El Presidente del Directorio asegura que tiene una nueva propuesta para garantizar el pago de pensiones y revive un largo debate. Dice que su planteamiento no es tan drástico como el de la comisión que formó el Gobierno de Lasso, pero aún no ofrece cifras puntuales.
En medio de una crisis financiera prolongada y sin solución aparente, las autoridades en turno han insistido en años recientes en que el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) enfrenta una disminución constante de recursos para hacer frente al aumento de las pensiones de sus jubilados.
Dos de los argumentos más reiterados han señalado que el número de contribuyentes no ha crecido al mismo ritmo que la cantidad de pensionistas, quienes disfrutan de una expectativa de vida cada vez más prolongada.
Con aproximadamente un mes y medio de gestión bajo el Gobierno de Daniel Noboa, el presidente del Consejo Directivo del IESS, Eduardo Peña, ha anunciado la propuesta de una reforma parcial a la Ley de Seguridad Social. El objetivo de esta iniciativa es ajustar el cálculo de las pensiones de manera más acorde con los años de aportación, en un intento por incrementar los ingresos del Seguro de Pensiones para garantizar el pago a los jubilados actuales y futuros.
Peña señala que se debe incrementar la cantidad de los actuales cinco años de mejores sueldos para la base de cálculo de la pensión y ajustar su fórmula de cálculo, de manera que quien más años aporte más pensión reciba y viceversa.
Esa es, por lo menos, la intención declarada por Peña, aunque sin indicar una cifra específica para ampliar aumentar la cantidad de años de mejores sueldos: “Pueden ser 15, 20 o 30 años. Esa medida se tiene que discutir en la Asamblea Nacional. Además, se toma en cuenta ahora el 78% de su mejor sueldo cuando era un trabajador activo, pero ese porcentaje no toma en cuenta los años de aporte”, respondió a Primicias al ser consultado de manera específica sobre este tema.
En todo caso, Peña ha señalado que su propuesta es similar, aunque no tan rígida como la que presentó en julio del año pasado una comisión creada por el anterior Gobierno de Guillermo Lasso y presidida por el exgerente del Banco Central Augusto de la Torre.
Esa propuesta planteaba aumentar el número de años de cotización necesarios para acceder a la jubilación, manteniendo la edad mínima de jubilación en 60 años. Sugería incrementar los años de cotización de 30 a 35. De igual manera, recomendaba ampliar el número de los mejores años que se tienen en cuenta para calcular la pensión de jubilación y ofrecía incentivos para que la gente se jubile más tarde, con la promesa de una pensión más alta.
SIN DOCUMENTACIÓN TÉCNICA
Dos especialistas en seguridad social consultados por Ecuador Chequea calificaron a la propuesta como incompleta, debido a dos razones: primero, no presenta un informe estadístico sobre el funcionamiento del fondo de pensiones y las cantidades reales y proyectadas de aportaciones para los próximos años. De esta información debe disponer, en teoría, la Dirección Actuarial del IESS. Y, segundo, no aborda de manera integral problemas financieros pendientes, como la deuda del Estado al IESS y la mora del sector privado.
Patricia Borja, investigadora y autora del libro ‘La descapitalización del Fondo de Pensiones del IESS vs el derecho de los afiliados, comenta que “es muy importante que desde el IESS brinden una información muy certera de lo que van a plantear realmente porque, hasta el momento, hay elucubraciones que no brindan certezas a la ciudadanía”..
La especialista aclaró que la legislación vigente, en realidad, establece el 75% y no el 78%, como declaró Peña, para el cálculo de la pensión en función de los años de aporte para una persona con al menos 60 años de edad y 30 de aporte. Esto, de acuerdo con la siguiente tabla establecida por el propio Consejo Directivo del IESS en el Reglamento Interno del Régimen de Transición del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (Resolución No. CD. 100 y reformas):
“En principio, se podría llegar a analizar todo el tiempo de aportaciones porque todo el tiempo se aporta. Lo que se mantiene en la actualidad en la Ley de Seguridad Social, vigente desde el 2001, es el período de cinco mejores años. Si este tiempo se aumenta a 10 o 15 años tendría la finalidad de reducir el monto de la pensión. Esto porque no en todos los periodos todos los asegurados han recibido el mismo monto de aportación, excepto en algunos casos que podrían haber mantenido la misma remuneración”, consideró Borja.
La investigadora también indicó que posibles cambios abruptos para subir la base de años de 5 a 15 años o más, por ejemplo, no sólo atentan contra la seguridad jurídica, sino que incumplen la “previsibilidad”; es decir, el principio universal de la seguridad social de garantizar la claridad y estabilidad las normas y regulaciones para que sus beneficios y servicios sean accesibles para afiliados, en especial para aquellos que están a poquísimo tiempo de acceder a su jubilación.
INCOMPLETA
Patricio Camacho, también especialista en seguridad social en el contexto ecuatoriano y exasesor de Ricardo Ramírez, representante de los afiliados ante el Consejo Directivo, indicó que la propuesta no sólo no presenta estudios técnicos sino que deja intactos, sin sugerentes técnicas y viables ante los problemas financieros de fondo que afectan al fondo de pensiones y a los servicios de salud del IESS.
“El propio presidente del IESS ha señalado que esto es parte de un conjunto de propuestas, y ahí radica, precisamente, el problema porque la seguridad social tiene que ver no sólo con la edad promedio, sino también los ingresos, la mora del Estado, la mora privada, el sistema administrativo y el tema médico, entre otros, aclaró Camacho.
En este contexto, recordó Camacho, ni en esta propuesta ni en los planes de trabajo anunciados por la actual administración del IESS, se especifican estrategias viables para cobrar la mora privada estimada por la propia entidad en al menos 2.600 millones de dólares y de la deuda del estado por los servicios de salud a familiares de los afiliados.
“Y, además, ha iniciado toda una campaña señalando que el IESS tiene más de 34.000 empleados, pero no dice que más del 80% son del área médica, sin recordar que en plena pandemia fueron llamados ‘héroes de blanco’ y hoy más de 500 profesionales de la salud están siendo despedidos, a pesar de la nueva alertas de la OMS de una nueva cepa del covid”, acotó.
Por ahora, dijo, la actual administración no ha presentado una “corrida financiera” o estudio de impacto financiero al propio funcionamiento del IESS a consecuencia del no pago de las deudas del Estado y del sector privado. “El año pasado, por ejemplo, fueron ‘desinvertidos’ más de 1.100 millones de dólares del portafolio de inversiones del seguro social ecuatoriano para poder pagar las pensiones”, agregó.
A diferencia de la actual propuesta que no incluye una cantidad específica para aumentar los años de mejores aportaciones, la anterior propuesta buscaba ampliar gradualmente de 5 los actuales cinco a 10 o 15 años.
En aquel entonces De La Torre defendió la propuesta de aumentar la cantidad de años de cotización de 30 a 35 argumentando que esto permitiría mejorar las pensiones en relación con la expectativa de vida a los 60 años, la edad actual de jubilación en Ecuador.
Hasta el cierre de este reporte el IESS esperábamos una respuesta formal a un pedido de información sobre el tema.
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