El virus que causa el sarampión infecta el tracto respiratorio y se extiende al resto del organismo. La vacunación intensificada ha influido en la reducción de las muertes.
Una publicación en Twitter afirma que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2000 y 2017 la vacuna contra el sarampión evitó unas 21,1 millones de muertes en todo el mundo. La información es cierta. La señala el sitio web de la OMS; y explica que, a nivel mundial, las defunciones por sarampión han descendido un 80%, pasando de 545.000 en el año 2000 a 110.000 en 2017.
Esta organización explica que el sarampión es una enfermedad muy contagiosa y grave, causada por un virus de la familia de los paramixovirus. Antes de que la vacuna se introdujera, en 1963, y se generalizara su uso, cada 2 o 3 años se registraban importantes epidemias de sarampión, que llegaban a ocasionar alrededor de dos millones de muertes anuales.
Unicef recalca que las vacunas constituyen uno de los avances más importantes en materia de salud y de desarrollo a nivel mundial. Además, se enfatiza que, durante más de dos siglos, las vacunas han reducido de manera segura los efectos negativos de enfermedades como la poliomielitis, el sarampión y la viruela. Las vacunas han ayudado a los niños a crecer sanos y salvan más de cinco vidas cada minuto.