El CNE asegura que los datos oficiales empezarán a ingresar al sistema a las 18:00 y que a las 21:00 podría haber una tendencia estabilizada, siempre y cuando la votación no sea tan cerrada como se prevé. ¿Cuánto podría tardar el escrutinio?
POR: Juan Camilo Escobar
Durante más de un mes, el Consejo Nacional Electoral (CNE) evitó comprometerse con una hora exacta para la difusión de los resultados de la segunda vuelta presidencial, prevista para este domingo. En juego está el desempate tras el estrechísimo margen —menor al 1 %— registrado en la primera vuelta del 9 de febrero entre el presidente-candidato, Daniel Noboa, y la candidata de Rafael Correa, Luisa González.
Sin embargo, tras una prueba técnica realizada ayer, en el 100% de los centros de digitalización —infraestructura clave para la transmisión oficial de datos—, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, ofreció por primera vez una estimación concreta, aunque parcial.
Según este anuncio, los primeros resultados estarán disponibles desde las 18:00 a través de la página web del organismo, y se prevé contar con una tendencia estabilizada a partir de las 21:00, siempre que la diferencia entre los candidatos no sea demasiado estrecha, como se prevé.
“Si el margen es estrecho tenemos que esperar que todas las actas que tienen que salir de las áreas de difícil acceso lleguen. Pero, en la noche del domingo tendremos una tendencia o una contabilización de más del 90% de las actas generadas”, declaró Atamaint en una entrevista con Teleamazonas.
“Hemos tomado el tiempo desde el momento que se cierran las votaciones, a las 17:00. Los miembros de las juntas receptoras del voto empiezan a clasificar las papeletas, a contar los votos, a llenar las actas, a enviar el acta llenada hacia los puntos de escaneo para que estas sean digitadas, luego transmitidas”, agregó.
La fiabilidad de esta proyección será puesta a prueba este domingo, en la jornada electoral que promete ser la más crítica para los próximos cuatro años, a la que están convocados 13,8 millones de electores de entre 18 y 65 años de edad.
Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), en la primera vuelta, el 96,45% de las actas fueron procesadas antes de la medianoche, aunque el escrutinio definitivo se extendió durante 48 horas. En esta segunda vuelta, marcada por una creciente presión política, la ausencia de un conteo rápido de resultados oficiales por parte del CNE y la autorización de cuatro empresas para realizar encuestas a boca de urna, la espera de los resultados se complica.
ESCENARIO REAL
En la práctica, el conteo de votos será mucho más rápido en la segunda vuelta, con sólo dos finalistas, en comparación con la primera vuelta del 9 de febrero, en la que participaron 16 candidatos presidenciales. Así lo indicó este domingo Atamaint, quien explicó que el proceso de votación será más ágil, ya que los ciudadanos sólo tendrán una papeleta. Atamaint detalló que, debido a esto, las tareas de apertura de urnas, clasificación de papeletas, conteo de votos, llenado de actas, transmisión y digitalización deberán realizarse de forma más eficiente, lo que permitirá prever la hora en que se podrán conocer los primeros resultados de las mesas electorales.
Dos expertos en materia electoral recomendaron a la ciudadanía mantener la calma y esperar los datos oficiales con prudencia. El analista Alfredo Espinosa y el representante del Observatorio Electoral, Fausto Camacho, coincidieron en advertir que los exit polls son únicamente estimaciones preliminares y no deben ser interpretadas como un conteo oficial, mucho menos utilizadas para proclamar un triunfo anticipado.
“Que el CNE haya optado por no realizar un conteo rápido es una decisión que busca evitar tensiones innecesarias en un proceso altamente reñido, donde cualquier diferencia mínima podría alimentar escenarios de conflicto”, sostuvo Espinosa.
El analista recordó el precedente de febrero de 2021, cuando Atamaint no precisó el margen de error en la presentación del conteo rápido de la primera vuelta. Esa omisión generó una lectura errónea de los resultados y contribuyó a la percepción de que el candidato indígena Yaku Pérez, y no Guillermo Lasso, era quien debía avanzar al balotaje.
“El CNE se está curando en sano porque, aunque existe el personal técnico y capacitado para realizar el conteo rápido, dada la complejidad de la elección, la mínima diferencia con la que puede ganar uno u otro candidato. Esto porque es necesario que no se repitan los errores de la elección del 2021, donde un error de la lectura de la presidenta del CNE estuvo a punto de generar un escenario de convulsión social”, comentó
‘SÓLO REFERENCIAS’
“Es preferible que la ciudadanía reciba resultados oficiales, por encima de un conteo rápido. Además, es fundamental diferenciar el rol del exit poll, que metodológicamente no es lo mismo que un conteo rápido”, señaló el analista. “El conteo rápido se basa en una muestra de actas, es decir, en datos oficiales; en cambio, el exit poll es una encuesta a personas que ya votaron, pero eso no garantiza que lo que declararon coincida con su voto real porque existe el voto oculto y el voto vergonzante”.
Camacho, por su parte, dijo que “a la gente hay que pedir le que tome a los exits polls como simples referencias, que ojalá sean técnicamente hechos, que sean cercanos a la realidad y no como sucedió con uno de los exits polls en la primera vuelta, que más parecía responder a un libreto político. No sabemos si lo fue, pero parecía”.
