Con cinco decretos, el expresidente indultó a 1.179 reos, pero la sobrepoblación carcelaria se triplicó el año anterior. Expertos consideran que esta medida fue positiva, pero insuficiente ante la magnitud de la crisis en el sistema penitenciario.
Ante la sobrepoblación de presos que ha excedido la capacidad de las cárceles del país durante más de una década, la liberación de 1.179 presos indultados, por razones humanitarias o enfermedades terminales, durante el gobierno de Guillermo Lasso parece ser mínima e irrisoria, dejando intactos los problemas de hacinamiento.
Dos analistas especializados en temas carcelarios y de seguridad opinan que, aunque los indultos fueron mínimos en comparación con la magnitud de la crisis penitenciaria, representaron cerca del 3% de los presos de ese período. Por lo tanto, su liberación contribuyó a reducir, aunque sea en parte, los problemas en el manejo y control de las cárceles.
En este sentido, explicaron que la política de indultos del régimen anterior no se enmarcó en estrategias y políticas a mediano y largo plazo, sino que fueron reacciones urgentes ante la pérdida de control de las cárceles, donde incluso se registraron matanzas.
El catedrático en políticas de seguridad Daniel Pontón calificó la política de indultos del Gobierno anterior como plausible, pero con escaso impacto, debido a que Ecuador tiene una de las más altas tasas de presos por cada 100 mil habitantes en la región.
“Los indultos no pueden ser masivos, sino con características de individualización para personas con enfermedades terminales o por razones humanitarias. Esto no se puede extender de forma mayoritaria”, comentó, luego de asegurar que durante todo el período de Lasso “nunca hubo un plan de acción para el tema carcelario” sino únicamente determinadas políticas específicas.
“La política de indultos fue adecuada, pero el gobierno de Lasso fracasó en entender el problema de manera integral, nunca se establecieron reformas urgentes e integrales para el corto, mediano y largo plazo. Fueron acciones esporádicas que apuntaron a enfrentar las masacres”, indicó.
El sociólogo Fernando Sánchez, exsubsecretario del Ministerio de Justicia y también experto en temas carcelarios, afirmó que muchos de los 1.179 indultos podrían haber representado un gran alivio en cárceles con poblaciones relativamente menores, como en el caso de la cárcel de Ibarra, pero un impacto menor en aquellas con grandes poblaciones, como la de Guayaquil.
“Estas cifras parecen pocas, pero son importantes en términos humanitarios, si se toma en cuenta esta condición humana, en términos de edad o discapacidad que pueden motivar una decisión así”, comentó Sánchez.
Este tema, en todo caso, ha sido objeto de desinformación, que se propaga en redes sociales. En este sentido, por ejemplo, se ha especulado sin mostrar evidencia alguna sobre las reales cantidades de indultos otorgados realmente
Sin embargo, el informe estadístico del SNAI puntualiza que los decretos ejecutivos sobre la materia firmados por Lasso permitieron la entrega de un total de 1.157 indultos. Así lo registra una tabla elaborada por la entidad.
HACINAMIENTO SE TRIPLICÓ
Frente a este “ligero alivio” en la sobrecarga de dificultades para administrar y controlar las cárceles, las estadísticas oficiales son contundentes.
En el año 2023, el hacinamiento en las cárceles se triplicó, pasando del 4,02% al 13,45%, debido a la reducción de la capacidad de las mismas. Esto ocurrió a pesar de una ligera disminución en la cantidad de presos, que pasó de 31.383 a 31.263.
A principios del año anterior, la capacidad de las cárceles para alojar 30.169 presos se vio desbordada por 1.214 presos adicionales. Esta capacidad disminuyó a 27.556, lo que resultó en un aumento del hacinamiento con 3.707 presos adicionales.
FECHA | TOTAL | HOMBRES | MUJERES | CAPACIDAD INSTALADA EFECTIVA | PLAZAS FALTANTES | % HACINAMIENTO |
6 de enero de 2023 | 31.383 | 29.538 | 1.845 | 30.169 | 1.214 | 4,02% |
29 de diciembre de 2023 | 30.804 | 29.101 | 1.703 | 27.556 | 3.248 | 11,79% |
Promedio Anual | 31.263 | 29.490 | 1.773 | 27.556 | 3.707 | 13,45% |
Según fuentes del SNAI, esta situación se debe a que varios centros penitenciarios entraron en mantenimiento, especialmente los ubicados en la Costa. En Guayaquil, por ejemplo, el mantenimiento de sólo uno de los pabellones, específicamente el número dos de la Penitenciaría del Litoral, implicó dejar de utilizar 500 plazas.
SOLUCIONES
Ambos especialistas coincidieron en sugerir una serie de medidas para enfrentar, no sólo los problemas de hacinamiento, sino también para recobrar el control de las cárceles una vez que los militares salgan de ellas cuando finalice el Estado de Excepción.
- Reclasificar y redistribuir a presos por su nivel de peligrosidad.
- Instalar la infraestructura necesaria para realizar talleres y otras actividades de rehabilitación social.
- Garantizar que funcionen adecuadamente los escáneres, camaras de vigilancia y otras tecnologías y dispositivos de control al interior y en los exteriores de las cárceles.
- Mejorar la coordinación entre diferentes instituciones involucradas en la seguridad y administración de las cárceles.
- Repatriación de presos extranjeros
“El sistema carcelario tiene una capacidad de 27 mil personas en términos generales, pero hay cárceles que están desbordadas como las de El Litoral, de Cañar o la de Quevedo. Entonces hay que hacer un análisis para una redistribución, pero siempre y cuando no se rompa el criterio de clasificación por peligrosidad, que ya se rompió en 2018 y que fue el detonante de todas las crisis carcelarias”, dice Sánchez.
UN DATO
Es importante recordar que estos indultos debían y deben otorgarse por razones humanitarias, conforme a los compromisos internacionales asumidos por Ecuador.
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