierte una desaceleración progresiva frente a los picos post pandemia: el ecommerce creció 34 % entre 2021 y 2022, 18 % entre 2022 y 2023 y 8 % entre 2023 y 2024.

El auge digital previo a Navidad: conveniencia, liquidez y mayor uso del celular
Consultado por Ecuador Chequea, el experto tributario Edwin Palma, explicó que la aceleración del comercio electrónico responde a dos fuerzas principales: las condiciones económicas actuales y el uso masivo del teléfono celular como herramienta de compra.
“Para varios giros de negocio resulta más atractivo no depender de un local físico, que implica costos de arriendo y operación”, comentó Palma. Añadió que la adopción del móvil ha convertido al ecommerce en una opción “cada vez más presente” en el país, especialmente después de la pandemia, cuando la recuperación del comercio impulsó transacciones digitales de forma sostenida.
La liquidez adicional en diciembre, producto del adelanto del décimo tercer sueldo, actuó como catalizador, agregó. Según el SRI, miles de familias aprovecharon descuentos y promociones del Cyber Monday gracias a esta inyección anticipada de recursos.
Un mercado digital en expansión, pero con señales de alerta
Mientras las plataformas nacionales consolidan su crecimiento y las compras digitales se vuelven más frecuentes, Palma advierte que el auge también expone nuevos riesgos para consumidores y para el sistema tributario.
Riesgos para el consumidor
El especialista señala que la falta de interacción presencial aumenta la vulnerabilidad frente a:
- Estafas,
- uso indebido de datos personales,
- fraudes con medios de pago,
- adquisición de productos de origen ilícito, especialmente en marketplaces donde “hay significativa presencia de productos no lícitos”.
Recomendó verificar que el proveedor exista más allá de su presencia digital y confirmar la legalidad del producto antes de pagar.
Riesgos para la administración tributaria
Palma advirtió que el comercio digital presenta desafíos más complejos de fiscalización que los locales físicos, que pueden ser controlados por fedatarios del SRI. La venta en línea, en cambio, facilita que se comercialicen bienes y servicios sin factura, alimentando la informalidad y potenciando la evasión de impuestos.
“El desafío es evitar que el incremento de transacciones electrónicas termine haciendo más fuerte la informalidad”, dijo.
Más débito, más portales nacionales y más uso de internet
El estudio CECE–UEES revela un mayor movimiento económico con portales nacionales y un mayor uso de internet para las transacciones:
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- Los portales nacionales crecieron 19,3 % en transacciones y 14,8 % en valor, mientras que los internacionales retrocedieron 7,8% en transacciones y 7,5% en valor.

- El uso de tarjetas de débito subió al 45 % de las compras no presenciales, acercándose al 55 % de las tarjetas de crédito, lo que muestra un consumidor más cauteloso con el endeudamiento.