EL PESO DE LAS INCONSISTENCIAS
Según el CNE, el 97,12% de las actas procesadas en la primera vuelta fue válido, mientras que el 2,34% presentó inconsistencias. En total, 972 actas registraron novedades. De cara a la segunda vuelta, la pregunta clave es: ¿en qué medida podrían estas inconsistencias retrasar el conteo de votos y la publicación de los resultados oficiales?
Espinosa expresó su aspiración de que los miembros de las juntas receptoras del voto cumplan su labor de acuerdo con las capacitaciones recibidas para la primera vuelta y, en consecuencia, evitar errores e inconsistencias al momento de registrar los resultados en las actas: “El que haya inconsistencias lo que hace es deslegitimar, en gran medida, el trabajo de las juntas electorales, y en consecuencia deslegitima el trabajo del CNE. Y mientras más recuento exista, hay más sospechas de la pulcritud de la elección”.
Camacho recordó que, pese a la presión social por conocer los resultados definitivos de los comicios, el órgano electoral dispone de un plazo legal de 10 días para completar el escrutinio. Señaló que el ritmo del avance dependerá de la capacidad operativa del sistema de transmisión de datos: hacia la medianoche se podría alcanzar el 80% de actas procesadas, y para la madrugada del lunes, el 90%.
Detalló que el conteo se inicia en las primeras horas de la jornada, hasta alrededor de las 21:00, con actas sin observaciones, consideradas las de procesamiento más ágil. De forma paralela, el sistema procesa el total de actas recibidas, aunque sólo se incorporan al cómputo aquellas que son consideradas válidas conforme a los protocolos de verificación del tribunal electoral.
Camacho también explicó que las actas con inconsistencias —ya sea por errores materiales, falta de firmas u observaciones— y aquellas provenientes de zonas rurales, de difícil acceso o del exterior, requieren un tratamiento especial y su procesamiento puede extenderse durante varios días. Cuando coinciden demoras logísticas con irregularidades en la documentación, se activa el procedimiento de recuento manual de votos, conforme a la normativa electoral.
Bajo ese panorama, advirtió que los resultados finales no estarán disponibles de forma inmediata. La proyección oficial apunta al final de la semana, posiblemente entre viernes, sábado y domingo de la próxima semana.
EL PROCESO
Los más de 40.000 miembros de las juntas receptoras del voto son los encargados de contar y registrar cada sufragio, incluidos los nulos y en blanco, en un borrador de escrutinio. Este borrador es el primer paso para realizar ajustes hasta que el total de votantes coincida con el número de votos registrados, según el Código de la Democracia.
El acta, a su vez, es enviada a los centros de digitalización de actas (CDA), donde se escanea y se asegura mediante un certificado digital y una firma electrónica, pasos necesarios para proteger la integridad del documento. Posteriormente, las actas escaneadas se trasladan a los centros de procesamiento electoral (CPE) de cada provincia, donde se valida su autenticidad y se verifica que los datos coincidan con los registros oficiales.
Una vez validadas, las actas son enviadas a los digitadores, quienes ingresan los resultados en el Sistema Informático de Escrutinio y Resultados (SIER) del Consejo Nacional Electoral (CNE). Este sistema no sólo organiza los datos, sino que también realiza una verificación adicional, garantizando que la suma total de votos coincida con el número de sufragantes registrados en las juntas receptoras.
Si las actas pasan todos los controles establecidos, se consideran válidas y puede publicarse en la página web del CNE, accesible al público en general.
VIGILANCIA
En todo caso, ambos analistas indicaron que, frente a este tipo de escenarios, corresponde a las propias organizaciones políticas nombrar a sus delegados para que actúen como veedores del proceso en cada junta.
En la práctica, a días de la segunda vuelta presidencial, el CNE confirma rezagos en el proceso de acreditación de dichos delegados. Atamaint reconoció que aún no se ha alcanzado el objetivo de 41.000 delegados por cada una de las dos organizaciones políticas en contienda. Hasta el 6 de abril, se han registrado 58.250 delegados en total, según datos oficiales del CNE.
La cifra refleja una cobertura parcial frente al universo esperado de más de 82.000 veedores, lo que podría afectar la capacidad de vigilancia directa en las juntas a escala nacional. En respuesta, Atamaint anunció que el organismo ha dispuesto medidas extraordinarias para agilizar el proceso de acreditación y garantizar la transparencia del escrutinio, que será observado por misiones internacionales y organismos de control electoral.
Por ahora, Camacho señala que “hay que tener esperanza que las dos organizaciones políticas hagan un adecuado control electoral, que ambos sean buenos ganadores y buenos perdedores, más allá de la desigualdad de la competencia, que es un hecho complejo”.
RECLAMOS
Según el calendario electoral, entre el 14 y el 25 de abril, las organizaciones políticas pueden presentar objeciones sobre los resultados del escrutinio. El Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene plazo hasta el 6 de mayo de 2025 para resolver estas impugnaciones. Si se presentan objeciones adicionales, el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) podrá emitir un pronunciamiento definitivo hasta el 20 de mayo.
Una vez resueltas las impugnaciones y proclamados los resultados oficiales de la segunda vuelta, el CNE tiene previsto entregar las credenciales a uno de los dos candidatos finalistas que resulte electo. La posesión está programada para el 24 de mayo.
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