A profundidad
La Hidroeléctrica Coca-Codo debía construirse en un terreno estable, pero no pasó…
agosto 18, 2020

Con recurrencia se menciona la importancia de realizar estudios ambientales antes de empezar actividades extractivas, o de cualquier tipo, en territorios con diversidad biológica. Sin embargo, cabe preguntarse ¿estos estudios son suficientes para prevenir desastres ambientales? ¿Bajo qué perspectiva y cómo se evalúa su funcionalidad? En esta ocasión nos referimos al impacto ambiental de la represa hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.

El pasado 11 de junio, Steve Slaughter del Servicio Geológico de los E.E.U.U. quien trabaja en el monitoreo del Río Coca (provincia de Orellana) aseguró que desde el 2 de febrero, cuando colapsó la cascada San Rafael, el nickpoint (punto de quiebre) de esta afluente se desvío 2.5 km arriba de la caída de agua. Para llegar a esta conclusión el equipo empleó fotografías satelitales, drones y helicópteros.

Slaughter advirtió que la nueva garganta formada por el Río Coca a causa de la erosión se encuentra en tierra suave, esto conlleva la formación de taludes inestables que luego caen en el afluente. Lo anterior hace que los barrancos sean más anchos y pongan en riesgo el oleoducto que atraviesa el afluente. Esta ‘nueva garganta’ es cambiante y se espera modificaciones a futuro. La situación amenaza con destruir las tuberías de los oleoductos cercanos a la zona.  

Esta preocupación se extiende sobre el cantón El Chaco, el lugar donde está construida la represa hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. En noviembre de 2016 se inauguró el proyecto hidroeléctrico, establecido entre las provincias de Napo y Sucumbios (amazonía norte de Ecuador), que aprovecha el caudal del Río Coca.

¿Qué relación tienen la hidroeléctrica y la erosión del río?

Tras lo sucedido en la cascada San Rafael se buscó las razones de la erosión. La sospechosa es la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair que opera en el área afectada desde hace casi cuatro años.

La Escuela Politécnica Nacional (EPN) realizó una investigación sobre la erosión del cauce del Río Coca y la publicó en abril de 2020. El estudio advierte que el “modelo de tasas de erosión antes y después de la construcción de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CHCCS) determinó un aumento del 42% en la tasa de erosión medida en la estación H714Coca en San Rafael, luego de la construcción de la CHCCS”.

Los investigadores anticipan que el fenómeno de “erosión regresiva” continúe a un ritmo acelerado, y solo podría ser detenido si en el lecho del río se encontrase una roca resistente al proceso de erosión (por ejemplo: lava). Sin embargo, la nueva garganta formada por el Río Coca a causa de la erosión está en tierra suave.

La EPN detalló que, según el modelo de tasas de erosión propuesto por el proyecto PIMI 14-09, el fenómeno estaría asociado a la construcción y operación de la CHCCS. La hidroeléctrica sería la causante de un fenómeno conocido como ‘aguas blancas’ o ‘aguas hambrientas’”. Lo anterior implica que cuando un río pierde los sedimentos, el agua aumenta su capacidad erosiva.

“Este fenómeno de erosión regresiva continuará afectando las márgenes del Río Coca, y por tanto toda obra de infraestructura o asentamiento humano cercano podrían ser perturbados en los próximos meses”, advierte la Universidad.

¿La hidroeléctrica cuenta con los permisos ambientales?

El proyecto Coca Codo Sinclair obtuvo los permisos necesarios para la construcción y ejecución, mediante la Resolución No. 214 de 22 de julio de 2009. El Ministerio del Ambiente emitió la Licencia Ambiental para la ejecución del Proyecto de Construcción y Operación de la Vía de Acceso al Embalse Compensador del Proyecto Hidroeléctrico Coca Codo Sinclair, ubicado entre el cantón El Chaco, provincia de Napo; y el cantón Gonzalo Pizarro, provincia de Sucumbíos. 

Pese a que el Gobierno del entonces presidente Rafael Correa aprobó estos estudios ahora existen riesgos debido a una construcción que se levantó en un terreno inestable, de acuerdo a la investigadora y PhD en Geomorfología, Carolina Bernal. La experta mencionó que, con base en su experiencia, las hidroeléctricas se construyen en zonas geológicamente estables, pero Coca Codo se edificó en una zona geológicamente inestable. Las razones:

  • Está ubicada en una parte de la cuenca amazónica influenciada por tres volcanes: Cayambe, Antisana y Reventador. 
  • La zona es proclive a sismos de variada magnitud, como el ocurrido en 1987, que provocó el rompimiento del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE). 
  • También es proclive a deslizamientos de tierra porque existen muchas pendientes.
  • El sector de El Reventador es una de las zonas más húmedas de la cuenca amazónica.

En el Estudio de Impacto Ambiental Definitivo del Proyecto Hidroeléctrico Coca Codo Sinclair, de mayo de 2009, se establece como área de influencia directa del proyecto los territorios de las parroquias Gonzalo Díaz de Pineda, en el cantón el Chaco (Napo); y Reventador y Gonzalo Pizarro, en el cantón Gonzalo Pizarro (Sucumbíos); además de los asentamientos poblacionales de San Rafael, Recinto Las Palmas, Amazonas.

