Prácticamente, una mujer es asesinada a diario en el país. Las cifras de este flagelo social siguen subiendo. 332 casos se dieron en el 2022, 135 más que en el 2021. Aldea detalló que las cifras son las más altas y alarmantes desde 2014.
POR: Paola Simbaña Ramos
Una tela roja colocada en el piso a manera de camino, con los nombres de varias mujeres, velas y cruces, simboliza la sangre de las 332 mujeres que fueron víctimas de femicidio en el 2022. Geraldine Guerra, presidenta de Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (Aldea), dijo que la tela roja representa a esas mujeres asesinadas por razones de género. “Sangre que está quedando en la impunidad, esa sangre que representa la inacción estatal, la falta de empatía con los casos y la falta de una justicia reparadora”.
Guerra describió la mañana de hoy como espeluznante, horrorosa, infame e impune, tras presentar las cifras actualizadas de femicidios en Ecuador. Según el mapa de Aldea, este 2022, se cometieron 332 femicidios en Ecuador, mientras que en 2021, existió un registro de 197. Estas estadísticas indican un aumento de 135 casos, un 68% más.
En 2022, cada 26 horas una mujer fue víctima de femicidio, recalcó la presidenta de Aldea. “Eso significa, más o menos, que cada día una mujer ha sido asesinada. Se trata de las cifras más altas y alarmantes registradas desde 2014. En 2021 y 2022, las condiciones y características en las que se perpetraron los femicidios tienen mayor peligrosidad, formas misóginas y exacerbadas contra la vida de las mujeres”, describió.
De los 332 casos del 2022, 4 de cada 10 víctimas eran madres. 311 víctimas eran ecuatorianas, 9 venezolanas, 5 colombianas y una peruana. Desde Aldea, señalan que están intentando visibilizar la identificación étnica, por lo que aseguran que, de los casos reportados, 26 mujeres eran negras, 14 indígenas y 276 mestizas.
“Con relación a los femicidas, hubo tres tentativas de suicidio y 22 se suicidaron, pero resulta que cuando se suicida el femicida no hay agresor y no hay culpable y la causa se extingue penalmente. ¿Dónde están las medidas de reparación para esas familias? Eso le preguntamos al Sistema de Protección Integral en Ecuador”, afirmó Guerra.
El mapa completo
En 2022, las provincias con mayor número de femicidios fueron Guayas, Manabí y Esmeraldas; mientras que, a nivel de cantones, están: Guayaquil, con 77 casos; Esmeraldas, con 19 casos; en la Libertad, Manta, San Jacinto de Yaguachi y Santo Domingo ocurrieron 10 femicidios; en Machala y Quito se registraron 9 casos; en Balzar y Quevedo 8; y en la Troncal, San Lorenzo y Ventanas, 6 femicidios.
El 32% de los casos fueron cometidos con armas de fuego, 26% con arma blanca, 19% con otro tipo de arma y el 13% con las manos. El 51% de los casos tenía un vínculo sentimental con la víctima. “En 6 de cada 10 casos se utilizó un arma de fuego y eso nos debería alarmar”, reitera Guerra.
En 2022, debido a esta atroz situación, al menos, 245 hijos quedaron en orfandad. La abogada de Surkuna, Mayra Tirira, detalló que una de las deudas que tiene el Estado es sobre el tema de reparación integral a niños y adolescentes y, que desde 2014 son 1.526 casos de menores en situación de orfandad a causa del femicidio.
Testimonios
Durante la presentación de las cifras de femicidios del año pasado, se presentaron las madres de algunas víctimas, como Sonia Salamea, madre de Cristina Palacio. Salamea contó que el femicida de su hija nunca estuvo en la cárcel que dictaminaron los jueces con su sentencia. “Ahorita se encuentra en la cárcel de Azogues. Al asesino, al femicida no se le puede dar hábeas corpus, sin embargo, el Estado lo permite (…)”, recalcó con dolor la madre de Cristina.
Janeth Sierra, madre de Camila, relató entre sollozos lo ocurrido con su hija. Contó que, según el jefe de la Dinased, se determinó que gracias a las versiones del entonces novio de Camila se habló de un suicidio. Sin embargo, Sierra detalló que había existido una agresión por parte del exnovio de su hija y exige que se investiguen los casos de supuestos suicidios.
Ruth Montenegro, madre de Valentina, inició su relato entonando una canción sobre lo ocurrido con su hija. “Son los mismos asesinos, silenciando la verdad. (..) Esa niña es Valentina y ya no regresará, seguiremos en su nombre exigiendo la verdad (…)”, se escuchó cantar a Ruth. Su hija fue asesinada después de haber sido agredida sexualmente dentro de la escuela en donde estudiaba.
Ella señala que cada una de las historias que se presentaron esta mañana son historias de vida, pues las víctimas de femicidio son madres, hijas, mujeres que aman y que cuando existe impunidad e injusticia, el dolor es permanente.
“332 femicidios en 2022 y así año a año vamos sumando. Cada 26 horas se produce un femicidio en Ecuador, sin que haya respuestas desde el Estado. La constante de todas estas historias, porque no son solamente nombres, son hijas, madres, hermanas (…) Esa es la historia de 332 vidas de mujeres que se han perdido, pero están nuestras voces, las voces de las madres y de familiares para exigirle al Estado justicia por todas nuestras hijas, porque entendemos que esta historia no termina”, afirmó Ruth Montenegro.
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