Este feriado movilizó a 723.000 viajeros y generó un gasto turístico de $53 millones, casi el doble que en el mismo asueto del año anterior. Gremios turísticos advierten que para consolidar la recuperación es necesario reforzar la seguridad, ampliar el acceso al financiamiento y sostener una estrategia de promoción permanente.
POR: Juan Camilo Escobar
El pasado jueves las carreteras amanecieron congestionadas y hubo movimiento en las terminales aéreas. Maletas rodaban por los andenes de Quito, Guayaquil y Manta como si se tratara de una víspera navideña. Aunque no era diciembre, ni tampoco un día festivo previsto con anticipación. Es que el presidente, Daniel Noboa, amplió el feriado de Semana Santa, sumando un día más de descanso nacional con la firma del Decreto Ejecutivo 598.
Durante cuatro días, del 17 al 20 de abril, Ecuador tuvo un descanso. Los sectores público y privado suspendieron sus actividades, mientras los ciudadanos se lanzaron a las rutas turísticas del país.
Según informó el Gobierno, el movimiento económico durante esos días alcanzó los 54 millones de dólares, una cifra que no tardó en ocupar los titulares. El dato fue presentado como prueba del dinamismo que puede provocar la decisión presidencial. Un 42 % más que en el mismo periodo del año anterior, dijeron.
Pero detrás de la estadística se esconde una historia de un país que necesita de sus feriados para mover la economía, como si el ocio fuera una medicina paliativa para una estructura productiva severamente golpeada el año anterior.
Días antes del feriado, el Banco Central de Ecuador informó que el país cerró 2024 con una caída del 2 % en su Producto Interno Bruto (PIB). Es decir, la economía se contrajo más de lo que esperaban incluso los analistas más pesimistas.
¿Las razones? El consumo de los hogares bajó 1,3 %, el gasto del Gobierno cayó 1,2% y la inversión en maquinaria y construcción —lo que se llama formación bruta de capital fijo— se redujo 3,8 %.
Esto, además de la factura de 1.916 millones de dólares por la crisis de apagones, la disminución de ingresos estatales por el cierre progresivo del campo petrolero ITT y, por supuesto, la incertidumbre política del año preelectoral.
El Ministerio de Turismo reportó 723.000 desplazamientos turísticos, apenas por debajo de la previsión de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales del Ecuador (Fenacaptur), que había anticipado cerca de 800.000.
El alza del 10 % en comparación con 2024 fue atribuida a la rebaja temporal del IVA para servicios turísticos, que pasó del 15 % al 8 %, y al día extra de asueto concedido por decreto. Un respiro fiscal que, más que incentivar, trató de compensar el desgaste acumulado por la inflación y el desempleo en ciertas zonas del país.
Las cifras de ocupación hotelera ofrecieron un retrato desigual. Galápagos, la joya insular, lideró con un 61 %. Le siguieron Azuay, Santa Elena y Chimborazo, mientras provincias periféricas como Pastaza y Carchi, tradicionalmente fuera del radar turístico, experimentaron una afluencia inusual. Un fenómeno que el ministro de Turismo, Mateo Estrella, describió como una oportunidad para “descentralizar la oferta turística”.
Palanda, un pequeño cantón en Zamora Chinchipe, apareció incluso en los discursos oficiales del Ministerio de Turismo, ensalzado como cuna de la domesticación del cacao.
Hasta abril, los tres primeros feriados del año —Año Nuevo, Carnaval y Semana Santa— habían acumulado 237 millones de dólares en movimiento económico.
¿Y LO QUE RESTA DEL AÑO?
Con siete feriados nacionales aún por celebrarse en lo que falta de 2025, Ecuador tiene una nueva oportunidad para reactivar el turismo interno tras el repunte registrado durante el feriado de Semana Santa.
Consultados por Ecuador Chequea sobre el tema, Norman Boch, presidente del Consejo de Hoteles Quito Metropolitano, y Holbach Muñeton, presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo (Fenacaptur), coincidieron en que sostener ese repunte dependerá, en gran parte, de la ejecución efectiva de políticas públicas y de mejoras en la seguridad, condiciones indispensables para que los viajeros se animen a recorrer el país con tranquilidad.
Además, señalaron que es crucial aplicar de manera eficiente —por parte de diversas instituciones públicas— la Ley para el Fortalecimiento de las Actividades Turísticas y Fomento del Empleo, vigente desde marzo del año pasado, cuyos beneficios comenzaron a materializarse en el primer trimestre de 2025.
Aunque no precisaron cifras, los representantes del sector turístico indicaron que un número creciente de empresas está gestionando incentivos fiscales, reducciones del Impuesto a la Renta y opciones para refinanciar deudas bancarias o con la seguridad social. Estas medidas, aseguraron, son clave para mitigar los efectos del aumento de costos y de la crisis energética que afectó al sector durante los apagones del año anterior.
“Muchos negocios han invertido en herramientas tecnológicas y en servicios de seguridad. Estas inversiones pueden aplicarse como deducciones fiscales para 2025”, señaló Boch.
Por su parte, Muñeton destacó que si bien existen beneficios tangibles de la ley, aún queda mucho por hacer. “La ocupación promedio del sector hotelero está en un 70%, pero el sector turístico sigue enfrentando deudas acumuladas por la pandemia, la inseguridad y los efectos de eventos que nos han afectado en años recientes”, explicó.
Muñeton agregó que, aunque las bajas temporales del IVA durante los feriados y las refinanciaciones son medidas positivas, no son suficientes. “El sector necesita que no se le cobren ciertos impuestos durante tres años, hasta poder recuperarse de las deudas y contar con la liquidez necesaria para seguir operando”, concluyó.