¿Los estudios ambientales pueden prevenir desastres naturales?

Para la conservación del medio ambiente es necesaria la evaluación del impacto y es pertinente abordarlo desde una perspectiva de biodiversidad. De acuerdo al Convenio de Diversidad Biológica de las Naciones Unidas los países deben aplicar políticas para proteger la diversidad biológica en los diferentes niveles: especies endémicas o en peligro; de importancia social, económica, cultural o científica; especies amenazadas.

Según el documento, la diversidad biológica hace referencia a los organismos vivos, los ecosistemas terrestres, marinos y los complejos ecológicos. “Comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas”, los organismos vivos que comparten un hábitat.

Ecuador firmó en 1995 este Convenio que en su artículo 14 determina que cada parte contratante (gobiernos – empresas privadas) deben establecer procedimientos apropiados en los que se exija la evaluación del impacto ambiental de los proyectos que “puedan tener efectos adversos importantes para la diversidad biológica con miras a evitar o reducir al mínimo”.

Sebastian Valdivieso, director del programa Wildlife Conservation Society (WCS Ecuador), el enfoque de biodiversidad  no se incluye en los estudios ambientales, “no tienen esa perspectiva”; aunque su propósito es el equilibrio para el desarrollo sostenible, conservando la biodiversidad y sin poner en riesgo la subsistencia de las comunidades. 

La ley de evaluación ambiental es una norma de exclusiva competencia del Estado en materia de legislación para la protección del medio ambiente. Además los estudios pueden ser levantados por empresas con el fin de preservar el medio ambiente.

The Biodiversity Consultancy (empresa de especialistas en biodiversidad) ha determinado cuatro acciones clave: “evitar”, “minimizar”, “restaurar” y “compensar”. Con esto coincide WCS que, desde 2014, trabaja en Ecuador sobre el concepto de jerarquía de mitigación.

Es la secuencia que se aplica en las diferentes acciones para evitar impactos en la biodiversidad, se emplea al planificar e implementar proyectos de desarrollo. Valdivieso menciona que el trabajo de la WCS busca fortalecer herramientas de gestión técnica, como estudios ambientales para disminuir el impacto, específicamente sobre la biodiversidad, en los proyectos de energía o extracción de recursos naturales.

“Es un proceso progresivo, en que se busca evitar daños; si no se puede evitar, se tiene que minimizar; una vez que los haya minimizado tiene que restaurar; y si ya no puede restaurar más, le queda el impacto residual que ya no puede evitar, minimizar, y restaurar. El cuarto paso es la compensación, no es compensación monetaria [compensación ambiental para remediar] ”, detalló.

A continuación un gráfico que señala esas 4 acciones: 

Las perspectivas de impacto ambiental a través de sus planes pueden ayudar a la gestión sostenible de los recursos vivos y naturales para equilibrar las necesidades de conservación con las prioridades de desarrollo.

WCS trabaja en un área de 50.000km2 denominado paisaje Yanganates Yasuní, el lugar es de una importancia biológica significativa. Desde 2010 evalúa las presiones y amenazas humanas sobre esta área. Es decir, monitorea las actividades productivas, petroleras e infraestructuras viales para saber dónde están ubicadas, cómo funcionan y cuál es su incidencia en un incremento en el riesgo que representan. 

El Director de WCS Ecuador ejemplifica que es posible “establecer una relación entre el incremento de la cacería y las carreteras. El proyecto de implementación de la jerarquía de la mitigación: la pérdida de biodiversidad debido a la cacería comercial y de subsistencia, está correlacionada a la presencia de carreteras”. 

Los estándares internacionales ligados a la jerarquía de mitigación han desarrollado mecanismos para incluir en los sistemas de gestión ambiental de las empresas el enfoque de biodiversidad y servicios a ecosistemas. Así mismo, para el sector petrolero, minero existen guías para incluir la jerarquía de mitigación.   

En ocasiones los estudios de impacto ambiental han sido vistos como un trámite, un requisito para obtener la licencia, pero en realidad son herramientas que podrían ayudar a predecir y reducir el impacto; en otras palabras a tomar decisiones sobre la biodiversidad y la comunidad en general.

Organismos internacionales como la Asociación Internacional para la Evaluación de Impactos (IAIA)  han desarrollado propuestas y directrices para evaluar el impacto ambiental con un enfoque de biodiversidad. El objetivo: la conservación de la riqueza biológica como parte del desarrollo sostenible. De acuerdo a la Asociación los procedimientos de evaluación de impacto ambiental deberían relacionarse con legislaciones nacionales, regionales e internacionales pertinentes, como: reglamentos, directrices y otros.

Por otra  parte, el sector privado también ha dado cuenta de su responsabilidad y por ello en su guía de biodiversidad, desarrollada por el Banco Mundial, señala que una adecuada mitigación o reducción de la biodiversidad debe contemplar:

  1. Evitar los impactos por completo
  2. Reducción de impactos donde sea inevitable
  3. Restauración de hábitats  a su estado original
  4. Reubicación de especies o hábitats afectados
  5. Indemnización por daños residuales e inevitables

La perspectiva de biodiversidad es una necesidad  global, este concepto sigue desapareciendo a medida que los ecosistemas se pierden, y se levantan infraestructuras que ponen en riesgo a las comunidades y al medio ambiente en general.

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