El Presidente confirmó que Ecuador deja sin efecto 200 restricciones referentes a la pandemia. La más simbólica es la eliminación de la obligatoriedad de usar mascarillas en todo el país. ¿Qué nos deja este implemento que fue parte de nuestras vidas?
Desde aquellos últimos 5 días de diciembre de 2019, con la presencia del Covid-19 en China y su rápida dispersión por el mundo, una indumentaria se hizo global más rápido que cualquier moda. Fue el uso de la mascarilla. Tras dos años, hoy Ecuador eliminó el uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos y cerrados en todo el país. Esta es la más simbólica de las 200 restricciones que se eliminan con la última resolución del COE Nacional.
«A guardar las mascarillas», dijo hoy el presidente, Guillermo Lasso, desde los exteriores del ECU-911, en Quito, tras hacer el anuncio y de pedir a todos los presentes que se las quitaran, como un acto simbólico.
Lasso aseguró que esta “buena noticia” es posible gracias al proceso de vacunación. «Las restricciones sanitarias están prácticamente eliminadas con esta resolución del ECU-911, podemos tener una vida normal, una vida tranquila, volver a ver nuestra sonrisa», declaró.
Antes habían hablado la ministra de Salud, Ximena Garzón, y el director del COE Nacional, Juan Zapata. Ambos, con discurso que desbordaban optimismo y hasta festejo. «Nuestro país tiene controlada la pandemia», dijo Garzón, aunque aclaró enseguida que esa pandemia aún no ha terminado.
El símbolo que nos quitamos del rostro
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que, una vez que la tasa de positividad sea menor al 5%, se podrán tomar medidas de relajación, como dejar de utilizar mascarillas. Las autoridades sanitarias ecuatorianas informaron que los análisis en laboratorios demuestran que en estas semanas ya hay una tasa de positividad menor al 4%.
La mascarilla fue una indumentaria que se hizo no sólo necesaria para evitar un posible contagio con el temido virus, sino de uso obligatorio, hasta tal punto que fue causal de multa económica si no se portaba una en la calle. Además, pasó a formar parte del outfit de todas las caras del mundo, indistintamente de la persona, de los atuendos y de las tradiciones. Hasta la Mona Lisa lució su mascarilla.
Esa nueva condición mundial que hoy tratamos de abandonar, también dio para el negocio y tan sólo en 2020, China exportó 220.000 millones de mascarillas, el grupo 3M vendió 2 mil millones de mascarillas, muchas empresas cambiaron su rubro de producción para hacer mascarillas. Y este auge hizo incluso que muchas pasaran de cubrirse la boca y la nariz por un dólar o menos, a lucir las marcas más prestigiosas, como Gucci, Luis Vuitón, Nike o Adidas, a precios de USD 150 dólares por cada mascarilla.
¿Qué países han dejado de lado el uso obligatorio de la mascarilla?
Reino Unido dio el primer paso para dejar atrás el uso de la mascarilla y, paulatinamente, otros países europeos, como Francia, Alemania, Países Bajos, Dinamarca, Bélgica, Irlanda, Hungría, Rumania, Luxemburgo, Croacia, Estonia, República Checa, Eslovenia, Austria, Lituania, España y Polonia también eliminaron su uso obligatorio en lugares cerrados.
En América del Sur, Brasil en 10 de sus estados no aplica la obligatoriedad. Sao Paulo fue uno de los últimos en apegarse a esta decisión; mientras Perú anunció este 20 de abril que ha decidido levantar el uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos de las zonas del país en las que un 80% de los pobladores haya recibido tres dosis de las vacunas contra la covid-19.
En Colombia se eliminó la obligatoriedad del uso de las mascarillas en lugares cerrados.
En México, Argentina, Chile, Uruguay y Costa Rica es permitido quitarse la mascarilla en espacios abiertos, con la restricción de su uso en transportes públicos.
Paraguay y Bolivia aún no dan el paso.
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