El gremio de la construcción reporta un 49% menos de proyectos en el primer semestre de este año, en comparación a similar período del año anterior. Los empleos relacionados con el sector han bajado de 550.000 a 400.000 en 9 años. ¿Cómo darle un impulso al sector?
Estancamiento y paralización fueron las palabras con las que hoy describieron la situación actual del sector fuentes del gremio de la construcción consultadas por Ecuador Chequea. Además, citaron el informe más reciente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), que señala una caída del 49% en los proyectos de construcción durante el primer semestre de este año, en comparación con el mismo período del año pasado.
Felipe Puente, empresario quiteño y gerente de la constructora Cima, lamentó que «el primer semestre ha estado muy bajo en general para todo el sector de la construcción; los proyectos en ejecución se han reducido ostensiblemente en comparación con el año anterior, que tampoco fue bueno. Pero hoy hay menos actividad».
“La construcción es uno de los sectores más sensibles de la economía, en donde más se nota la falta de confianza que se necesita para nuevas inversiones. Con el actual ambiente de incertidumbre los políticos no han garantizado en nada que el Estado cumpla con seriedad su papel de estímulo a la construcción”, comentó este constructor quiteño.
Los informes más recientes del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), disponibles este 23 de agosto, pero actualizados al primer trimestre del año, reflejan una situación similar. Entre enero y marzo de 2024, los constructores recibieron 421 millones de dólares en financiamiento, lo que equivale al 64% de los 658 millones recibidos en 2023 y al 54% de los 768 millones recibidos en 2022.
Las fuentes consultadas del gremio expresan su preocupación al ver cómo el sector enfrenta una constante disminución en los puestos de trabajo: de los 550.000 empleos que generaba en 2015, hoy quedan 400.000. Agregan, con preocupación, que esta tendencia a la baja se mantiene y refleja la pérdida de proyectos y el impacto directo en miles de familias que dependen de esta industria para su sustento diario.
¿Soluciones?
Para revertir esta tendencia a la baja en los proyectos y las actividades del sector de la construcción, no hay soluciones inmediatas, sino que se requiere una estrategia a mediano y largo plazo. Estas soluciones dependen básicamente de tres factores, según los expertos consultados.
El primero es la implementación de políticas de Estado que los distintos gobiernos puedan aplicar de manera independiente de sus visiones políticas, con el fin de fomentar empleos más estables y facilitar el acceso a créditos hipotecarios. El segundo factor es una mayor inversión en obra pública. El tercero son beneficios tributarios reales, ya que medidas como la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a sólo 18 de los más de 3.000 artículos de producción no han aportado significativamente a los constructores.
En este sentido, el constructor Felipe Puente calificó de mínimo el apoyo que ha representado esta reducción parcial del IVA frente a la gran cantidad de materias pendientes que tiene el Estado para estimular las inversiones en la construcción, en especial mediante proyectos de obras públicas.
“Ha sido mínima la ayuda que ha aportado este beneficio, con una relativa ventaja para el desarrollo de proyectos. De todas maneras los constructores somos optimistas por una reactivación si el Estado no garantiza un ambiente favorable para nuevas inversiones”, acotó.
Lo que viene: expectativas escasas
El Banco Central informó que el Índice de Expectativas de la Economía (IEE) para el sector de la construcción cayó en junio, reflejando un pesimismo generalizado entre los empresarios del sector. El índice se ubicó en 43,7 puntos, por debajo de los 48,3 puntos registrados en mayo.
El IEE, que mide la percepción de los directivos de empresas en los sectores de construcción, comercio, manufactura y servicios, proporciona una visión de la situación económica actual y las expectativas para los próximos meses.
A pesar de la caída en el índice de junio, las expectativas para julio son más optimistas. Según la encuesta del BCE, el 72% de los empresarios constructores prevé que su situación económica se mantendrá sin cambios, mientras que el 22% anticipa una mejora. Sólo el 7% espera un deterioro en su situación.
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Las cifras de permisos de construcción también reflejan el estancamiento constructor
Los permisos de construcción en las 15 ciudades más grandes de Ecuador mostraron una caída general en el primer trimestre de 2024 en comparación con el mismo período de los últimos tres años, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Trimestres / Cantones | Ambato | Cuenca | Daule | Durán | Guayaquil | Ibarra | La Libertad | Loja | Machala | Manta | Portoviejo | Quito | Riobamba | Samborondón | Santo Domingo |
2021-I | 322 | 213 | 484 | 68 | 392 | 186 | 93 | 341 | 201 | 124 | 151 | 305 | 98 | 80 | 214 |
2022-I | 297 | 211 | 466 | 142 | 981 | 142 | 58 | 307 | 142 | 202 | 49 | 477 | 138 | 67 | 206 |
2023-I | 249 | 182 | 551 | 92 | 853 | 154 | 50 | 261 | 80 | 81 | 98 | 410 | 132 | 46 | 259 |
2024-I | 317 | 278 | 213 | 28 | 823 | 112 | 29 | 229 | 64 | 60 | 103 | 0 | 39 | 42 | 135 |
Quito registró una dramática disminución en los permisos de construcción, pasando de 410 en el primer trimestre de 2023 a cero en 2024, lo que representa una caída del 100%. Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador, también experimentó una disminución del 3,5%, pasando de 853 permisos en el primer trimestre de 2023 a 823 en el mismo período de 2024.
En el centro del país, Ambato vio un aumento del 27,3% en los permisos de construcción, de 249 en el primer trimestre de 2023 a 317 en 2024, marcando una recuperación luego de tres años de caídas consecutivas. Cuenca también mostró un repunte significativo del 52,7%, con un aumento a 278 permisos desde los 182 registrados en 2023.
Sin embargo, otras ciudades experimentaron caídas más pronunciadas. Daule, una ciudad clave en la región costera, vio reducirse sus permisos en un 61,3%, de 551 en 2023 a 213 en 2024, mientras que Durán experimentó una caída del 69,6%, pasando de 92 a sólo 28 en el mismo período.
Ibarra experimentó una caída del 27,3%, pasando de 154 a 112 permisos, mientras que La Libertad registró una disminución del 42%, de 50 a 29 permisos. Machala y Manta también vieron caídas de 20% y 25,9% respectivamente, mientras que Portoviejo aumentó un 5,1%, de 98 a 103 permisos en el mismo periodo.
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