La Agencia Metropolitana de Tránsito inició hoy los operativos sancionatorios por exceso de velocidad en Quito. Los sancionados se quedaron sin capacidad de reacción ante la evidencia de los radares móviles. Hubo menos infractores que en la etapa de prevención.
Entre la multitud de conductores que circulaban esta mañana por la avenida Quitumbe Ñan, en el sur de Quito, siete fueron sorprendidos en exceso de velocidad y obligados por agentes de tránsito a detenerse.
Los conductores apenas tuvieron tiempo para reaccionar. Sin oportunidad de protestar ni quejarse, se vieron obligados a acatar las indicaciones de los agentes.
En cuestión de segundos, los conductores se vieron rodeados de cámaras y micrófonos de medios de comunicación, listos para registrar el momento en que un agente les informaba sobre sus infracciones detectadas por equipos portátiles de medición de velocidad.
El agente, con un “buenos días, señor conductor” casi ceremonial, les mostraba la pantalla de un dispositivo móvil. En ella, la implacable evidencia: una foto que demostraba que habían excedido el límite de velocidad en zona urbana de 50 kilómetros por hora.
Sin más preámbulos, el agente explicó que esa mañana comenzaban los «operativos sancionatorios». Indicaba que sus compañeros agentes realizan un nuevo tipo de controles con «cinemómetros de captura de velocidad, con certificado de calibración y rango de error de 0”.
Los conductores, incrédulos y resignados, apenas tuvieron tiempo para presentar su licencia y matrícula, así como para confirmar datos personales, en especial el correo electrónico para recibir, oficialmente, la notificación de la sanción.
Uno de ellos, que circulaba a 64 kilómetros por hora, fue detenido inmediatamente y trasladado a una audiencia de flagrancia ante un juez de tránsito por exceder el “rango moderado” de tolerancia, que es de 60 kilómetros por hora, lo que se sanciona con 3 días de prisión. Los otros seis, que no superaron el «rango moderado», deberán pagar multas de 138 dólares.
El primer detenido, casi al final del operativo en la avenida Quitumbe Ñan, fue un chino. Sin hablar español, el hombre tuvo que esperar a que un conocido actuara como traductor no oficial. Este traductor le asistió mientras el agente de tránsito le notificaba la infracción, le leía sus derechos y le informaba sobre su traslado a una audiencia de flagrancia ante un juez de tránsito.
Después de recibir la notificación, el ciudadano fue subido a una de las cuatro camionetas que la AMT había preparado. Sólo salió brevemente para formalizar ante los agentes de tránsito, la entrega de las llaves del vehículo a su esposa.
Con resignación y en silencio, aceptó la orden de entrar nuevamente en una camioneta doble cabina de la AMT. Tras unos minutos de espera, fue trasladado al juzgado de tránsito para formalizar su detención por tres días.
De los siete sancionados sólo una intentó protestar. Con la mirada fija en el tablero de su vehículo, se mostraba incrédula. “No estaba a más de 50 kilómetros por hora”, se limitó a decir, sin mirar al agente ni a las cámaras.
Pero sus palabras no cambiaron el curso de los eventos. El agente, firme, le indicó que tenía tres días para apelar la multa.
Francisco, el primero de los sancionados luego de apenas siete minutos de empezado este operativo no sólo no protestó, sino que dijo que “está muy bien que hagan estos controles porque así se reducen los accidentes y se hace más consciencia”.
Así, en cuestión de minutos, la avenida Quitumbe Ñan se transformó en el epicentro de un “operativo de control sancionatorio”. El operativo, que comenzó puntualmente a las 08:00 y se extendió hasta las 09:00, había sido anticipado ayer a través de las redes sociales de la AMT. Los conductores, desprevenidos, se vieron envueltos en una dinámica inesperada.
Así, en cuestión de minutos, la avenida Quitumbe Ñan se convirtió en el escenario de un “operativo de control sancionatorio”.
Era apenas el primero de estos operativos que la AMT anuncia que se realizarán de manera regular los martes, jueves y sábados, en cuatro de las 24 zonas identificadas como las de mayor siniestralidad: entre estas, los tramos de El Troje, La Forestal y Univesidad Internacional en la avenida Simón Bolívar, la Ruta VIVA y la Quitumbe Nan.
¿Resultados?
Consultado sobre los primeros resultados de este nuevo tipo de controles, el coordinador general de operaciones de la AMT, David Argüello, indicó que la jornada concluyó con una persona detenida por exceder el “rango moderado” y otras seis multadas.
Argüello explicó que esto representa una reducción significativa, ya que en los controles preventivos realizados desde enero, se detectaron al menos 20 infracciones por hora.
«Es el comienzo, pero desde nuestra perspectiva es un resultado positivo, porque en las fases preventivas se detectaban entre 20 y 30 conductores que infringían los límites de velocidad», dijo Argüello, satisfecho. «La ciudadanía está tomando conciencia sobre el respeto de las normas de tránsito», acotó.
ANTICORRUPCIÓN
En este primer operativo, el director de prevención de Quito Honesto, Alejandro Moyano, estuvo presente y anticipó que el organismo asignará a 15 de sus funcionarios para vigilar de manera aleatoria estos operativos regulares.
“Queremos que la ciudadanía entienda que estos operativos no serán una caja recaudadora, sino una medida para prevenir accidentes. Además, vamos a evitar actos de corrupción. Buscamos la menor participación posible entre los agentes y los conductores para prevenir cualquier tipo de coima”, afirmó Moyano.
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