En todo el año anterior, el país registró 138 casos de tos ferina; pero hasta inicios de abril de este año, ya se contaban 183. Un caso en una escuela de Quito concitó la atención de la gente. Aquí te contamos los detalles de esta enfermedad y cómo la vacunación es clave.
POR: Juan Camilo Escobar
Los casos de tos ferina en Ecuador registran un aumento significativo en este 2025, con 183 contagios confirmados hasta el 6 de abril, según un informe del Ministerio de Salud.
La cifra supera a los 138 casos confirmados en todo 2024; un aumento del 30%, con Guayas con el mayor número de diagnósticos (67 casos confirmados), lo que la ubica como el epicentro del brote en el país de esta enfermedad respiratoria aguda y potencialmente mortal en lactantes.
En comparación histórica, el número de casos en lo que va del año supera en más de tres veces los reportados en 2019 y 2022 (57 en cada uno), y en más de 36 veces los de 2020, cuando apenas se registraron cinco. En 2021 no se reportaron oficialmente casos de tos ferina.
Así, la enfermedad se perfila como la infección prevenible por vacunación de mayor crecimiento en el país en lo que va del año, superando a otras bajo vigilancia, como la parotiditis infecciosa y la hepatitis B.
En este contexto, el más reciente informe epidemiológico evidencia que las cifras de la tos ferina se acercan a las de la varicela, tradicionalmente la más común en el país.
| Enfermedad | Casos 2024 | Casos 2025 (SE 14) | % variación 2024-2025 (SE14) |
| Tosferina | 141 | 183 | +29,8% |
| Varicela | 5.438 | 1.612 | -70,4% |
| Parotiditis | 246 | 60 | -75,6% |
| Hepatitis B | 378 | 129 | -65,9% |
Aunque la varicela continúa siendo la enfermedad con mayor incidencia (con más de 1.600 casos en lo que va del año), la tosferina representa ya el 9,2% del total combinado de estos cuatro eventos inmunoprevenibles, y triplica los casos de parotiditis, además de superar a hepatitis B por 41,9%.
- Tos ferina: Guayas lidera con 67 casos (36,6%), seguido de Pichincha (24) y Manabí (23).
- Varicela: Guayas nuevamente lidera, con 390 casos (24,2%), seguido de Pichincha (353) y Azuay (77).
- Parotiditis: Pichincha encabeza con 18 de los 60 casos totales.
- Hepatitis B: aunque sin desglose provincial, su incidencia general es inferior a otras enfermedades respiratorias.
Grupos de edad: tos ferina golpea a lactantes y adultos jóvenes
- La varicela afecta principalmente a menores de entre 1 y 4 años (18,8%) y a adultos de 20 a 49 años (28,8%), que concentran el 47,6% de los 1.612 casos registrados en lo que va del año.
- La tos ferina afecta prinicpalmente a menores de un año, con 61,2% de los 183 casos confirmados en lo que va del año. Le siguen los menores de entre 1 y 4 años, con el 12,6% de los casos.
- La parotiditis se concentra en niños de 1 a 9 años.
| Enfermedad | Casos 2025 (SE 14) | Grupo etario dominante | Provincia más afectada |
| Tosferina | 183 | <1 año y 20-49 años | Guayas (67 casos) |
| Varicela | 1.612 | 5-9 años y 20-49 años | Guayas (390 casos) |
| Parotiditis | 60 | 1-9 años | Pichincha (18 casos) |
| Hepatitis B | 129 | 20-49 años | Distribución dispersa |
Comparación por género
- En tos ferina, el 56,8% de los casos corresponde a hombres, frente al 43,2% de mujeres.
En varicela y parotiditis, la distribución por sexo es relativamente equilibrada, sin tendencias marcadas.
Una enfermedad del pasado que vuelve
La tos ferina, también conocida como tos convulsa, es una infección respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis, según la definición publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su sitio web oficial.
“La tos ferina se transmite fácilmente de persona a persona, principalmente a través de las gotitas expulsadas al toser o estornudar. La enfermedad es más peligrosa en los bebés y representa una causa importante de morbilidad y mortalidad en este grupo etario”, señala el organismo internacional.
La OMS también indica que se trata de una enfermedad prevenible mediante vacunación, aunque la efectividad de la protección —como ocurre con muchas otras enfermedades inmunoprevenibles— depende de la continuidad y la cobertura de los esquemas nacionales.
En Ecuador, la pandemia afectó a ese proceso de vacunación, que ya mostraba un descenso sostenido, en especial entre 2014 y 2017, que redujo la cobertura en un 70%, según recuerda el epidemiólogo Esteban Ortiz, magíster en salud pública y global.
“La situación comenzó a corregirse paulatinamente, hasta que en 2020 llegó la pandemia, lo que volvió a afectar las coberturas. En 2023 se logró recuperar ese nivel. Es posible que algunos niños que fueron bebés en 2015 o 2016 no hayan completado el esquema de vacunación, por lo que hoy serían susceptibles y estarían en riesgo dentro de la comunidad”, señaló.
