La afirmación de la candidata está sustentada en la estadística oficial y es correcta. Sin embargo, incluimos el análisis de un experto que asegura que la presencia o no de la Base de Manta no influye directamente en la tasa de homicidios, sino otros factores.
En su cuenta de Twitter, la candidata presidencial por el correísmo, Luisa González, escribió: “Con la Base de Manta, Ecuador tenía una tasa de 17 homicidios por cada 100.000 habitantes. Durante el Gobierno de la Revolución Ciudadana conseguimos bajarla a 5 por cada 100.000 ciudadanos”. El tuit está acompañado de un video en el que la política hace esa misma afirmación durante una entrevista. Calificamos esta afirmación como cierta porque, según las cifras oficiales de la propia Policía y el Ministerio del Interior, la variación de la tasa sí se dio como lo dice González. Sin embargo, incluimos el análisis de un experto en seguridad quien, desde la Academia, asegura que la presencia o no de la Base de Manta no influye en la tasa de homicidios. Le contamos más en esta nota.
La Base de Manta, con funcionarios y militares estadounidenses, estuvo en Ecuador desde 1999 hasta el 2009. Para esta verificación indagamos en las cifras oficiales del Ministerio del Interior y, según su registro, lo dicho por la candidata está sustentado.
Los datos del Ministerio del Interior indican que en ese lapso de tiempo —1999 a 2009— la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes varió entre 16,6 y 14,8 por cada 100.000 habitantes, aunque hubo un alza en el 2005, cuando llegó a 17,6.
Después del 2009, la tasa de homicidios bajó, hasta registrarse, en el 2017, en 5,8 homicidios por cada 100 mil habitantes, ya en la transición entre los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno. 
Actualmente, según datos del Ministerio del Interior, de enero a junio del 2023, se han dado 3.599 muertes violentas, lo que representa una tasa de homicidios de 20,22, por cada 100.000 habitantes.
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Según los datos del Gobierno y plasmados en la prensa nacional, el 89% de los asesinatos están relacionados con la violencia criminal: narcotráfico, ajustes de cuentas, sicariatos y asaltos, mientras que el 11% restante se atribuye a riñas, femicidios, deudas y peleas callejeras.
Para la organización no gubernamental Insight Crime, Ecuador en este momento es el segundo país más violento de Sudamérica en términos de tasa de homicidios, ubicándose sólo por detrás de Venezuela, que registró una tasa del 40% al finalizar el 2022.
Conversamos con el equipo de comunicación de la candidata González para conocer cuáles fueron sus fuentes de consulta para exponer estas cifras y nos indicaron que son datos entregados por el Banco Mundial, el Ministerio del Interior y el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC).
Contexto histórico
En 1999, durante el Gobierno del expresidente Jamil Mahuad, Ecuador y Estados Unidos suscribieron el acuerdo de cooperación concerniente al ‘Acceso y uso de Estados Unidos, de las instalaciones en la Base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en Manta para actividades aéreas antinarcóticos’. El documento fue firmado el 12 de noviembre de 1999 entre el entonces canciller ecuatoriano, Benjamín Ortiz Brennan, y Richard Brown, negociador especial para asuntos del hemisferio occidental del país norteamericano. En el 2009, por pedido del expresidente Correa, los militares estadounidenses dejaron la Base de Manta.
Análisis
Sin embargo, para Fernando Carrión, catedrático de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y experto en seguridad, el aumento o la disminución de homicidios en Ecuador no tiene relación con la salida de la Base de Manta. Señala que al nombrar la presencia de esta base la candidata cae en un discurso político y recuerda que la violencia en el país aumentó desde 1980 hasta el 2009. Y asegura que la caída de estos índices a partir del 2010 se dio por otras causas: se crearon marcos institucionales con varios ministerios, se incorporó inversión pública, se aprobó el nuevo Código Integral Penal y el país tuvo más ingresos económicos. “Todos estos factores hacen que la tasa de muertes violentas por 100 mil habitantes disminuya, pero no hay un vínculo con la Base de Manta”, insiste Carrión.
En su análisis agrega que, en el 2018, esta situación cambió (y volvieron a subir los índices) porque se eliminó todo el marco institucional y se contrajo el presupuesto del Estado. Y el problema se agudizó cuando llegó la pandemia del covid. Carrión recuerda que la base militar estadounidense ubicada en Manta se trasladó a Colombia y, por eso, el vecino país tiene ahora siete bases militares.
Según cuentan los registros de prensa, en su momento se informó que la función del Puesto de Operaciones Avanzadas (FOL, por sus siglas en inglés) de Manta sería detectar, controlar y rastrear aeronaves que realizaran actividades ilegales vinculadas al narcotráfico. El expresidente Correa se negó a firmar el acuerdo por 10 años más porque en un comunicado oficial se dijo que Ecuador debía recuperar su soberanía y eso significaba tener bajo su mando todo el territorio.
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