Las redes de la desinformación han atacado en estos días, afilando sus estrategias para hacerte caer en la trampa del engaño. ¿Cómo evitarlo? ¡Duda! Siempre duda y, cuando veas un post, pregúntate: ¿Es fiable? ¿Aporta alguna evidencia?
En nueve días de conflicto armado interno, los ecuatorianos han palpado más de cerca la crisis de seguridad que sufre el país. El presidente, Daniel Noboa, ordenó a las FF.AA. que realizaran operaciones militares para neutralizar a 22 grupos delictivos, que fueron catalogados como terroristas.
Y, como suele suceder cada vez que hay una crisis social, la desinformación también se ha hecho presente. Los desinformadores recurren a crear discursos para mantener la zozobra y reducir la capacidad de identificar lo cierto de lo falso.
Entre las principales técnicas que están utilizando las redes de la desinformación en esta crisis nacional se encuentran:
- Manipular publicaciones de figuras políticas
- Usar discursos para descontextualizar información
- Mentir sobre supuestas muertes de delincuentes fugados
- Falsas capturas de delincuentes
- Fotos editadas
Pero, ¿por qué un momento tan sensible atrae tanto a la desinformación? María G. Dionis, redactora en el medio de verificación español Newtral.es, asegura que las emergencias —ya sea una pandemia, una crisis política o el actual conflicto armado interno— son tierra fértil para la desinformación, por toda la incertidumbre que les rodea. “La gente tiene miedo y busca respuestas, por lo que es más vulnerable a creer cualquier cosa que vean en redes y a compartirlo para proteger a sus seres queridos”, aseguró.
Con eso concuerda Carlos Hernández, miembro de la redacción de la Maldita.es, medio especializado en fact-checking. Él asegura que, cuando la gente está prestando atención a un tema, hay otra que publica desinformación sobre lo mismo “para generar ‘clicks’, monetizar en redes, llevar usuarios a sus webs con publicidad… o, a veces, simplemente por contribuir a generar el pánico y la confusión”.
“Lo vemos en casi todas las crisis: desinformación interesada, pero también mucha gente que simplemente busca crear contenidos virales publicando vídeos o imágenes espectaculares que no son de ese momento o de ese lugar”, menciona Hernández.
En este punto es importante mencionar que las emociones juegan un rol muy importante para los desinformadores y, al consultar a Valentín Díaz, periodista y fact-checker de la agencia AFP, asegura que las emociones son un catalizador de la desinformación.
“Cuando uno recibe una noticia fuerte de lo que pasa en el país, de una u otra manera entras en ansiedad. Entonces, en un ambiente así, la información abunda y con esa misma fuerza la desinformación también. Por eso siempre hay que estar alertas, porque en estos eventos de gran magnitud, se cola información que no siempre es válida ni certera”, afirma Díaz.
Identificar qué es cierto y qué no: “Es difícil, pero no imposible”
Por citar ejemplos, entre estos días ha circulado mucha desinformación sobre el Adolfo Macías, alias ‘Fito’, líder mafioso que escapó de prisión la semana pasada. En estos días, los desinformadores ‘lo han matado’ más de 3 veces, en distintos escenarios y también usan el discurso que ya le encontraron. En realidad, ‘Fito’ sigue en calidad de prófugo.
Revisa la verificación completa en el siguiente enlace: (https://ecuadorchequea.com/alias-fito-es-buscado-por-las-autoridades/ )
Usar discursos y descontextualizar frases y publicaciones de figuras públicas es otra de las estrategias para el trabajo sucio. Se ha tergiversado o incluso inventado falsas declaraciones de asambleístas y otros funcionarios públicos.
Revisa la verificación completa en el siguiente enlace:
(https://ecuadorchequea.com/la-publicacion-esta-manipulada)
Aunque parece complicado identificar los contenidos falsos, porque suelen ser muy “parecidos” gráficamente a los reales, siempre hay detalles que los desinformadores no pueden cuidar.
Dionis dice que en algunos casos se pueden utilizar herramientas sencillas, como la búsqueda inversa de imágenes de Google, para saber si una foto o un video es actual y pertenece al contexto con el que se comparte o no. Pero el paso principal es detenerse antes de creer algo y acudir a verificadores independientes, para ver si lo han chequeado.
Para no caer en la trampa de esta red, hay que hacer una pequeña ‘investigación’; así llama Hernández, a los pasos a seguir para ver si una publicación es real o no.
“Si es un video o una imagen, buscar si ya circulaba antes de que ocurrieran los hechos (en este caso el conflicto armado interno) o si corresponde al lugar que dice ser (geolocalización, testimonios locales…). Sólo con eso ya hay muchas cosas que se comprueban falsas”, asegura el periodista.
Díaz agrega que es preferible mirar los noticieros, seguir a medios de comunicación y darle importancia a esta información. “Un buen tip es ver quién envía el mensaje, ser detallista. Si la cuenta es nueva y sólo ha compartido cosas que no están en otros medios, desconfíen de esas personas. Hay que identificar qué elementos lleva a una persona a llegar a una conclusión, si no hay detalles desconfía”, asegura.
Escepticismo antes que difundir el pánico
Muchas veces compartimos la desinformación porque buscamos avisar y, así, proteger a seres queridos; sin embargo, si nos dejamos ganar por el pánico y la adrenalina del momento, podemos conseguir el efecto contrario y crear una alarma falsa.
Los tres periodistas concluyen que, ante esta crisis, hay que ser cauto y no compartir lo primero que llega al celular. Antes de hacerlo, hay que fijarse en la fuente que publica la información: ¿La conozco? ¿Es fiable? ¿Aporta algún tipo de evidencia?
También tener espíritu crítico, pensar y analizar antes de mandar cualquier información a un familiar o amigo. Si no estás seguro de que algo es verdad, es mejor que no lo compartas.
No es la primera vez que la desinformación toma fuerza
En la temporada electoral que vivieron los ecuatorianos el año pasado, los desinformadores también hicieron de las suyas. Tanto, que casi el 90% de los contenidos que verificó Ecuador Chequea en redes sociales fue desinformación, entre publicaciones falsas, engañosas o imprecisas.
La situación que ha vivido el país, tras la muerte cruzada, la escalada de inseguridad y violencia que desencadenó el asesinato al excandidato presidencial Fernando Villavicencio, también fue usada en esa campaña electoral para generar distintos tipos de contenidos desinformativos.
Una guía para no caer en la trampa
Fundación Gabo detalla algunas claves para analizar contenidos, entre ellos están:
- Contrastar la fuente: una imagen masiva se corrobora a través de fuentes directas o por medio de aplicaciones, cualquiera que tenga georreferencia.
- Verificar lo verificado: recuerda que no importa que sea una información que haya compartido un medio de comunicación serio, cualquiera puede incurrir en un error. Verificar ayuda a minimizar los errores.
- Buscar el origen de las imágenes: Google Imágenes permite encontrar de dónde proviene la imagen.
Ser más inteligente que la inteligencia artificial: usarla siempre no es la mejor opción, hay que tener precaución con el uso excesivo del mismo.
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