Ortiz identificó tres causas principales para el resurgimiento de casos. La primera es la falta de cobertura oportuna. “Algunos niños reciben las tres dosis iniciales con la vacuna pentavalente, pero no los refuerzos al año y medio y a los cinco años. Hay un descuido y también una falta de corresponsabilidad por parte de la ciudadanía. No se puede culpar completamente a estas familias, pues muchas enfrentan barreras como bajos niveles educativos o el difícil acceso a centros de salud”.
La segunda causa, dijo, es el auge de movimientos antivacunas. “No sólo se oponen a las vacunas contra el Covid-19, sino también a otras. En Quito hemos visto colegios particulares de alto costo donde se han registrado al menos diez casos de tos ferina en personas que no completaron su esquema. Es claro que no se vacunaron por desconfianza en las vacunas”.
A estos factores se suman otros tradicionales, como el invierno y la permanencia en espacios cerrados sin ventilación, añadió.
Como posibles soluciones, Ortiz propone mejorar la comunicación institucional y reforzar las campañas de vacunación, sobre todo en zonas rurales y de difícil acceso. “El Ministerio de Salud, que ya está trabajando en ello, debería concentrar esfuerzos en captar a más niños no vacunados”, apuntó.
También hizo un llamado a revisar la rigidez del esquema actual. “Sé que la vacuna para adultos llegará en junio. Ojalá se concrete. Sería importante flexibilizar la campaña. En Ecuador, un niño de 10 años con comorbilidades que desee vacunarse contra la tos ferina no puede hacerlo porque no está dentro del rango de edad permitido. Eso debería cambiar, ser más flexible”, concluyó.
CASO RECIENTE EN QUITO
Por ahora, la Secretaría de Salud del Municipio de Quito confirmó el viernes el primer caso de tos ferina en un estudiante de una unidad educativa municipal.
Tras el diagnóstico, las autoridades activaron los protocolos de vigilancia epidemiológica y aislaron de forma preventiva al estudiante contagiado y a sus contactos cercanos, con el objetivo de evitar un posible brote, informó la entidad en un comunicado.
También señaló que, como parte de las medidas de control, se aplicó un tamizaje a los 110 estudiantes del plantel, para identificar síntomas relacionados con la enfermedad. Durante el fin de semana, se llevaron a cabo charlas informativas dirigidas a la comunidad educativa y se revisaron los carnés de vacunación de los alumnos.
Además, la Secretaría de Salud anunció que realizará una jornada de vacunación en el sector de Pomasqui desde hoy hasta el jueves.
Este caso demuestra que en Ecuador, como en varios países de América Latina, muchas enfermedades del pasado han regresado.
ENTREVISTA
‘No es un caso epidémico, pero sí merece atención’
El médico especialista en medicina familiar Carlos Padilla advirtió sobre la importancia de mantener al día el esquema de vacunación infantil. El especialista explicó los riesgos, medidas de prevención y la necesidad de enfrentar la desinformación.
¿Este caso representa un motivo de alarma para la comunidad educativa?
No es un caso epidémico, pero sí merece atención. La tos ferina es una enfermedad bacteriana causada por Bordetella pertussis, considerada endémica a nivel mundial. Aunque este caso puede considerarse aislado, la enfermedad tiende a aparecer en brotes cíclicos. Lo preocupante es que una persona infectada puede contagiar hasta a 17 personas. En este contexto, es clave aplicar un cerco epidemiológico, sobre todo porque es el primer brote detectado en Quito.
¿Qué deben hacer los padres?
Lo más importante es revisar que los niños tengan su esquema de vacunación completo, especialmente la vacuna DTP (difteria, tétanos y pertussis), que tiene entre un 99% y 100% de efectividad. Además, se deben reforzar medidas como el lavado frecuente de manos, el uso de mascarilla en caso de síntomas respiratorios, la ventilación de espacios cerrados y cubrirse con el codo al toser o estornudar. Ante síntomas como tos o gripe, los niños deben acudir a un médico para una evaluación oportuna.
¿Cómo evoluciona clínicamente la tosferina?
La enfermedad puede durar hasta cuatro semanas y presenta tres fases: incubación (7 a 10 días sin síntomas), fase catarral (una a dos semanas con congestión, tos y malestar), y finalmente la fase de tos intensa, conocida como ‘tos perruna’, que puede provocar náuseas o vómitos. Durante todo ese periodo, el niño puede seguir contagiando.
¿Qué tipo de desinformación circula sobre la tos ferina?
«Muchas personas creen que, si un niño tiene fiebre y tos, ya tiene tos ferina, lo cual no es necesariamente cierto. El diagnóstico debe basarse en la progresión de síntomas. Otro error común es confiar en remedios caseros, como las vaporizaciones con eucalipto, que no son efectivos y pueden empeorar el cuadro respiratorio. En cambio, la hidratación y la vitamina C sí pueden ser útiles, aunque no sustituyen el tratamiento médico.
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