COVID-19 | Sí, pero
#SÍ,PERO Inmunidad Covid-19: hay un primer estudio que apunta a que dura toda la vida
octubre 14, 2020

Un estudio de la Universidad de Rochester, publicado en la revista mBio, sostiene que los resfriados estacionales superados protegen al organismo contra el COVID-19. El equipo de expertos en enfermedades infecciosas pertenecientes a esta universidad sugieren que la inmunidad podría durar toda la vida.

En ese sentido, la publicación de Redacción Médica, medio español especializado en salud, es cierta. 

La investigación de la Universidad de Rochester, que se encuentra en su primera fase, demuestra que el SARS-CoV-2 induce a las células B de memoria —organismos que son capaces de detectar patógenos, crear anticuerpos y almacenar información para combatir infecciones futuras—. Bajo esa premisa afirman que, si el coronavirus volviera a entrar en contacto con el organismo, estas células podrían entrar en acción para exterminar el COVID-19 antes de que continúe propagándose.

En contraste, un estudio en prensa elaborado por Rebecca Cox y Karl Brokstad, investigadores del Departamento de Ciencias Clínicas de la Universidad de Bergen, afirma que, aunque la infección por el SARS-CoV-2 induce respuestas de anticuerpo, los niveles de estos pueden depender de la gravedad de la enfermedad. Una vez eliminado, ya no habrá estimulación y proliferación de nuevas células B. Además, establece que no es posible precisar la duración de la inmunidad y que, a pesar que se han mostrado respuestas inmunológicas robustas con anticuerpos neutralizantes específicos de picos, células B de memoria y células TFH en pacientes que se han recuperado de COVID-19, la protección contra la enfermedad se debe determinar. 

Al igual que Cox y Brokstad, el infectólogo ecuatoriano Washington Alemán sostiene que, al ser el SARS-CoV-2 una nueva patología, aún no existen respuestas en cuanto a la inmunidad. “No sabemos si va a ser permanente. Creemos que no porque, al igual que los otros virus ARN, la inmunidad es transitoria y —probablemente— como todo virus va a mutar, va a cambiar su material genético”, expresó. Por otro lado, el especialista especificó que los pacientes con cuadros severos, presentan anticuerpos “más protectores”, a diferencia de los que han tenido infecciones leves. 

El reporte de la Universidad de Rochester analiza sueros y las células mononucleares de sangre periférica (PBMC) de 21 donantes sanos, examinados antes de la aparición del SARS-CoV-2, y de 26 sujetos convalecientes no hospitalizados, luego de 4 o 9 semanas desde la aparición de los síntomas. A partir de esas muestras, los investigadores pudieron medir los niveles de células B de memoria y anticuerpos que se dirigen a partes específicas de la proteína Spike, que existe en todos los coronavirus y ayudan a los virus al infectar las células.

Mark Sangster, profesor investigador de Microbiología e Inmunología, expresa que “cuando observamos las muestras de sangre de las personas que se estaban recuperando de COVID-19, parecía que muchos de ellos tenían un conjunto preexistente de células B de memoria que podían reconocer el SARS-CoV-2 y producir rápidamente anticuerpos que podrían atacarlo”. 

Se debe recalcar que el estudio no muestra el nivel de protección proporcionado por las células B de memoria reactiva cruzada y cómo impactan en los resultados de los pacientes. David Topham, profesor que dirige el laboratorio en el que se desarrolla la investigación, afirma que aún tienen que analizar “si tener este conjunto de células B de memoria preexistentes se correlaciona con síntomas más leves o si ayuda a aumentar la eficacia de las vacunas COVID-19”.

Nikolaos Kyriakidis, docente investigador de la Universidad de Las Américas UDLA en Ecuador, explica que aún estamos aprendiendo de la inmunidad frente al nuevo coronavirus. 

Es muy probable, aclara, que exista reinfección: es decir, volver a ser infectados por el mismo virus, pero por una nueva cepa con algunos cambios específicos en la información genética del virus. “Así es como se pueden superar -posiblemente- algunas defensas que ya hemos producido durante la primera infección”, dijo a Ecuador Chequea. 

Sobre la vacuna del SARS-CoV-2, Washington Alemán manifiesta que “todavía no tenemos resultados fehacientes de su eficacia, de su seguridad. Es decir, todavía tenemos una pandemia, que tenemos que seguir conviviendo con ella, con una inmunidad que no sabemos cuál va a ser el comportamiento —es muy heterogénea—. La única vacuna que hay es la prevención”.

 

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