Un grupo armado atacó a TC
El martes, encapuchados con armas y explosivos ingresaron al canal, mientras el noticiero estaba al aire. Los implicados tienen prisión preventiva por terrorismo.
El pasado 9 de enero, varios hombres armados y encapuchados entraron en las instalaciones de TC televisión, en Guayaquil, mientras se transmitía en vivo el noticiero.
Este hecho que tuvo repercusión nacional e internacional, también fue aprovechado por los desinformadores.
En X circula una publicación que asegura que el ataque a TC fue un ‘show’ y que los trabajadores daban instrucciones de cómo colocarse. Se califica este contenido como falso. Un grupo armado irrumpió en el canal de televisión. En la transmisión se veía como ellos daban órdenes a las personas que estaban en el set, mientras los amenazaban con armas.
El ataque fue transmitido en directo porque el noticiero se encontraba al aire. En ese momento, se escucha decir a uno de los atacantes: “Estamos al aire, para que sepan que con la mafia no se juega”, mientras los trabajadores se agachaban en el piso del set de televisión. Otro encapuchado les dice: “No pues, vengan para acá, vengan para acá; al máster que se enchufe, pues”. Frente a la amenaza, un trabajador de TC, le coloca los micrófonos.
El delincuente pregunta: “¿Se escucha? A ver, habla, habla”; mientras las personas que les colocaron el micrófono se agachan y los hacen acostarse boca abajo.
Uno de los delincuentes dice: “No te asustes, loco. No te asustes. Dle que se vaya la Policía”. Por lo que los trabajadores desesperados empiezan a pedir que se vaya la Policía.
Los encapuchados disparan más de tres veces y los gritos se apoderan del lugar, a lo que los trabajadores suplican que no disparen.
En los 17 minutos de la transmisión, se observa que los trabajadores cumplían órdenes de sus captores.
A las 15:19, la Policía Nacional confirmó que estaban evacuando a las personas del medio de comunicación “con el fin de verificar novedades con los trabajadores del medio de comunicación y restablecer el orden”. Por el hecho, se detuvieron a 13 personas.
Alina Manrique, jefa de redacción de TC, mantuvo una entrevista con El País y contó lo que vivió ese día: “Cuando escuché los disparos, todos los que estábamos en la redacción corrimos a buscar un sitio para escondernos. Todos buscaban un lugar para ocultarse; el archivo, los baños, subían a otros pisos”. Con ella se escondieron otros dos compañeros y escribieron para pedir auxilio.
“Luego hicimos silencio, mucho silencio, hasta que los escuchamos acercarse a nosotros y comenzaron a golpear la puerta con insultos y amenazas de que nos iban a matar y no nos quedó otra que salir con las manos en alto”, relató al medio de comunicación.
Por su parte, Fiscalía dijo que procesará a 13 personas por terrorismo relacionado al ataque a TC. Además, dispuso el levantamiento de indicios y evidencias en el lugar de los hechos.
El comandante Víctor Herrera, encargado de la zona donde ocurrieron los hechos, confirmó que se utilizaron “explosivos de tipo industrial” y la Policía encontró granadas de uso militar y municiones que se utilizan en la industria minera.
“Estaba listo para ser activado, también encontramos dos armas largas, cortas y una subametralladora”, detalló el oficial.
El miércoles, un juez dictó prisión preventiva contra 11 de los sujetos armados que fueron detenidos por el hecho violento y para los dos menores de edad, se dispuso internamiento preventivo.
¿Por qué la música de fondo?
Jhonny Murillo, sonidista de TC, dijo a The Associated Press los encapuchados tenían instrucciones claras y querían controlar áreas técnicas para salir al aire. Pero “puse seguro a mi cabina, me puse en posición fetal, detrás de la cabina para que no me encuentren”, contó Murillo.
Cuenta que minutos después, el grupo armado rompió la puerta, y obligaron a otro técnico para que active el sonido al aire, pero en medio de los nervios y la confusión activó “el audio del segmento de crónica roja: una música de tensión permanente, que siempre uso”.
“Era como si se estuviera musicalizando en vivo una obra dramática. Yo seguía escondido. Trataba de no respirar fuerte”, contó el sonidista. Y detalló que uno de los encapuchados llamó a alguien a quien identificaban como alias ‘la Firma’ y le preguntaba si los ven y los escuchan.
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