Estas vacunas le enseñan a su organismo a producir anticuerpos para combatir la infección. Los expertos notan una menor protección, especialmente entre ciertas poblaciones y, por ello, se requiere una dosis de refuerzo.
En Twitter se publicó información en la que se asegura que una persona que se aplicó la tercera dosis de la vacuna sin hacerse prueba de anticuerpos lo pasa mal por la reacción de su organismo. El contenido de esta publicación es falso.
“Eso es incorrecto (realizarse una prueba de anticuerpos antes de la dosis de refuerzo). Primero, no hay una prueba que sea fiable para poder determinar la memoria inmunológica frente al Covid-19. Si una persona, por ejemplo, se hace una prueba de anticuerpos, que suelen ofrecer en algunos laboratorios, va a depender mucho primero del tipo de vacuna que haya recibido. Número dos, de hace cuánto tiempo haya recibido y, número tres, de cómo su organismo respondió frente a la vacuna. Entonces, no hay una prueba que sea fiable para saber si estamos protegidos o no adecuadamente por la vacuna. La segunda cosa es que esto es de alto costo y no cambia la situación respecto a la necesidad de aplicarse una dosis de refuerzo o no“, enfatiza Enrique Terán, médico especialista en farmacología.
El experto explica que la recomendación para recibir una dosis de refuerzo está más o menos generalizada en cuanto al tiempo de aplicación. Y que la mayoría de los estudios son consistentes en que cualquiera de las vacunas brinda una protección por al menos 6 meses.
“Como se está refiriendo una nueva dosis de vacuna, sea de la misma marca o sea de una marca distinta, el organismo va a desarrollar algún tipo de respuesta que puede presentarse con reacción adversa, como fiebre, escalofrío, dolor de cabeza y malestar en general, pero que puede ser muy leve, puede ser ligero o puede producir, en algunos sujetos, malestar más importante. No guarda relación esto con el tipo de vacuna que se recibió antes, ni con la vacuna actual que se está recibiendo“, explicó Terán.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) agregan que no se recomiendan las pruebas de anticuerpos para determinar si tiene inmunidad contra el Covid-19 después de haberse vacunado y que tampoco deberían usarse las pruebas de anticuerpos para decidir si una persona debe vacunarse.
Después de una dosis de refuerzo los efectos secundarios leves más frecuentes fueron similares a los de los esquemas iniciales con las vacunas, como fiebre, dolor de cabeza, fatiga y dolor en la zona de la inyección, según los CDC.