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viernes, diciembre 5, 2025
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Los 900 megavatios anunciados para evitar apagones, por ahora son apenas una promesa

Expertos advierten que la incorporación ofrecida de 979 megavatios adicionales por el Gobierno la semana anterior carece de respaldo técnico y financiero concreto, mientras el país aún no supera la crisis energética iniciada en 2024.

POR: Juan Camilo Escobar

El reciente anuncio del Gobierno sobre la incorporación de casi 1.000 megavatios al Sistema Nacional Interconectado aún no disipa las dudas sobre si el país está preparado para afrontar una nueva temporada seca en las cuencas donde operan las principales centrales hidroeléctricas, responsables de gran parte del suministro eléctrico nacional, comentaron el analista de temas energéticos Jorge Luis Hidalgo y el integrante Consejo Consultivo de Ingenierías y Economía (CCIE) Luis Ayala.

Los especialistas recordaron que el anuncio, realizado la semana pasada, no vino acompañado de planes operativos ni cronogramas detallados para la entrada en operación comercial de la nueva capacidad instalada. Esta omisión genera incertidumbre, considerando que el mismo día del anuncio se llevó a cabo una reunión técnica entre autoridades energéticas, en la cual se abordaron medidas para mantener la estabilidad del sistema ante una eventual disminución de los caudales.

Durante ese encuentro, se ratificó que en mayo el SNI registró un pico de demanda de 5.110 megavatios, que fue atendido sin inconvenientes gracias a la disponibilidad operativa de las centrales actualmente en servicio. No obstante, los expertos advierten que, sin una planificación clara, la presión sobre la matriz energética podría aumentar en los próximos meses, especialmente si las condiciones hidrológicas se deterioran.

Ambos expertos señalaron que, debido al volumen de producción anunciado, no sólo se requiere desarrollar complejos procesos que garanticen el cumplimiento de especificaciones técnicas de los equipos generadores de electricidad, sino también grandes cantidades de recursos económicos, que el Estado tiene dificultades para conseguir.

“Se puede anunciar que serán 900 o más megavatios, pero lo importante es que se concrete, porque, en el momento en que salgan a licitación, son equipos que no se consiguen rápido en el mercado. Se necesitan órdenes de fabricación, lo cual toma, en el mejor de los casos, seis meses. Además, esto requiere una disponibilidad económica que el Gobierno no tiene y debe conseguir en instituciones de crédito”, comentó el ingeniero eléctrico Luis Ayala.

En la misma línea, Hidalgo señaló que el principal obstáculo para concretar estos procesos con la urgencia que tiene el país —además de la burocracia— es la falta de recursos económicos en el propio sector energético, que registra grandes pérdidas debido a los subsidios. En ese contexto, calificó como una decisión valiente el anuncio realizado por la portavoz del Gobierno, Carolina Jaramillo, de eliminar el subsidio al diésel para el sector atunero industrial, que el año pasado habría representado cerca de 42 millones de dólares.

Sostuvo que, si bien la medida es adecuada, resulta insuficiente, ya que aún está pendiente completar la eliminación de subsidios a las grandes empresas mineras, un proceso que comenzó el año anterior.

En todo caso, ambos expertos recordaron que el sector eléctrico todavía tiene medidas pendientes para salir de la crisis energética. Además de esta posibilidad —aún sin certezas concretas— de incorporar 979 megavatios (MW) al Sistema Nacional Interconectado, el panorama sigue siendo incierto.

Esta medida fue anunciada el pasado 20 de mayo por el gerente general de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), Gustavo Sánchez, como parte de una estrategia para reforzar la capacidad de generación y evitar interrupciones en el suministro eléctrico durante el estiaje previsto entre septiembre y noviembre.

Ese mismo día, el presidente Noboa encabezó una reunión de trabajo con la ministra de Energía, Inés Manzano, y el directorio de Celec, en la que se revisó el Plan de Estiaje 2025–2026. El documento incluye medidas técnicas y operativas para garantizar la continuidad del suministro eléctrico durante el periodo seco en las cuencas donde operan las principales centrales hidroeléctricas del país.

Por ahora, los expertos recuerdan que, hasta la fecha, se han incorporado efectivamente al sistema eléctrico apenas 300 megavatios —provenientes de tres barcazas alquiladas—.

A esto, agregaron, hay que añadir la producción que este año empezó a aportar el complejo hidroeléctrico Toachi Pilatón, con una potencia instalada total de 254,4 megavatios (MW), que se distribuye en tres centrales: Sarapullo (49 megavatios), Alluriquín (204 megavatios) y una minicentral a pie de presa (1,4 megavatios). Además, el Gobierno habla de la recuperación por mantenimiento en otras centrales, con lo que la versión oficial bordea los 1.200 megavatios. 

Por tanto, insistieron los expertos en que la crisis de generación eléctrica aún no ha sido superada debido a que el país necesitaría aproximadamente unos 900 megavatios adicionales para evitar cortes de luz en la próxima temporada seca.

En este contexto, en consecuencia, lamentaron que gran parte del suministro de electricidad sigue en riesgo si, entre septiembre y noviembre próximos, como es habitual cada año, se presenta una nueva temporada seca en las cuencas donde operan las centrales hidroeléctricas.

PREVISIONES 

Consultado sobre la posibilidad de que este año se repita una temporada seca con la misma intensidad que la registrada en 2024, Xavier Macas, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), señaló que aún es prematuro hacer una proyección precisa. Según explicó, la información técnica se podrá elaborar una vez que se analicen los patrones de lluvia que empiecen a evidenciarse entre finales de junio y julio, meses clave para anticipar el comportamiento climático del segundo semestre.

“Es habitual que entre septiembre y noviembre se presente una fase de estiaje o disminución de precipitaciones, como parte de la estacionalidad climática en el país. Sin embargo, ya desde fines de junio y a lo largo de julio se observan señales graduales de debilitamiento en las condiciones que generan los eventos de lluvia”, indicó Macas.

Así, insistió el experto, la caracterización propiamente dicha del estiaje se tendrá en agosto.

Juan Camilo Escobar
Juan Camilo Escobar
Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador y Magíster en Periodismo Digital por la UDLA. Más de una década de experiencia cubriendo política local para Diario La Hora, también ha cubierto fuentes políticas, económicas y judiciales para Ecuadoradio, Radio Sonorama, Red Informativa Bolívar, Sistema Radial Colón y Corape.

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