La Policía anunció que reforzará su capacidad de respuesta ante estos delitos con la creación de una fuerza especial investigativa. Lo importante, dicen los expertos, es que se lleve a la práctica y no quede en un anuncio.
Todos los años los números suben, en medio de un ambiente de tensión y temor por la inseguridad. Ecuador vive un recrudecimiento de la violencia, que se ha venido reforzando con el avance del crimen en el tiempo.
Las extorsiones y secuestros han sido los principales delitos que han cobrado fuerza en el territorio. Según datos oficiales de la Policía Nacional, en 2020 Ecuador reportó un total de 1.210 casos de delitos extorsivos. Esta cifra, si se la compara con los datos registrados en 2023, cuando las extorsiones llegaron a las 8.300 denuncias, refleja un aumento de más del 400% en apenas cuatro años.
Sólo entre 2022 y 2023, la cifra de delitos de extorsión aumentó de 5.000 a más de 8.300 casos, lo que representa más de 3.300 delitos extra, o 66% de aumento.
Por último, en los primeros dos meses de 2024, la Policía informó que en el país se han reportado un total de 2.032 delitos extorsivos, de los cuales 335 fueron secuestros y 1.697 fueron extorsiones en sí mismas. Si se compara los registros de estos meses con el mismo periodo de 2023, el aumento en los casos de extorsiones es de 868. Por lo que la tendencia al alza continúa.
Las zonas donde más han aumentado este tipo de delitos es en Guayaquil, Durán y Samborondón. En 2023, esos cantones presentaron 340 delitos de este tipo. Sin embargo, sólo en lo que va del año, estos espacios ya cuentan un total de 462 casos.
Para combatir este tipo de delitos y su constante crecimiento, el Gobierno de Daniel Noboa impulsó la creación de la operacioń ‘Libertad’. Esta iniciativa tiene como medida central la creación de una Fuerza Investigativa Contra la Extorsión (FICE), una nueva unidad de Policía Nacional que se especializará en este tipo de delitos.
¿En qué consiste la unidad?
Ayer, la Policía lanzó oficialmente la Fuerza Investigativa Contra la Extorsión. Esta, según detalló Freddy Sarzosa, director general de investigaciones, “está compuesta con todas fortalezas de talento humano, recursos tecnológicos y, sobre todo, la especialidad de nuestras unidades investigativas”.
La Fuerza Investigativa estará liderada por la Unidad Anti Secuestros y Extorsión. Además, sumará el apoyo en sus labores del GIR, el GOE, la unidad aeropolicial, criminalística y la unidad de ciberdelitos.
“Esta división investigativa está orientada, específicamente, a las diferentes denuncias en zonas que han presentado altos porcentajes de delitos, como Quito, Guayaquil, Los Ríos, Santa Elena y Playas”, dijo. “Estas intervenciones policiales contarán con el suficiente elemento policial investigativo especializado, logística y se complementará con la captura y judicialización de los autores intelectuales y materiales de estos hechos ilícitos”.
La Policía informó que los miembros de esta fuerza investigativa contarán con capacitación específica en temas de extorsión y secuestro para poder combatir de manera eficaz este tipo de delitos. Para esto, se trabajará con Fiscalía y el ECU911 de forma conjunta. Además también con denuncias realizadas a través de la línea 1800-DELITO y la 131. Esta ya empezará a cumplir sus funciones en el país.
El funcionario policial también aclaró que la fuerza investigativa ejecutará labores de prevención del delito, al investigar a redes criminales a través de diferentes ámbitos, como redes sociales e investigación de delitos anteriores. De este modo, se busca reducir y contener los índices de estos incidentes.
“Este plan de acción, este momento, ya está en ejecución en el Distrito Metropolitano de Guayaquil, en Guayas, en Santa Elena, en Los Ríos y en Quito”, dice. “De manera semanal se podrá informar los resultados operativos que ejecute este plan de acción en los territorios”.
Sarzosa llamó a la ciudadanía a denunciar este tipo de delitos para transparentar las estadísticas y tomar acciones contundentes para contener y evitar la comisión de estos delitos. La Fuerza Investigativa será un componente de apoyo a las diferentes áreas, como la Unase. 780 servidores policiales participarán de esta área policial.
