En 2024, Ecuador le dijo ‘No’ al trabajo por horas. Noboa insiste, pero sólo para el sector turístico. Ciudadanos tienen una respuesta: “Ya dijimos que no”.
POR: Juan Camilo Escobar
¿La segunda es la vencida? Si se cumple la intención oficial, en diciembre los electores volverán a las urnas, para enfrentarse a siete preguntas en una consulta popular. Entre ellas, una sobre la contratación laboral por horas, que ya rechazaron en la consulta popular de 2024, pero esta vez con una versión limitada al sector turístico.
¿Qué supondría autorizar o no esta modalidad de trabajo? Hay dos tipos de respuestas contrapuestas entre el apoyo y el rechazo a la pregunta que señala textualmente:
¿Está usted de acuerdo con permitir la contratación laboral por horas, únicamente para el sector de turismo, siempre que se trate de la primera relación laboral, garantizando los derechos laborales y respetando los derechos adquiridos de los trabajadores?
Por un lado, los sectores empresariales del turismo señalan que se trata de una de sus principales reivindicaciones históricas para poder responder a los vaivenes de la oferta y la demanda, con temporadas altas y bajas.
Por otro lado, sectores sindicales, la rechazan de plano, argumentando que se trata de una forma de precarizar el trabajo y burlarse de los derechos laborales. En esta nota, intentamos explicarte las implicaciones y las posiciones sobre el tema, para que, desde ya, vayas tomando una decisión.
El director del Centro de la Política Laboral, Gabriel Recalde, fue directo en explicar tres características técnico-legales de la modalidad de contratación laboral por horas.
En primer lugar, se trata de una flexibilidad a la legislación vigente, que establece que los contratos son de ocho horas laborales por día, es decir 40 al mes. En cambio, con la nueva modalidad, podría ser de menos horas, incluso una sola hora al día, pero con estabilidad de contrato indefinido cuando se supera el periodo de prueba de 90 días.
En segundo lugar, aclaró, debe garantizar la afiliación a la seguridad social, horas extras, décimo tercero y otros derechos establecidos en la Constitución y el Código del Trabajo.
En tercer lugar —y más importante, según el experto— de aprobarse el sí, no podría aplicarse de inmediato, sino que requerirá de que la Asamblea actualice el Código de Trabajo con esta nueva modalidad de contratación, o que realice “el blindaje legal” y garantías a los derechos mediante reformas al Código del Trabajo.
“Es un tema complejo. Se puede hacer un contrato por horas, pero por obra cierta. Es decir, se puede hacer un ajuste en las modalidades, un ‘mix’ para que sea solo estacional”, comentó respecto a la posibilidad de que el sector turístico aplique esta nueva modalidad de trabajo única y exclusivamente por semanas o meses de temporadas altas.
“No se puede sacar por sacar nuevas modalidades de contratos para que todas sean ocasionales. Si va a ser una modalidad ocasional debe ser un contrato diferente, en donde ahí la estabilidad pueda ser restringida mientras que el resto de modalidades de contrato tengan estabilidad más amplia”, comentó.
Pese a estas características, el trabajo por horas no solo para el sector turístico sino para todos los sectores, recibió más del 60% de rechazo de los electores en la consulta popular sobre el mismo tema en 2024. El empresario turístico y representante del gremio de restauranteros de Quito, Diego Vivero, comentó que este rechazo obedeció exclusivamente al desprestigio que recibió este sistema por parte de diferentes sectores políticos.
Vivero cree que, por ahora, sin los anexos de la pregunta, es decir, sin los mecanismos legales específicos sobre su aplicación en caso de que se apruebe, se desconoce la fórmula para calcular el porcentaje del salario básico en esta nueva modalidad de contratación.
Por ahora, dijo, es una modalidad que el sector de los restaurantes y discotecas de Quito ha reclamado por décadas, debido a la imposibilidad de realizar más contrataciones de personal para horarios limitados a las noches de jueves a sábado.
En un recorrido por distintas zonas comerciales de Quito, personas consultadas recordaron el triunfo del No en la consulta de 2024.
De 11 consultados, 7 dijeron estar en desacuerdo, 2 a favor y otros dos indecisos a la espera de que el Gobierno presente los anexos de esa pregunta.
“No estoy de acuerdo porque hoy, con la legislación vigente, no se respetan los derechos, peor aún si se aplican solo contratos por hora”, comentó la maestra Clauida Chicaiza.
Rosa Pico, joven profesional, dijo que decidirá su voto cuando se conozcan las condiciones que se establezcan en los anexos. “Si funciona en otros lados es muy probable que funcione aquí también, todo dependerá de las garantías y los controles que se establezcan para que los trabajadores sean respetados”.
Víctor Fernández, al frente de su propio taller de zapatería, dijo que no entiende “por qué se vuelve a insistir en algo que ya decidimos que no”. Eso solo funciona donde sí se respeta a la gente, aquí no. En lo personal, estoy de acuerdo, porque yo sí podría contratar a un empleado así, con todos los beneficios de ley, pero es posible que algunas de las grandes empresas van a aprovecharse de eso para incumplir todo, cômo sucede ahora”.
Para el analista político Giussepe Cabrera, la inclusión de esta pregunta así como la de los casinos “es una señal de que el Gobierno se encuentra confiado en los actuales niveles de aprobación y de aceptación del electorado”.
Y prueba de esa confianza “en sus números de popularidad” es el desafío frontal que hizo esta semana a manifestarse en contra de la Corte Constitucional, luego que esta aceptara demandas de inconstitucionalidad contra tres leyes aprobadas por la mayoría oficialista.
“Políticamente, es una señal de que está confiado, pero sin dar explicaciones de por qué seleccionó sólo al sector turístico y no a otras áreas como la agricultura. Es una explicación política que debe dar el Gobierno ”, comentó.
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