Los dos Gobiernos mantienen cuestionamientos mutuos, luego de la recaptura de Jorge Glas, requerido por la Justicia local, en la Embajada de México. A nivel local, el correísmo se atrinchera en la Asamblea; la OEA analizará el tema en dos sesiones.
Han pasado tres días desde que la Policía ecuatoriana capturó al exvicepresidente Jorge Glas en el interior de la Embajada de México en Quito y la confrontación política entre los presidentes Daniel Noboa (Ecuador) y Andrés Manuel López Obrador (México), así como la de sus cancilleres, se mantiene.
Glas, con sentencias ejecutoriadas por corrupción que no ha terminado de cumplir, y con orden de prisión preventiva no ejecutada, permanecía en la Embajada de ese país desde el 17 de diciembre de 2023 para evadir la acción de la Justicia, con el argumento de que era un perseguido político.
El viernes se conoció que México —país donde ya residen otros altos integrantes del correísmo, como Gabriela Rivadeneira y Ricardo Patiño— le había concedido el asilo político y esperaba sólo el salvoconducto para su traslado. Sin embargo, en un fuerte operativo, grupos de élite de la Policía ingresaron a la Embajada, lo capturaron y luego fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Guayaquil, conocida como ‘La Roca’, lo que generó una crisis diplomática, al punto que México rompió relaciones diplomáticas con nuestro país.
Hoy, durante un evento para impulsar el empleo juvenil, Noboa, además de promocionar su consulta popular del 21 de abril, dijo que la utopía del Gobierno que debe convertirse en realidad es lograr un Ecuador sin impunidad. “Que todo delincuente sentenciado cumpla su pena en la cárcel, cueste lo que cueste”, manifestó. Argumentó que las Fuerzas Armadas y la Policía vienen trabajando en conjunto para combatir al crimen organizado y al narco terrorismo ya que “la dignidad y la Justicia vienen antes que cualquier cosa”. “Ese narcoterrorismo ha querido agrietar a nuestra sociedad, ha querido romperla, dividirla. Por eso, contaminó la Justicia y a algunos políticos delincuentes”, dijo el Primer Mandatario.
Mientras que su canciller, Gabriela Sommerfeld, en entrevista a Teleamazonas, justificó la irrupción policial a la Embajada, ya que considera que con el asilo a Glas, México estaba interfiriendo con la Justicia y que Ecuador tenía que hacer respetar su soberanía, democracia y dignidad.
La Canciller argumentó que Ecuador respeta el derecho internacional, pero que al momento en que México recibe a Glas como su huésped en la Embajada en Quito, existe una intromisión en asuntos de Estado y que fue ese país el que incumplió artículos de la Convención de Viena referente al asilo diplomático y la inviolabilidad de las sedes diplomáticas. Según Sommerfeld, fue el presidente Noboa el que ordenó directamente que se procediera a la incursión de la Embajada para detener al exvicepresidente, ya que tenía información que estaba previsto que se fugara a México esa noche.
La respuesta mexicana
López Obrador y su canciller, Alicia Bárcena, desde México, durante una conferencia de prensa, reiteraron que consideran que se violaron normas diplomáticas. López Obrador calificó de autoritario y prepotente a Noboa: “Lo que hicieron fue violar el derecho de asilo, violar un mandato de política exterior, violando nuestra soberanía”, dijo. Inclusive asoció su gesto con las actitudes del dictador chileno Augusto Pinochet. “Ni Pinochet, el temible Pinochet, y otros, se habían atrevido a eso”, dijo el mandatario, al tiempo de asegurar que el Gobierno ecuatoriano está mal asesorado. “Quienes tomaron esa decisión o no saben, o tienen malos instintos o de plano están mal aconsejados, porque siempre hay zalameros que meten sus narices”, dijo.
Por su parte, Bárcena dijo que no hubo ningún justificativo para que la Policía haya irrumpido en la Embajada ni de agredir al personal diplomático, por lo que Ecuador violó el derecho internacional para capturar a Glas que estaba en condición de huésped y que ya tenía asilo político. Agregó que han recurrido a la Corte Internacional de Justicia y a otras instancias internacionales para denunciar a Ecuador por la violación del derecho internacional.
Según la diplomática, México ha recibido el apoyo de 29 países y de ocho organismos internacionales que han rechazado de manera enérgica lo realizado por Ecuador.
La OEA analizará el caso
La Organización de Estados Americanos (OEA) mantendrá dos reuniones extraordinarias para analizar el conflicto diplomático entre Ecuador y México. La primera tendrá lugar mañana, a petición de Ecuador. Se debatirán las ‘Normas de las relaciones diplomáticas y del asilo’. Según Sommerfeld, en la cita la delegación ecuatoriana expondrá la situación real en su conjunto, ya que no hubo respuesta de la Embajada de México a comunicados que alertaban que ese país era el que estaba violando el derecho internacional al acoger a un sentenciado por la Justicia ecuatoriana.
Mientras que el miércoles la reunión será a pedido de Colombia y Bolivia para analizar “la violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y su relación con la figura del asilo, así como las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador”. Las dos reuniones se celebrarán en Washington, Estados Unidos, sede del organismo internacional.
El correísmo cierra filas alrededor de Glas
El caso también tuvo gran repercusión a nivel local. El correísmo asumió la defensa política de Glas a través de su bloque legislativo, que presentó dos solicitudes de juicio político, en contra de la canciller Sommerfeld y de la Ministra del Interior (e), Mónica Palencia. La legisladora Jhajaira Urresta impulsa el juicio político contra la Canciller, mientras que Leonardo Berrezueta a la Ministra del Interior.
Urresta reiteró que el correísmo ejercerá la oposición al Gobierno de Noboa y su criterios de que se ha violado el asilo humanitario, por lo que la Canciller deberá responder políticamente. Según la legisladora, México concedió el asilo político a Glas porque evidenció que las sentencias y procesos que pesan sobre el exvicepresidente son de carácter político.
En el mismo ámbito legislativo, para el miércoles están llamadas a comparecer las dos funcionarias más el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, tanto a la Comisión de Fiscalización como a la de Relaciones Internacionales. Por su parte, el expresidente de la República, Rafael Correa, que de forma permanente ha cuestionado la detención de Glas, ha pedido a la comunidad internacional y a los diferentes bloques regionales que adopten sanciones concretas contra Ecuador, ya que, de lo contrario, la irrupción a la Embajada de México quedaría en la impunidad y sentaría un precedente nefasto.
Noboa respondió a través de un comunicado, en el que asegura que son reacciones de algunos grupos que han puesto sus intereses y proyecto político por encima de la soberanía, dignidad y la justicia de Ecuador. “Por último, unos políticos ecuatorianos caducos, han solicitado a México que nos declare la guerra, y a la comunidad internacional que nos sancione económicamente, incurriendo en una traición a la Patria nunca antes vista”, asegura Noboa en una misiva al país.
Añade que las decisiones que ha tomado requieren fuerza y decisión para proteger la seguridad nacional, el Estado de Derecho y la dignidad de un pueblo que rechaza cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes, corruptos o narcoterroristas.
“Mi obligación es cumplir con los dictámenes de la justicia y no podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes muy graves (…) o se corra el riesgo inminente de su fuga , como nos ha pasado antes, y se burlen nuevamente del pueblo ecuatoriano”, se justifica Noboa.
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