El alcalde electo, Pabel Muñoz y el ministro del Interior, Juan Zapata se reunieron para evaluar de manera conjunta planes de seguridad.
Por primera vez en la historia de Quito, la Policía Nacional y la Alcaldía contarán con un plan unificado no sólo para combatir la inseguridad, sino también para utilizar los recursos recaudados a través de la tasa de seguridad.
Además, se evaluará semanalmente la implementación del plan con reuniones dirigidas por el alcalde y el comandante de la Policía. También, unos 1.126 policías adicionales se incorporarán a la capital con la prioridad de combatir a las extorsiones y controlar a los mensajeros que se transportan en motocicletas.
Esto, se trata de los acuerdos y de las declaraciones de intenciones con las que concluyó una reunión entre el alcalde electo de Quito, Pabel Muñoz, el ministro del Interior, Juan Zapata y autoridades del alto mando policial.
Dicho encuentro, el primero de este tipo, tuvo lugar a tres semanas de que Muñoz asuma la Alcaldía capitalina y duró 30 minutos en la sala de crisis del edificio de la Comandancia General de Policía, en el norte de la ciudad.
Ambas partes, se declararon optimistas sobre el combate a la inseguridad que afecta a los quiteños e incluso hablaron de «indicadores y objetivos medibles». Zapata, por ejemplo, expresó su deseo de que todas las unidades de Policía comunitaria (UPC) cuenten con policías las 24 horas del día, y también se habló de definir nuevas estrategias comunicacionales y de sensibilización para enfrentar las extorsiones.
Zapata destacó la predisposición del alcalde entrante para colaborar con recursos y logística provenientes de la tasa de seguridad.
Con serenidad y midiendo sus palabras, Muñoz declaró: “El país tiene que estar seguro y no podemos descuidar la capital. Con la tasa de seguridad, podemos apoyar a la Policía con elementos de logística y equipamiento. Lo haremos en la medida de lo posible. Necesitamos entregar motocicletas y adecuar las UPC y eso es lo que haremos”.
Al ser consultadas por Ecuador Chequea sobre las prioridades del uso de la tasa de seguridad que no sean únicamente compra de pintura y de vehículos para las unidades de Policía, Muñoz respondió: “Usted me dice ir más allá de eso, pero también hay que empezar por eso. Y están por entregarse 350 motocicletas y se necesitan 300 más. Radios para que puedan comunicarse. Y en algún caso, si necesitamos poner recursos para habilitar esas unidades de Policía que puedan estar golpeadas y que hay que colaborar en su mantenimiento, lo vamos a hacer”.
Pabel Muñoz recordó que la seguridad es responsabilidad exclusiva del Gobierno Nacional y que el Municipio puede colaborar hasta donde sus recursos lo permitan, en términos de logística. Hizo hincapié en la importancia de organizar los barrios, sugiriendo la creación de 1.200 comités barriales de seguridad, tal como existían años atrás en Quito .
El investigador en causas y efectos de la inseguridad ciudadana en países de América Latina, Lautaro Ojeda, comentó que los tres anuncios «no son inútiles, pero no son suficientes para abordar los problemas estructurales de la inseguridad» en la capital ecuatoriana.
Ojeda sostuvo que la decisión de una planificación conjunta es positiva, pero los objetivos y los resultados de los nuevos planes deben ser compartidos periódicamente con los habitantes de Quito, a quienes se les debe brindar la posibilidad de evaluar y calificar la propia ejecución de los planes.
El experto recomendó que, para un uso eficaz de la tasa de seguridad, se tomen en cuenta los criterios técnicos del Observatorio Metropolitano de Seguridad, que anteriormente publicaba investigaciones periódicas sobre la situación de la inseguridad en Quito.
“Me parece muy bien que se trabaje conjuntamente, ya que detrás de esto hay un problema muy complejo que yo llamo feudalismo institucional, es decir, que cada institución hace sus estudios y análisis y no los comparte, cuando esa información debe ser articulada en términos de planes locales y nacionales”, sostuvo Ojeda.
Por su parte, el exdirector de Inteligencia del Ejército y experto en temas de seguridad, Mario Pazmiño, también calificó como positiva la decisión de planificar conjuntamente el uso de la tasa de seguridad, siempre y cuando sus recursos no se destinen a la compra de vehículos, para lo cual la Policía ya tiene un presupuesto, sino para facilitar la organización de los vecinos.
Pazmiño recomendó que los recursos de la tasa de seguridad se prioricen para dos objetivos: en primer lugar, fortalecer acciones comunitarias y barriales. En segundo lugar, que policías nacionales y agentes metropolitanos realicen de manera conjunta «serenazgos», es decir, patrullajes nocturnos en los barrios que adolecen de mayores problemas de inseguridad.
«La gente no quiere que los agentes metropolitanos sigan incautando mercadería a los comerciantes, sino que vayan a los barrios», sostuvo el experto.
EL DATO
En la reunión no se trató el tema de la tenencia de armas de fuego, pero Muñoz sostuvo que es necesario evaluar el cumplimiento de la ordenanza sobre el porte de armas blancas.
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