Aunque se aprobó el cambio del orden del día para debatir ese tema, al finalizar la jornada la sesión se suspendió.
El pleno de la Asamblea dejó pendiente el debate de un proyecto de resolución para pronunciarse sobre el espectáculo drag que el 29 de noviembre se realizó en la capilla del Museo de la Ciudad, autorizado por el Municipio de Quito.
La presentación de la obra “Aristócratas: Crónicas de una marica incómoda”, inspirada en el trabajo del escritor chileno Pedro Lemebel y realizada por el colectivo Up Zurdas, generó controversia en la capital.
La polémica se trasladó al Pleno de la Asamblea. Andrés Castillo, asambleísta del oficialismo mocionó el cambio del orden del día de la sesión de este día con el objetivo de debatir un proyecto de resolución en el que se exhorte al Municipio a respetar las tradiciones y espacios culturales y públicos de la capital.
Castillo argumentó que el Municipio permitió que un grupo de “gays, homosexuales, drag queens y otro tipo de ciudadanos de ese grupo que, bailaban en tanga en lo que era la capilla del antiguo hospital San Juan de Dios».
Para el legislador se trata de una obra que atenta contra la creencia de los ecuatorianos, por lo que se debía respetar la fe de la ciudadanía y no realizarse en un sitio “sagrado”. Por eso, pidió que la Asamblea se pronuncie exhortando al Municipio para que si quiere realizar manifestaciones culturales, estas no pueden ser divisionistas y atentatorias a la unidad de los ecuatorianos.
Su moción tuvo el respaldo de 78 legisladores, 59 votaron en contra y nueve se abstuvieron. Sin embargo, la sesión del Pleno se suspendió sin llegar a tratar este punto añadido al orden del día.
Las reflexiones
El asambleísta del correísmo Franklin Samaniego, uno de los que votó en contra de la moción de Castillo, argumentó que las posiciones externas son complicadas. Para el legislador es necesario que Quito y el Ecuador generen espacios para que se puedan presentar estos temas. “Siendo un país donde las diversidades tienen su espacio, el respeto y la garantía hacia ellos debe ser elementos de aplicación”, dijo Samaniego.
Recordó que no existe una prohibición legal para realizar estos espectáculos, ni siquiera en la capilla del Museo de la Ciudad ya que el Municipio informó que la misma estaba “desacralizada”, pero que el debate social se genera desde lo subjetivo y desde las posiciones de los diferentes sectores. “Los extremos son complicados, pero las autoridades deben abrir su mente y la gestión para poder incluir a todas las diversidades que conforman el Estado”, indicó el legislador.
Por su parte el asambleísta independiente Juan Gonzaga dijo que la Constitución garantiza los derechos de las diversidades y se debe respetar sus opiniones y manifestaciones culturales aplicando un verdadero ejercicio de tolerancia y respeto. “Lo otro es una cuestión de forma: dónde lo hacen, porqué lo hacen y cómo lo hacen”, dijo Gonzaga. Para el legislador, es un tema que no debería ser parte del debate legislativo ya que existen otras prioridades y que es el Concejo Metropolitano el que tiene la competencia natural para pronunciarse.
La posición del Municipio
Tras la polémica desatada, el Museo de la Ciudad explicó a través de un comunicado que la capilla del Museo de la Ciudadanía fue desacralizada hace 27 años y que desde entonces funciona únicamente como espacio cultural.
Esto no impidió que el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, ofreciera disculpas por las molestias generadas en el ambiente católico y aseguró que en su gestión se mantiene un respeto absoluto hacia todas las diversidades, incluida la religiosa.
