La OMS señala que cada componente de una vacuna cumple una finalidad y cada ingrediente se somete a diversas pruebas durante el proceso de fabricación. Además, se verifica la seguridad de todos los ingredientes.
En Facebook se publicó un comunicado que asegura que las vacunas son una mezcla sanitaria de microbios, bacterias y hongos; y que, además, contienen elementos nanotecnológicos que se pretende sean útiles para la robotización de ratas de laboratorios. La información es engañosa, ya que, las vacunas no contienen una mezcla de ponzoña, es decir que no son nocivas para la salud. Y si bien las vacunas contienen antígenos que pueden ser una pequeña parte del organismo causante de la enfermedad sirve para que el cuerpo aprenda a contrarrestar ese organismo sin enfermarse.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que las vacunas contienen fragmentos minúsculos del organismo causante de la enfermedad, o que lleva las instrucciones para hacer esos fragmentos. Además, recalca que cada componente de una vacuna cumple una finalidad específica, y cada ingrediente se somete a diversas pruebas durante el proceso de fabricación. En este proceso se verifica la seguridad de todos los ingredientes.
Según la OMS, las vacunas se componen de antígenos, conservantes, estabilizantes, sustancias tensioactivas, diluyente y coadyuvante. Y son necesarias para la producción de anticuerpos de larga vida y el desarrollo de células de memoria. Así, de esa manera, el cuerpo se prepara para combatir a un organismo específico que pueda causar una enfermedad y recordar el patógeno para combatirlo rápidamente, e incluso en el futuro.
La organización Healthy Children menciona que las vacunas contienen antígenos. Los antígenos hacen que las vacunas funcionen y estimulan en el cuerpo y la generación de la respuesta inmune para proteger contra una infección.
Esta organización explica que los antígenos pueden ser virus vivos atenuados, que son débiles para causar alguna enfermedad, pero que generan una respuesta inmunitaria. También puede ser virus inactivados, es decir que no pueden causar una enfermedad, pero que sirven para proteger. Además, los antígenos pueden ser virus fraccionados que son una parte específica de un virus muerto que generan inmunidad y pueden ser bacterias fraccionadas en la que se toma una parte específica de una bacteria muerta para crear respuesta inmunitaria.
Además, menciona que las vacunas también contienen conservantes que evitan la contaminación con gérmenes; adyuvantes, que ayudan a generar la respuesta inmunitaria; y aditivos, que hacen que la vacuna sea eficaz. Sin embargo, recalcan que cada ingrediente de la vacuna tiene una función específica y son seguros para los seres humanos.