Coca Codo Sinclair y otras plantas salieron de operación por exceso de sedimentos tras lluvias intensas. Expertos respaldan la medida y advierten vulnerabilidad estructural del sistema eléctrico nacional.
POR: Juan Camilo Escobar
El Gobierno ordenó ayer la activación inmediata de generadores eléctricos de emergencia luego de la desconexión temporal de las centrales hidroeléctricas Coca Codo Sinclair, Delsitanisagua y San Bartolo, afectadas por el exceso de sedimentos en sus sistemas de captación debido a intensas lluvias en la Amazonía.
La medida, dispuesta por el Operador Nacional de Electricidad (Cenace), se extiende tanto al sector público como al privado, entró en vigencia a las 14:00 de ayer y se mantendrá hasta las 23:00 de mañana, según un oficio firmado por el director ejecutivo de Cenace, Javier Medina, y dirigido a todas las empresas eléctricas del país.
En el documento, al que tuvo acceso El Universo, se indica que las precipitaciones intensas registradas en la Amazonía, especialmente en la cordillera Oriental, han deteriorado la calidad del agua utilizada por las centrales hidroeléctricas, obligando a su desconexión del sistema nacional. La afectación implica la pérdida de aproximadamente 1.730 megavatios de capacidad instalada, una cifra significativa frente a la demanda nacional.
Cenace detalló que las plantas fuera de servicio son: Coca Codo Sinclair (1.500 MW), Delsitanisagua (180 MW), y, San Bartolo (49,9 MW)
La suspensión, que implicó una pérdida de aproximadamente 1.800 megavatios (MW) en el sistema eléctrico nacional, fue calificada por expertos como una medida preventiva necesaria para proteger los equipos ante las condiciones hidráulicas adversas.
“La desconexión no responde a fallas estructurales ni a fisuras, como se ha difundido en redes sociales, sino a la necesidad de evitar daños mayores provocados por sedimentos en el agua”, dijo el ingeniero Gabriel Guadalupe, especialista en gestión de riesgos.
Luis Ayala, experto en infraestructura energética e integrante del Consejo Consultivo de Ingenierías y de Economía del Ecuador, añadió que el fenómeno de erosión regresiva del río Coca, intensificado tras el colapso de la cascada de San Rafael en 2020, es un problema geológico irreversible a corto plazo.
“Detener esta erosión requeriría obras de gran envergadura, como desvíos del río y túneles revestidos, que son inviables técnica y económicamente”, señaló Ayala. Sugirió, en cambio, la reubicación de equipos electromecánicos a proyectos alternativos, como el planificado Cardenillo.
La medida fue implementada por el Operador Nacional de Electricidad (Cenace), que desde las 14:00 del 2 de julio ordenó el uso continuo de generadores eléctricos de emergencia, tanto públicos como privados, hasta las 23:00 del 4 de julio. La disposición prioriza el uso de grupos electrógenos entre las 7:00 y las 22:00 horas, especialmente durante la franja de mayor demanda entre las 17:00 y 22:00.
Estas plantas de respaldo, reguladas por la normativa Arconel 003/24, emplean motores que funcionan con diésel o fuel oil y pueden ser operadas por propietarios privados con equipos superiores a 10 kilovatios.
Según la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), estos generadores son vitales para mantener la continuidad del suministro durante contingencias por interrupciones o limitaciones en la generación convencional.
Guadalupe advirtió que Ecuador no puede depender de una sola planta hidroeléctrica ubicada en una zona de alto riesgo geológico y climático. Pidió la implementación urgente de políticas de diversificación energética para ampliar fuentes de generación y reducir la vulnerabilidad frente a eventos naturales.
La erosión regresiva también impacta la vialidad, especialmente en tramos críticos de la vía Troncal Amazónica. Para mitigar riesgos, Guadalupe recomendó planificar rutas alternas y construir barreras o compuertas para controlar el impacto de sedimentos en los cauces.