¿Qué dicen los expertos?
Para Carlos Blanco, experto en seguridad y policía en servicio pasivo, este tipo de iniciativas son importantes para combatir delitos, “que se dan de las formas más horrorosas”, como la extorsión y los secuestros.
“La creación de esta nueva unidad es interesante, porque va a apoyar a otras unidades de investigación y reforzar su trabajo”, dice.
El experto destaca que la creación de un nuevo “frente” de lucha contra el crimen es importante para obtener una mayor gestión articulada en las acciones preventivas y reactivas de la Policía. Además, esta fuerza puede convertirse en una pieza clave del manejo y cruce de información crucial en la lucha contra el crimen.
“La información que se obtenga con el resto de unidades de inteligencia será útil, porque permitirá que las diferentes unidades puedan trabajar de forma más efectiva y coordinada”, detalla. “En este tipo de delitos puntuales es muy necesario este cruce de información de inteligencia para conocer los diferentes modos en los que delinquen los antisociales”.
Blanco destaca que estas unidades también tienen presencia a nivel internacional, por su relevancia en la lucha contra los delitos extorsivos.
Por otro lado, Diego Pérez, experto en seguridad e investigador del IAEN, dice que, si bien estas acciones son necesarias y deben verse con buenos ojos, el Gobierno no puede quedarse sólo ahí.
“Cualquier decisión que permita fortalecer la presencia del Estado y, al mismo tiempo, demostrar que tiene capacidades de enfrentar este tipo de amenazas, es positiva”, dice. “Sin embargo, creo que debemos comenzar a pensar que para los temas de seguridad las soluciones no son únicas ni unidireccionales, ni inmediatas, ni definitivas”.
Lo que se debe priorizar es la construcción de condiciones adecuadas donde la inseguridad no puede permear. Estas deben ser interseccionales con aspectos como la economía, educación, acceso a servicios. “La presencia del Estado no sólo puede ser por medio de la fuerza”.
“Los delitos van a seguir existiendo, aun con la creación de la fuerza investigativa, si no se crean las condiciones adecuadas, desde el sistema judicial. Se deben crear desincentivos a la industria criminal”, dice.
Para esto, detalla, también es importante que la fuerza anunciada por la Policía cuente con dinero y logística necesaria para cumplir su labor. Según el experto, esta pieza también es fundamental y se tiene que tomar en cuenta desde el Gobierno para realmente dar funcionalidad a esta acción.
“Sí, este tipo de acciones son positivas. Fortalecen al Estado, pero hay que comprender su complejidad y se tiene que trabajar en su complejidad. Sólo así se puede garantizar que estas sean acciones concretas y no sólo un elemento mediático”, dice.
¿Por qué suben estos delitos?
Con todo esto en mente, cabe preguntarse qué ha llevado al país a esta situación en temas de delitos extorsivos. Según la Policía, esto responde a una tendencia regional, en la que los países presentan incrementos en este tipo de crímenes por la diversificación de sus fuentes de ingreso en países como Colombia.
Un informe de la organización InsightCrime, sin embargo, asegura que este tipo de delitos han crecido, también, debido a la fragmentación de las bandas delincuenciales, dedicadas originalmente al tráfico de cocaína. Las disidencias de organizaciones delictivas, al quedarse sin infraestructura o los conocimientos para continuar este negocio, según la organización, han decidido dedicarse a temas como la extorsión y secuestros.
“El ciclo continuo de fragmentación —marcado por traiciones, asesinatos y masacres en las cárceles— deja un número cada vez mayor de pequeñas bandas que luchan por el control del territorio y de las economías criminales, lo que sugiere que el número de casos de extorsión no hará sino crecer”, dicta el informe.
A este motivo se suman cambios en el mercado de la cocaína. La organización asegura que esto ha dejado con ganancias reducidas a las bandas que se enfocan “únicamente a mover cocaína a través de Ecuador”, lo que también contribuye al aumento de la extorsión.
En este caso, el informe detalla que “la Extorsión no necesita mucha planificación y es una fuente inmediata de ingresos”. Por esto, los factores que han incidido en el aumento de estos delitos se ven potencializados por la facilidad de acceder a recursos para las bandas criminales.
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