Gremios de ingenieros alertan el riesgo de nuevos cortes en abril, cuando las lluvias que alimentan las principales hidroeléctricas del país históricamente disminuyan. El Gobierno ha sumado 336 MW al sistema, pero se requieren más de 1.000 MW adicionales, indicaron.
POR: Juan Camilo Escobar
La advertencia de los expertos en energía eléctrica en Ecuador llegó con la certeza de quienes han visto la historia repetirse demasiadas veces: los gremios de ingenieros del país advirtieron este viernes sobre el riesgo de nuevos racionamientos de electricidad a partir de abril, mes en el que históricamente disminuyen las lluvias que alimentan las principales centrales hidroeléctricas del país.
En un pronunciamiento conjunto, los representantes de los gremios profesionales recordaron que, a pesar de las medidas adoptadas y ofrecidas, el Gobierno sólo ha logrado sumar 336 megavatios adicionales al sistema, mediante la contratación de dos barcazas y la operación parcial del complejo hidroeléctrico Toachi-Pilatón.
Pero la matemática es implacable, el país necesita más: si en abril el estiaje sigue su curso habitual, la demanda eléctrica podría escalar de los actuales 4.500 megavatios a por lo menos 5.000. No es una hipótesis remota: en abril del año pasado, el consumo ya alcanzó los 5.046 megavatios, recordaron los ingenieros.
El estiaje de abril fue, precisamente, el primer aviso: una serie de apagones comenzó a golpear la producción y alteró la rutina de millones de ecuatorianos. La antesala para el 18 de septiembre, cuando empezó una nueva ola de cortes eléctricos, con interrupciones diarias de hasta 14 horas, que sumió al país en una emergencia prolongada que se extendió hasta finales de diciembre.
“En este escenario, al no tener más energía de respaldo, podríamos llegar en un momento a tener apagones”, comentó el presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha, Marco Acuña.
“Aspirarìamos a que no lleguemos a ese escenario. Todo depende de las lluvias que tengamos en los meses siguientes. La ventaja que tenemos es que Mazar (la hidroeléctrica más grande del país) ya está trabajando como reserva de energía y también tenemos el proyecto Toachi-Pilatón, que podría actuar como un complemento”.comentó.
ACTUAR CON URGENCIA Y TRANSPARENCIA
Los ingenieros insisten en que el Gobierno debe actuar con urgencia. Exigen que se concreten las «contrataciones de emergencia» para añadir al menos 1.000 megavatios al sistema y que se priorice la reparación y el mantenimiento de las centrales termoeléctricas, cuya recuperación podría aportar una capacidad similar.
Los procesos de contratación iniciados por el Gobierno el año pasado, que incluyen el alquiler de barcazas, la compra de generadores térmicos en tierra y otras medidas, «marcan un escenario de incertidumbre para la incorporación de esta energía», advirtieron los expertos.
Por ello, demandaron que, tanto las contrataciones de emergencia como las operaciones de las centrales térmicas, se realicen con transparencia y acceso a la información pública. En particular, señalaron la necesidad de abrir al público los datos reales sobre el estado del parque térmico y su “condición operativa”.
Otras tareas pendientes, señalaron los profesionales en su pronunciamiento conjunto, incluyen la recuperación del parque térmico inactivo, lo que podría aportar más de 500 MW al Sistema Nacional Interconectado (SNI); el aprovechamiento de la energía geotérmica, cuyo potencial superaría los 500 MW; y la construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas con capacidades menores a 50 MW en diversas cuencas hidrográficas del país.
Estas medidas, indicaron, fortalecerán la capacidad de generación y reducirían la dependencia de fuentes costosas. Además, enfatizaron la urgencia de atender con rigor técnico la estabilización de la erosión regresiva del río Coca y de construir nuevas obras para la regulación de caudales en la central Coca Codo Sinclair y del sistema Paute.
En este contexto, Acuña calificó como “declaraciones hipotéticas” el ofrecimiento realizado en diciembre por el presidente, Daniel Noboa, quien aseguró que en 2025 ya no habrá más racionamientos eléctricos. “Como muchas de las declaraciones que ha hecho el Gobierno, son a veces hipotéticas y no tan seguras como deberían ser las declaraciones de un gobernante”, comentó.
ROBOS Y PÉRDIDAS
Pero no se trata sólo de generar más electricidad. Los profesionales también señalaron que las empresas de distribución enfrentan pérdidas significativas debido a fugas técnicas, redes obsoletas y robos de energía.
Por ello, insistieron en la necesidad de implementar programas técnicos para abordar este problema, así como un plan integral de ahorro y eficiencia energética. Esto, dijeron, debería incluir campañas dirigidas a los sectores comercial, residencial e industrial para fomentar un consumo más responsable.
POR AHORA NO HAY DÉFICIT
Por ahora, las lluvias de la temporada permiten el funcionamiento regular tanto del complejo de las tres centrales hidroeléctricas ubicadas en el sur del país como en la Amazonía, de las cuales depende aproximadamente la mitad del abastecimiento diario de electricidad.
Las precipitaciones en las cuencas hidrográficas de los ríos Paute, Coca, Zamora y otros afluentes menores han permitido aumentar la generación hidroeléctrica y el cese de los cortes de energía durante enero, indicaron los expertos.
Por ejemplo, la central Coca Codo Sinclair, ubicada en Cuenca y con una capacidad teórica de 1.500 megavatios, se encuentra en “buenas condiciones”, a sólo cinco metros de su cota máxima, según el Consejo Consultivo. Sin embargo, los especialistas advierten que, en caso de estiaje, su capacidad de generación sólo alcanzaría para 30 días.
SILENCIO
Se trató del tercer pronunciamiento oficial sobre esta advertencia de los especialistas, pero hasta el cierre de esta nota, Ecuador Chequea no había recibido una respuesta del Ministerio de Energía a un pedido de información. La Dirección de Comunicación señaló que el pedido está siendo gestionado por diversas áreas técnicas.



