Por: Valentina Moreno y Daniel Andrade
Estudiantes de Periodismo de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ)
El pasado 31 de marzo el Gobierno anunció modificaciones al protocolo para el tratamiento digno de los cadáveres de víctimas de la COVID-19. En América Latina, el nuevo coronavirus ha matado cerca de 4000 personas según informó el 17 de abril la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Guayas vive una situación desgarradora. Hasta el 17 de abril había reportado, según datos oficiales, más víctimas del COVID-19 que otras naciones de Latinoamérica, por ejemplo Colombia(144), Chile(116), Argentina (123), en total se contabilizan 193 decesos en la provincia costera. Las muertes dieron paso a una serie de denuncias en redes sociales sobre la demora en el levantamiento y posterior inhumación de los cadáveres.
“Si queremos hacerlo rápido probablemente tengamos que aplicar sistemas que no son dignos: Trepar a la gente en camiones y enterrarlos en fosas comunes. Si eso aspira la gente por hacerlo rápido, nosotros no lo haremos de esa manera”, dijo Jorge Wated, líder de la Fuerza de Tarea Conjunta, el pasado 2 de abril. En el Puerto Principal se construyen dos cementerios que se usarán para los decesos que se produzcan durante la emergencia.
Los días pasan y las muertes aumentan en Ecuador. Desde el viernes 13 de marzo, día en el cual se registró la primera muerte, las cifras oficiales han alcanzado los 421 fallecidos el viernes 17 de abril. Los datos son reveladores. Según la Dirección de Registro Civil del Ecuador, en enero y febrero de 2020 en Guayas hubo 1943 y 1679 muertes, respectivamente. En marzo, la cifra subió a 3182: un crecimiento de mortalidad del 47,23% en 30 días.
Quito se prepara para reaccionar ante una crisis similar. Según la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos, EMGIRS EP, “en primera instancia, cuando la persona fallecida cuenta con seguro privado, serían las empresas las que se encargarían de las exequias”. En caso de carecer de este tipo de cobertura y, si ningún familiar está en la capacidad asumir los gastos funerarios, será el Municipio de Quito, mediante la EMGIRS-EP, quien se hará cargo del transporte de los restos a un sitio destinado como “punto intermedio o de almacenamiento”.
La empresa pública pondrá en circulación dos vehículos refrigerados para movilizar diariamente 32 cadáveres. “Se suscribió un convenio con los proveedores de servicios fúnebres, para poner a disposición de Quito, hornos crematorios para la incineración de cuerpos de personas de escasos recursos, de manera gratuita”, aclara la EMGIRS EP. Se instalará un incinerador portátil para material hospitalario en el Hospital Metropolitano.
El objetivo es tener un buen manejo de los desechos contaminados relacionados con la COVID-19. También “se diseña un camposanto para víctimas con capacidad para 6.400 urnas y 2400 espacios”.
En www.coronavirusecuador.com los familiares de las personas fallecidas podrán ver en qué cementerio están sus seres queridos. Según el presidente Lenín Moreno, más de 500 personas ya recibieron un entierro digno.
