Durante la campaña por la Consulta Popular 2025, la conversación pública en la red X (antes Twitter) no se organiza solo en torno a propuestas o argumentos técnicos, sino sobre todo en torno a emociones. El miedo, la esperanza, la indignación o el orgullo funcionan como catalizadores del debate y determinan qué mensajes ganan visibilidad. Este análisis examina, sin juicios políticos, cómo se manifiestan esas emociones y qué implicaciones tienen para la integridad de la información en un contexto electoral.
¿Por qué las campañas apelan a la emoción?
En contextos de alta polarización, las emociones pueden impulsar tanto la participación cívica como la circulación de mensajes engañosos. Analizar su papel permite entender cómo se configuran los entornos informativos.
Durante las campañas electorales, la atención del público rara vez se moviliza por argumentos técnicos o cifras. Las ciencias cognitivas han demostrado que el cerebro tiende a procesar primero los estímulos emocionales antes que los racionales, porque estos activan respuestas automáticas de identificación o rechazo.
Esto no implica irracionalidad, sino una respuesta adaptativa que los estrategas políticos aprovechan.
Los equipos de campaña, actores políticos y usuarios con influencia en redes utilizan esta dinámica para ampliar el alcance de sus mensajes. Esta práctica se relaciona con sesgos cognitivos frecuentes, entre ellos:
- Sesgo de confirmación: se comparte más lo que coincide con las creencias previas.
- Sesgo de disponibilidad: se percibe como más importante lo que se repite con frecuencia.
- Sesgo del miedo: el contenido que genera temor o amenaza produce más interacción que los mensajes neutros.
Por ello, los contenidos que provocan miedo, esperanza o indignación circulan más rápido que aquellos que explican una pregunta de la consulta o un texto legal.
La integridad de la información implica precisamente lo contrario: que los mensajes públicos mantengan contexto, veracidad y proporcionalidad, sin depender únicamente de la emoción para persuadir.
Las emociones que dominan el debate (1–4 de noviembre)
De 1.247 publicaciones con más de 100 interacciones, se identificaron cuatro emociones predominantes: esperanza, miedo, indignación y orgullo identitario.
| Emoción | Cómo se expresa | Narrativas en ambos bloques | Presencia estimada |
| ESPERANZA (38%) | Mensajes de cambio, orden y recuperación. | SÍ: “Ecuador sin narcos ni corrupción.” / NO: “Aún podemos corregir el rumbo.” | Presente en ambos discursos. |
| MIEDO (29%) | Advertencias sobre consecuencias negativas. | SÍ: “Sin el SÍ vuelve el caos.” / NO: “Con el SÍ entregamos soberanía.” | Compartida: temor al pasado (SÍ) y al futuro (NO). |
| INDIGNACIÓN (19%) | Rechazo a la clase política o al poder. | SÍ: “Los mismos bloquean el cambio.” / NO: “Nos manipulan otra vez.” | Alta en mensajes antipolítica. |
| ORGULLO IDENTITARIO (14%) | Defensa de símbolos culturales o territoriales. | “Nuestra tierra no se vende.” | Fuerte en movimientos sociales. |
Ambas opciones emplean el miedo como herramienta, aunque enfocada en amenazas distintas.
Las emociones funcionan como atajos cognitivos que simplifican debates complejos y reducen la discusión a oposiciones morales o identitarias.
¿Cómo evoluciona la conversación?
- 1 nov: 180 publicaciones virales (inicio lento).
- 2 nov: 420 (+133 %).
- 3 nov: 580 (pico).
- 4 nov (hasta mediodía): 210 publicaciones, con una media de 90 por hora.
El aumento coincide con eventos visibles —discursos, caravanas o visitas oficiales— y con piezas audiovisuales con alto componente emocional.
Los mensajes informativos sin carga afectiva registran menor alcance.
Los temas más virales y sus narrativas
| Pregunta | Tema | % del debate | Narrativa dominante (SÍ / NO) | Emoción asociada |
| 1 | Presencia de fuerzas extranjeras | 42 % | SÍ: cooperación en seguridad / NO: amenaza a la soberanía | Miedo ↔ Esperanza |
| 4 | Asamblea Constituyente | 31 % | SÍ: cerrar el ciclo de Montecristi / NO: concentración de poder | Indignación ↔ Esperanza |
| 3 | Reducción de asambleístas | 15 % | SÍ: eficiencia y ahorro / NO: menor representación | Esperanza ↔ Desconfianza |
| 2 | Financiamiento a partidos | 12 % | SÍ: redirigir fondos públicos / NO: limitar participación política | Indignación ↔ Expectativa |
En ambos casos, el componente emocional amplifica el alcance más que los argumentos técnicos.
La correlación entre emoción y narrativa no implica causalidad, sino coincidencia en la forma de enmarcar los temas más comentados.
Nota metodológica
Este análisis fue realizado a partir de una búsqueda avanzada en X entre el 1 y el 4 de noviembre de 2025 (hora Ecuador).
Se consideraron publicaciones con más de 100 interacciones (me gusta, reposts o respuestas) que incluyeran términos relacionados con la consulta.
La clasificación emocional se elaboró combinando observación humana y apoyo de una herramienta de análisis automático (modelo Grok), revisada manualmente para garantizar consistencia.
Los resultados describen tendencias discursivas y no reflejan intención de voto ni representatividad estadística.
¿Por qué importa?
Comprender el papel de las emociones en la comunicación política ayuda a fortalecer el pensamiento crítico y a detectar cuándo la apelación afectiva se utiliza para desinformar o polarizar.
La integridad de la información requiere distinguir entre emoción legítima y manipulación emocional que distorsione el debate público.
En tres líneas
- Las campañas digitales apelan más a sentir que a razonar.
- El miedo y la esperanza dominan por igual, pero con sentidos opuestos.
- La integridad informativa exige separar emoción de manipulación.
