El lunes 29 de junio, el alcalde de Quito, Jorge Yunda; el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos y la ministra de Gobierno, María Paula Romo, explicaron las medidas para mitigar los contagios por COVID19 en la capital. En la rueda de prensa virtual se explicó que ampliar el toque de queda no está entre los planes. Las tres autoridades apelaron a la responsabilidad individual de los ciudadanos como causa y solución del incremento de contagios.
El 27 de junio, Yunda tuiteó que el sistema sanitario de la ciudad “ya no da más”. Pero suavizó sus palabras al resaltar que el Centro de Atención Temporal del Bicentenario (norte de la urbe) puede atender a 100 pacientes y se espera aumentar la capacidad hasta 370 camas. Además, aseguró que se externalizan los servicios de laboratorio para hacer hasta 2000 pruebas diarias del nuevo coronavirus. Finalmente, indicó que “el sistema sanitario de Quito trabaja a su máxima potencia”. El Ministro de Salud admitió que: “estamos con las camas llenas, tanto de hospitalización como de cuidados intensivos”, pero insistió en que ningún paciente que necesita ventilador es desatendido. “Lamento escuchar que hay personas que buscan un hospital y que no se les admite. Eso no va a pasar”, agregó.
Zevallos detalló que de marzo a junio, en Quito se ha triplicado la cantidad de camas UCI (unidad de cuidados intensivos): de 107 a 255. Señaló que una cama UCI representa -además del espacio físico- un médico, un enfermero, intensivistas, ventilador y monitor. En el reporte del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec) sobre las camas hospitalarias y su uso en Ecuador en 2018, se detalla que Pichincha tenía 334.
«De lo que estamos hablando, de lo que yo comencé a contestar la pregunta es probable que ya se hayan desocupado varias camas». El Ministro también dijo que había 50 personas esperando por una cama UCI, pero que varias pudieron haberse desocupado mientras él respondía la pregunta de una periodista en la rueda de prensa; es decir, en menos de un minuto. De acuerdo a la investigación Latinoamérica en cuidados intensivos, publicada por el sitio especializado Salud con lupa, durante la emergencia se prioriza a los pacientes que necesitan respirador.
Una vez ingresado en la UCI, el promedio de estancia de alguien con COVID-19 es de entre 27 y 30 días. “Hay suficiente personal, adecuado número de camas y de ventiladores, hay unidades de cuidados intensivos que estamos preparando. Quizás no haya un número de unidades de cuidados intensivos, pero hemos adaptado varias áreas. No debe haber un paciente que se quede sin la atención”, reiteró el Ministro Zevallos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 23 médicos por cada 10000 habitantes. El INEC reportó en 2018 que había 22, sin que eso garantice que la distribución de los profesionales sea adecuada. En Perú, se estableció una meta de por lo menos de 10 camas UCI por cada 100.000 habitantes. En la investigación regional de Salud con lupa, se estableció que Ecuador incrementó sus camas UCI de 259 a 480 hasta fines de mayo de 2020.
Las autoridades reconocen un incremento en los contagios y en la mortalidad, pero lo atribuyen al comportamiento de la ciudadanía en la capital. “Si compara la mortalidad de Quito en este periodo que ha aumentado, y ha aumentado porque estamos en medio de una pandemia, pero comparado con Guayaquil es 7 u 8 veces menos el número de fallecidos. Nosotros no tenemos un problema de fallecimientos”, comentó Zevallos. Según el Registro Civil, la mortalidad en Quito durante junio aumentó en un 36,6 %: de 918 fallecimientos por causas diversas en junio de 2019, se incrementó a 1447 en junio de 2020 (con corte hasta el 27). Zevallos reconoce un nivel muy alto de demanda de camas, pero lo atribuye a lo que pasó hace tres o cuatro semanas y al cambio de semáforo en la ciudad, el 3 de junio. “Tenemos datos de que el semáforo no ha impactado en la demanda de camas sino que hubo el Día de la Madre, varias manifestaciones colectivas fuera de la ciudad y eso es lo que probablemente impacta. Estamos en medio de una pandemia y la pandemia cobra vidas, desafortunadamente”.
Las serenatas de Día de la Madre y de Día del Padre fueron autorizadas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional, el 5 de mayo y el 15 de junio, respectivamente. El 3 de junio, la capital relajó las restricciones de movilidad al pasar al semáforo amarillo. También, se autorizó el retorno de los servidores públicos a las jornadas presenciales el 22 de este mes.
En otros países, como México, para salir del confinamiento y pasar de semáforo rojo a naranja (el equivalente del amarillo ecuatoriano) el principal indicador es que su porcentaje de ocupación de camas en terapia intensiva sea menor al 65 %, aunque se evalúa otros elementos como el porcentaje de casos positivos de coronavirus, tendencia de camas ocupadas y tendencia de casos positivos.
El ministro Zevallos insistió en la responsabilidad ciudadana y detalló que alrededor de un 50 %- 60 % de contagiados, desde abril a esta fecha, “salieron a contaminar al resto”. Sin embargo, no está previsto ampliar el toque de queda, según indicó María Paula Romo. Lo que sí fue anunciado por el presidente Lenín Moreno es que se endurecerían las restricciones en los sectores de Centro Histórico, Panecillo, La Ecuatoriana y Chilibulo. Habrá mayores controles y operativos.