El programa ‘Abrazo de adopción’ que lleva a cabo el MIES ha reflejado cambios, pero muchos casos todavía tardan años. Pese a que sí se registran mejoras, hay factores que alargan los procedimientos y no dependen de las instituciones del Estado.
El tiempo no ha dejado de ser un obstáculo para los padres que quieren adoptar y los niños que quieren ser adoptados. El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) presentó hoy los logros del programa ‘Abrazo de adopción’. Con esta iniciativa, el Gobierno busca mejorar los procedimientos de adopción en función de garantizar este derecho. Desde esta cartera se anunciaron avances, pero ¿cuánto ha cambiado esto en realidad?
El Gobierno, a través del MIES, presentó el 1 de diciembre del año anterior el programa ‘Abrazo de Adopción’. El propósito era mejorar el proceso, sobre todo, con el fin de reducir los lapsos de tiempo que tardaban anteriormente muchos casos. El Ministerio se propuso reducir los tiempos administrativos para la adopción hasta 9 meses, emulando el lapso de gestación, formación y nacimiento de un hijo en el vientre de su madre.
Desde el Hogar María Campi De Yoder, el ministro de esta cartera, Esteban Bernal, anunció hoy que, en la actualidad, en promedio un caso de adopción dura 267 días, cerca de 9 meses. Esto difiere —según el ministro— de los largos periodos que tomaban los procesos anteriormente, cuando en ocasiones llegaban a tres años e incluso uno habría llegado a siete años.
Marco Chicaiza, vicepresidente de la Fundación Padres de Corazón en Acción, nombrado hoy como embajador de adopción por Bernal, aseguró que los procesos de adopción sí han mejorado, gracias al trabajo colaborativo que se ha hecho con el MIES. Esto, según Chicaiza, ha permitido disminuir el tiempo.
La periodista ecuatoriana Johanna Cañizares también fue designada como embajadora de adopción por el Mies, por su trabajo de difusión relacionado con la adopción.
En su intervención, Cañizares expresó que la adopción no sólo debe ser una opción para las familias que no pueden tener hijos, sino una decisión de amor para una familia biológica que puede tener hijos.
Por su parte, Estefania Jurado, subsecretaría de Protección Especial, declaró que las acciones que han emprendido durante el último año y medio han contribuido a que los niños y padres puedan cumplir su proceso de preparación en nueve meses.
Bernal también reveló que pasaron de 4 a 16 convenios con organismos internacionales para la adopción en países como Bélgica, Estados Unidos, España, Francia e Italia.
El Ministro aseguró que desde la institución se flexibilizaron los horarios del programa de formación continua a las familias interesadas y contrataron a 26 profesionales para mejorar la gestión de procesos en articulación en el territorio.
El MIES dio a conocer que, desde mayo del año anterior hasta la fecha, se han realizado 131 adopciones (126 nacionales y 5 internacionales). Esta cartera de Estado detalló que hoy en día 166 niños y adolecentes se encuentran en el Comité de Asignación Familiar y 251 en casas de acogida con declaratoria de adoptabilidad
¿Existe una mejora?
El porcentaje de niños o adolescentes que han recibido su declaratoria de adoptabilidad no ha sufrido muchos cambios, pues las cifras de junio de este año son similares a las actuales. Sin embargo, donde sí se ha evidenciado una mejoría es en el número de adopciones. Desde el inicio de la actual administración se habían concretado 87 adopciones hasta junio pasado, mientras que hasta la actualidad existen 131, lo que quiere decir que en los últimos 4 meses se han completado 44 nuevas adopciones.
Según el abogado Ferny Mero, especialista en derecho familiar, la apuesta del Gobierno por reducir los tiempos en los procesos de adopción es acertada. Sin embargo, Mero aclara que, en su experiencia profesional, no ha experimentado avances en este tema, pues muchos casos se siguen tardando entre tres y cuatro años.
Si bien se han notado cambios en algunos aspectos puntuales, el camino por recorrer aún es muy largo, pues precisamente el Ministro de Inclusión reconoce que hay pausas que se originan en el proceso que no dependen de los funcionarios o del MIES; por ejemplo, cuando los padres o los niños requieren un proceso psicológico de preparación que puede tardar —según el Bernal— entre dos y seis meses, lo que alarga aún más el proceso.
Por su parte, aunque Mero considera que es necesario agilitar los procesos de adopción, el abogado opina que no sería recomendable que el tiempo estándar sea de nueve meses, debido a que existe la probabilidad de que el niño y sus padres no hayan completado su proceso de adaptación, lo que acarrearía problemas a ambas partes. Mero cree que el tiempo adecuado debería estar entre uno y dos años.
En la presentación de los resultados, Bernal informó que lleva en el registro dos casos exitosos, uno en Ambato y el segundo en Santo Domingo, donde se cumplió el tiempo que ellos se propusieron. Lo cierto es que, como lo ha detallado el mismo Ministro, algunos casos sí pueden llegar a tardar menos de nueve meses, pero estamos lejos de que esa sea la realidad para todas las personas interesadas en adoptar o ser adoptadas, pues en muchas ocasiones es necesario que transcurra cierto periodo para que las familias y los niños estén preparados.
Finalmente, el abogado hace hincapié en la responsabilidad con la que deberían actuar los organismos estatales que guían los procesos de adopción, pues considera que así se define la familia y el futuro de un niño.
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