La Corte Penal Internacional considera que hay elementos en la conducta del presidente ruso que configuran delitos de guerra, por deportaciones y traslados ilegales de menores. Sin embargo, Rusia no es signataria de la Convención de Roma. ¿Es esta una condena real?
La Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin y contra María Alekseyevna Lvova-Belova, comisaria presidencial para los Derechos de la Infancia en Rusia. Esto, por cargos de crímenes de guerra, debido a su presunta participación en deportaciones ilegales y traslado ilegal de niños de las zonas ocupadas de Ucrania a Rusia.
“Los delitos se cometieron, presuntamente, en el territorio ocupado de Ucrania, al menos desde el 24 de febrero del 2022. Hay motivos razonables para creer que el Sr. Putin tiene responsabilidad penal individual por los delitos antes mencionados, por haber cometido los actos directamente, junto con otros o a través de otros, y por no haber ejercido un control adecuado sobre los subordinados civiles y militares que cometieron los actos”, detalla el comunicado.
La Sala de Cuestiones Preliminares II consideró, sobre la base de las solicitudes de la Fiscalía del 22 de febrero de 2023, que existen motivos razonables para creer que cada sospechoso es responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población y traslado ilegal de población de las zonas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa, en perjuicio de los niños ucranianos.
“El derecho internacional prohíbe a las potencias trasladar a civiles del territorio en el que viven a otros territorios. Los niños disfrutan de una protección especial, en virtud de la Convención de Ginebra, el contenido de los mundos es secreto, para proteger a las víctimas la CPI y otorga gran importancia a la protección de las víctimas especialmente los niños. Sin embargo, los jueces de la sala que se ocupan de este caso decidieron hacer pública su existencia en el mundo en interés de la justicia y para prevenir la comisión de futuros crímenes”, mencionó el presidente de CPI, el juez Piotr Hofmański, con relación a las órdenes de arresto recientes contra Putin y Lvova-Belova.
Ante la decisión de la Corte Internacional, Dmytro Kuleba, Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania dijo: “Las ruedas de la justicia están girando: aplaudo la decisión de la CPI de emitir órdenes de arresto para Vladimir Putin y Maria Lvova-Belova por el traslado forzoso de niños ucranianos. Los delincuentes internacionales serán responsables de robar niños y otros delitos internacionales”.
Mientras que, Dmitry Medvedev, Vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, mencionó: “La Corte Penal Internacional ha emitido una orden de arresto contra Vladimir Putin. No es necesario explicar dónde se debe usar este papel”, y en su pronunciamiento colocó un emoji de papel higiénico.
Son 123 países que forman parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. De ellos, 33 son africanos, 19 son de Asia y el Pacífico, 18 son de Europa oriental, 28 de América Latina y el Caribe, y 25 de Europa occidental y otros estados. 31 estados han firmado el Estatuto de Roma, aunque aún no lo han ratificado. En el listado no aparece Rusia.
La Corte Penal Internacional es un organismo de las Naciones Unidas que investiga y juzga, cuando se da el caso, a personas acusadas de los crímenes más graves que preocupan a la comunidad internacional: genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y crimen de agresión.
Pero, ¿existen implicaciones por esta orden de arresto?
Esteban Santos, abogado internacionalista, explica a Ecuador Chequea que esta orden de arresto por parte de la CPI genera un repudio generalizado por parte de la comunidad internacional.
“(…) Está claro que el señor Putin tendrá que pensarlo dos veces en el momento en que salga de las fronteras rusas. La consecuencia directa es una presión aún mayor, ya que, con todos los puntos sobre las íes, (se ve) como una persona que ha violado flagrantemente los Derechos Humanos”, menciona el jurista.
Santos explica, los países signatarios podrían realizar una cooperación internacional y ahí podría llevarse a cabo una orden de detención y captura.
Santos detalla que en el comunicado de la Corte Penal Internacional se acusa puntualmente de desapariciones forzosas y desplazamientos y que esta declaración no es sólo para Putin sino también para María Lvova-Belova.
“Básicamente de lo que se está hablando es que hay movilización en contra de ucranianos a suelo ruso y, sobre todo, que se está separando a padres de sus hijos. Entonces, en sí mismo, más allá de la aberración, estamos hablando de un crimen y así, expresamente, lo ha establecido la Corte”, detalla.
Además, Santos recuerda que Rusia no reconoce la jurisdicción de la Corte y que no es suscriptora del Estatuto de Roma, pero que existe presión por parte de más de 123 países que son parte de la Convención de Roma y que tienen la obligación de detener y capturar al presidente ruso.
“Es un paso importante, porque ya hay una resolución jurídica que determina llamarlo un genocida, alguien que sí merece ese calificativo”, recalca.
Sobre la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial, el abogado internacionalista señala que ese es el “miedo latente que siempre se da”, porque Rusia es una potencia nuclear. “Por eso ha sido la resistencia de países occidentales, sobre todo de la OTAN (alianza de países de Europa y Norteamérica) de seguir inmiscuyéndose y de, sobre todo, entregar más armamento pesado”.
El conflicto
El 24 de febrero de 2022, Rusia anunció una operación militar especial en Ucrania. El hecho fue antecedido por meses de tensión y una escalada de violencia entre estos países.
Desde entonces, se han registrado grandes explosiones en Ucrania. En la frontera se daban varios intercambios de fuego entre ucranianos y rusos.
Luego de varios combates, el Ejército ucraniano perdió el control del área de exclusión de Chernóbil, que fue el escenario de una catástrofe nuclear en 1986.
Aunque remontándose en la historia Ucrania y Rusia estuvieron entrelazadas, sin embargo, cada una evolucionó por separado. En 1917, Ucrania se incorporó a la Unión Soviética y en 1991, tras su disolución, se independizó. Desde ahí, Ucrania tenía interés por pertenecer a la OTAN.
Pero, en julio del 2021, fue Putin quien señaló a rusos y ucranianos como «un solo pueblo». Y también señaló que Occidente había corrompido a Ucrania.
Te puede interesar:
· Las firmas para el juicio político fraccionaron de nuevo a las bancadas