Tres zonas de Quito concentran la mayor cantidad de delitos relacionados al robo; esto ha provocado a transeúntes, dueños de locales y de vehículos a redoblar los cuidados. Conoce cuáles son y en qué horarios se registra mayoritariamente cada tipo de robos.
La vía luce tranquila entre el sonido de vehículos que pasan de un lado al otro sobre la calle Juan Barrezueta, en el norte de Quito. Pocas personas caminan por esta calle de la zona industrial de la ciudad. Aquí casi no hay restaurantes o tiendas, salvo por algunos ‘ejemplares’ que parecen en extinción. Uno de estos es el restaurante de mariscos llamado ‘Sazón manaba’, un local esquinero que ha sentido el aumento de la inseguridad en el sector.
En la entrada del local, un hombre alto luce un chaleco naranja fluorescente con líneas tornasol. Con una franela y un silbato, ubica a los carros a los lados de la calle, y los cuida mientras sus dueños o conductores comen en el local. Él trabaja alrededor de un mes en este espacio. El restaurante le pidió que trabaje en esta zona en horarios pico para evitar incidentes con los vehículos de sus clientes.
“Aquí han estado robando bastante los carros y más arriba también a las personas que caminan por la calle. Yo trabajo por aquí y me pidieron que viniera a cuidar los carros de 12:00 a 15:00, para que no se roben o para que los clientes se sientan más seguros, así que aquí estamos”, dice iluminado totalmente por el sol de mediodía.
En el mismo exterior de este restaurante, hace más de un mes y medio, robaron dos vehículos de clientes, en momentos y días diferentes. “Uno se llevaron más arriba y a otro le abrieron y le sacaron todo a una señora”. Esto obligó al local a tomar medidas para evitar nuevos incidentes.
Sandra Cruz, dueña de este espacio, explica que en el último año ha crecido la delincuencia en la zona. Ella cuenta que antes no se veían seguido este tipo de delitos, mientras hoy es cada vez más común que en el chat de vecinos y locales de la zona se informen acerca de personas en moto que roban o intentos de robos de carros, “pero algunos sí se han logrado y ahí una se entera de todo”.
Lo mismo ocurre con otro tipo de delitos. Por ejemplo, en Carcelén, Diana Díaz, de 28 años, asegura que han aumentado la cantidad de robos que se registran en el barrio. Ella atiende un bazar, donde “cada día una se entera de un robo”. Hace dos semanas ella se salvó de un robo al llegar a su local, “gracias a que justo pasaba una patrulla”.
“Iba yo llegando y me paró una moto diciéndome algo. Alcancé a escuchar que me pidieron mi teléfono y justo estaba subiendo una patrulla así que le hice señas y los dos hombres se fueron en la misma moto. Tuve miedo, pero no podía dejar que me robaran, porque además la situación está difícil”, dice.
Esa misma sensación de inseguridad siente al salir del local por la tarde, por lo que ha coordinado salir con una amiga que trabaja a pocos metros. “Así al menos no me ven sola”.
En Quito, según datos oficiales, se han reducido las muertes violentas en lo que va del año, si se lo compara con el mismo periodo de 2023, en alrededor de un 10%. El dato va de la mano con el registro nacional, que según la Policía, reportó una reducción del 17% de muertes violentas entre el 1 de enero y el 7 de junio de 2024. De este modo, estos delitos pasaron de 3.048 a 2.516 en el mismo lapso de tiempo.
Sin embargo, otros delitos han subido en la capital, dando cuenta de un aumento de las estadísticas delincuenciales. Entre estos están el robo a personas, robo de autopartes y robo de vehículos. Estas son las cifras.
Aumento de delitos
Entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2024, Quito registró 4.597 delitos diferentes a muertes violentas. Esto, reflejando un aumento de 788 delitos, si se lo compara con el mismo periodo de 2023, cuando se registraron 3.809 delitos. Estos contemplan robos a personas, robos de vehículos y robos de autopartes, bienes y accesorios.
De este total, el delito de mayor incidencia ha sido el robo a personas. De este se han registrado un total de 2.502 casos en lo que va del año, según datos de la Policía Nacional.