Temporal en Napo reactiva erosión regresiva
El fuerte temporal que en estos día enfrenta la provincia amazónica de Napo reactivó la erosión regresiva en el río Coca y sus afluentes, provocando la destrucción de un tramo de la vía E-45, conocida como Troncal Amazónica, que conecta Lago Agrio con Tena y otras localidades de la región.
Esta situación pone en riesgo infraestructuras críticas, entre ellas dos oleoductos vitales para la industria petrolera y un puente fundamental para el transporte regional.
Desde febrero de 2020, tras el colapso de la cascada de San Rafael, la erosión ha avanzado río arriba, socavando los márgenes y el lecho del río Coca, generando huecos profundos que amenazan la estabilidad de la zona.
En respuesta a esta emergencia, el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) suspendió operaciones desde el 1 de julio, como medida preventiva para evitar derrames y proteger el ecosistema.
Asimismo, Petroecuador confirmó la detención temporal del oleoducto estatal SOTE desde la madrugada del 2 de julio, debido al riesgo estructural causado por la erosión.
El puente sobre el río Loco, afluente del río Coca y clave para la logística petrolera y el transporte regional, también se encuentra en peligro por el avance erosivo.
Ante el riesgo inminente de colapso, el Ministerio de Transporte ordenó el cierre del tránsito vehicular en el tramo El Chaco–Lago Agrio, correspondiente a la vía E45A/20, utilizada para el transporte de personal y equipos petroleros.
Para garantizar la seguridad, se recomendó a los usuarios utilizar la ruta alterna Ten–Narupa–Loreto–Coca–Lago Agrio.
El Ministerio anunció que realizará una evaluación técnica exhaustiva del puente y mantendrá un monitoreo permanente del estado estructural para prevenir impactos mayores en la cadena logística petrolera y en la seguridad vial de la región.
REPORTE OFICIAL
Según informó la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, con corte a las 12:30, las zonas más golpeadas por el temporal son Zamora Chinchipe, Napo, Morona Santiago y Azuay, donde se han registrado deslizamientos, inundaciones, aluviones y crecidas de ríos que comprometen tanto a la población como a la infraestructura.
En Zamora Chinchipe, al sureste del país, se han reportado 10 eventos adversos en los cantones Zamora, Centinela del Cóndor, Nangaritza y Yantzaza. Una persona perdió la vida y más de 200 viviendas sufrieron daños. Además, se mantienen restricciones de tránsito por cierres en vías terciarias.
En Napo, un aluvión en la localidad de Papallacta, en el cantón Quijos, dejó una persona muerta y otra herida. En total, se reportaron 24 eventos relacionados con las lluvias, incluyendo deslizamientos y socavamientos que han provocado el cierre parcial y total de la vía Baeza–Papallacta.
En Azuay, las fuertes precipitaciones causaron crecidas de ríos y afectaciones a la red vial. Las autoridades se mantienen en evaluación constante del estado de la infraestructura. Mientras tanto, en Morona Santiago se han registrado impactos que continúan siendo evaluados por los organismos de respuesta.
Como parte del operativo de emergencia, el Gobierno informa que ha activado el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional y siete COE cantonales en las zonas más afectadas. Se han desplegado, agrega, equipos técnicos, maquinaria pesada y asistencia humanitaria. En total, se han entregado 775 bienes de ayuda, que incluyen kits de primera respuesta, carpas, duchas portátiles, camas, biombos y kits de limpieza comunitarios. Dice, además que en Zamora Chinchipe se han habilitado alojamientos temporales que actualmente atienden a 210 personas.
Las labores de respuesta cuentan con la coordinación interinstitucional del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, cuerpos de bomberos y los gobiernos autónomos descentralizados, con el objetivo de brindar atención prioritaria a las familias damnificadas.
Las autoridades hicieron un llamado a la ciudadanía a mantenerse informada únicamente a través de los canales oficiales y a acatar las indicaciones de evacuación y restricción de movilidad en las zonas consideradas de alto riesgo.
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