La mayor parte de estos delitos se han cometido en horarios de la tarde y noche. El informe de la entidad afirma que la mayor cantidad de casos se han reportado en franjas horarias de 14:00, 19:00 y 21:00.
Asimismo, conforme a la zonificación, se registra un mayor índice de delitos en distritos como el Eugenio Espejo (34% de los delitos), Manuela Sáez (14%) y Eloy Alfaro (14%). En otras palabras, las áreas con mayor índice de robo a personas engloban el Centro de Quito, sectores como Iñaquito y la Mariscal, donde el mapa se tinta de rojo por la cantidad de personas que han reportado estos delitos.
Asimismo, las zonas con menos de estos delitos, según la Policía Nacional, están ubicadas en Nanegal, Los Chillos y Tumbaco.
Siguiendo la misma línea, los robos de bienes, accesorios y autopartes también han aumentado en 2024. El año pasado se reportaron 876 de estos delitos, mientras que este año se registran 1.044.
De este tipo de incidentes, los horarios con más reportes también están en la noche. Según los reportes de la Policía, estos son entre las 19:00 y 21:00.
Sobre las zonas con mayor incidencia, la institución aclara que el distrito Eugenio Espejo concentra la mayor parte de estos delitos, con un 45% de registros del total. Seguido de este punto están zonas como Eloy Alfaro y Manuela Sáenz. De este modo, se puede ver cómo se repiten las zonas con el delito anterior. Zonas como La Mariscal e Iñaquito también se pintan de rojo cuando de este tipo de robos se trata.
Las zonas con menos delitos de estos son: Nanegal, Calderón y Tumbaco.
Por último, el robo de vehículos ha sido el que más ha crecido entre 2023 y 2024. Esto, pasando de 542 a 1.056 incidentes, lo que se traduce en el doble de casos reportados este año.
Los horarios de mayor riesgo ante este tipo de robos son de 21:00 a 23:00. Y las zonas con más incidencia son Eugenio Espejo (26%), La Delicia (18%) y Quitumbe (16%).
Este delito se divide de manera más uniforme en la ciudad, creando la ilusión de puntos rojos dispersos, donde ha sido más común ser víctima de este tipo de robos.
Según este análisis, se puede ver que los delitos en la ciudad continúan al alza y que el robo de autos ha cobrado fuerza. Además, se puede ver que zonas como Eugenio Espejo y Manuela Sáenz, en el centro de Quito, son las que más delitos de todo tipo concentran en la ciudad.
¿Qué significa esto?
Aunque el discurso del Gobierno se ha enfocado en la reducción de la delincuencia tras la declaratoria de conflicto armado interno, para Daniel Pontón, experto en seguridad, las muertes violentas no son el único indicador de la delictividad.
“El aumento de otros tipos de delitos reduce la credibilidad de las estadísticas. En este ejemplo de Quito podemos ver cómo la delincuencia se mantiene vigente y sigue creciendo en otros rubros como los robos y hurtos”, dice.
Para él, este aumento en los delitos está relacionado con diferentes factores, como el aumento del parque automotor y mayores oportunidades para los delincuentes. “Poco a poco se han ido consolidando los mercados criminales en el país, por lo que cada vez es más oportuno para un delincuente robar a personas o vehículos. Y podemos ver que el mercado permanece vivo”.
Pontón destaca el aumento de robos de vehículos por su avance exponencial: “Esto puede deberse a que ha aumentado el parque vehicular, pero hay que considerar también que robar un vehículo requiere una mayor logística que robar un celular, por lo que se debe intuir que el mercado delincuencial de los vehículos está en auge y se ha fortalecido en los últimos años. Es preocupante porque los datos demuestran que hay una industria consolidada de autos robados y de sus piezas”.
El experto también asegura que estas estadísticas reflejan que las bandas delincuenciales han permeado y siguen vivas en la ciudad. “No hay que olvidar que las bandas delincuenciales buscan ampliar su cartera de ilícitos: los secuestros y el robo de automotores se han convertido en actividades importantes en esta dinámica”.
Para él, es importante que el Gobierno considere también este tipo de estadísticas en la búsqueda de seguridad y en sus planes a futuro para no quedarse solo en la superficie del problema.
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