En lo inmediato, Boch resaltó que es fundamental que los fondos de promoción turística no se destinen exclusivamente a los feriados —“que se venden por sí solos”—, sino que se utilicen para impulsar una promoción continua y especializada durante todo el año, acorde con los atractivos de cada región del país.
“Lo que necesitamos es trabajar en la ocupación durante la semana y los fines de semana que no son feriados”, indicó
El reciente feriado, dijo, demostró un ambiente positivo. “La gente tiene otra actitud; quiere salir, viajar, ver alternativas de negocio. Esto se refleja en una mayor disposición hacia el turismo y el trabajo, lo cual es una señal de optimismo en el sector”, añadió.
María Belén Escobar, encargada del Travel Desk en Secret Garden, un hostal destacado en el barrio San Blas de Quito y popular entre los turistas extranjeros por sus vistas panorámicas del centro histórico, señaló que se espera que el flujo de turistas se mantenga estable durante el resto del año, siempre que no se registren nuevos episodios de violencia o cortes prolongados de energía en el país.
Escobar destacó que, una vez superada la incertidumbre política previa a las elecciones presidenciales, podría registrarse un leve repunte en la actividad turística. Además, agregó que los esfuerzos del gobierno reelecto para combatir la inseguridad están contribuyendo a generar un clima de confianza, lo que, según ella, tiene un impacto positivo en la elección de Ecuador como destino turístico por parte de los viajeros.
Para el presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo (Fenacaptur), Holbach Muñeton, todas las sugerencias planteadas por los gremios turísticos y las medidas previstas por el Gobierno, o contempladas en la ley, resultan insuficientes frente al gran desafío que enfrenta el país para recuperar los niveles de llegada de turistas extranjeros de años anteriores a la pandemia de Covid-19.
“No está siendo tan fácil recuperar los volúmenes de visitantes por lo cual se deben priorizar todos los esfuerzos en una promoción turística especializada en los mercados turísticos internacionales”, comentó Holbach, tras destacar que el sector turístico depende más de medio millón de puestos de trabajo directos e indirectos.
CAÍDA QUE ROMPE CON LA TENDENCIA DE RECUPERACIÓN
La preocupación de Muñetón, principal representante del gremio turístico, se ven confirmadas por las estadísticas oficiales: El 2024 no sólo quedó por debajo de 2023, sino también de 2022, cuando el país registró 1’264.916 turistas en plena recuperación post pandemia. Frente a los más de 2,5 millones de visitantes recibidos en 2018 —pico histórico—, el sector enfrenta una brecha de casi 1,3 millones de turistas perdidos en seis años.
Año | Llegadas de turistas |
2015 | 1’676.409 |
2016 | 1’569.107 |
2017 | 1’805.519 |
2018 | 2’535.140 |
2019 | 2’107.692 |
2020 | 507.333 |
2021 | 669.475 |
2022 | 1’264.916 |
2023 | 1’426.514 |
2024 | 1’262.664 |
Estas cifras, para Muñetón, evidencian que el turismo ecuatoriano no sólo no se ha recuperado plenamente del impacto de la pandemia, sino que ha entrado en una nueva fase de estancamiento, a pesar de la apertura regional y la normalización del tránsito internacional.
Ecuador cerró el 2024 con una contracción del 12,1% en la llegada de turistas internacionales. Las estadísticas oficiales, publicadas el 9 de enero por el Ministerio de Turismo, confirman el retroceso: 1’262.664 visitantes frente a los 1’426.514 recibidos en 2023.
Así, los datos oficiales confirman que el descenso absoluto —163.850 turistas menos en un año— representa un golpe significativo para un sector que aún no logra recuperar plenamente el dinamismo pre pandémico. El impacto es doble: no sólo se reduce el volumen de ingresos para hoteles, restaurantes, agencias de viaje y operadores de transporte, sino que se debilita también la confianza en la capacidad del país para competir en un entorno turístico regional en plena reactivación.
Aunque los datos reportan el número de turistas internacionales, el Ministerio de Turismo no aclara si estos incluyen a ciudadanos ecuatorianos con doble nacionalidad o residentes retornando desde el exterior. Esta falta de desagregación dificulta una evaluación más precisa del comportamiento del mercado turístico real —es decir, de viajeros exclusivamente extranjeros interesados a Ecuador como destino.
Más del 83% de las llegadas en 2024 se produjeron por vía aérea (1’051.233 turistas), seguido a gran distancia por el transporte terrestre (194.963). Las vías marítima (15.553) y fluvial (915) jugaron un rol marginal. El aeropuerto Mariscal Sucre de Quito concentró el 57% del tráfico aéreo internacional (611.739 llegadas), mientras Guayaquil recibió el 41% (427.414). Manta y Esmeraldas quedaron muy por debajo, con apenas 11.576 y 338 visitantes, respectivamente, lo que confirma su débil conectividad con mercados internacionales.
El comportamiento mensual de las llegadas revela una estacionalidad tradicional, con picos en junio (122.126), julio (127.730) y diciembre (139.168), coincidiendo con periodos vacacionales en el hemisferio norte. Sin embargo, la brecha entre los mejores y peores meses no es amplia, lo que sugiere una demanda menos dinámica o limitada por factores estructurales como conectividad, promoción internacional o percepción de seguridad.
Mes | Turistas |
Enero | 95.753 |
Febrero | 90.277 |
Marzo | 95.356 |
Abril | 88.711 |
Mayo | 96.859 |
Junio | 122.126 |
Julio | 127.730 |
Agosto | 110.781 |
Septiembre | 91.795 |
Octubre | 103.113 |
Noviembre | 100.995 |
Diciembre | 139.168 |
PÉRDIDAS EN LOS PRINCIPALES MERCADOS EMISORES
Estados Unidos continúa liderando el listado de países emisores con 482.602 turistas en 2024, seguido por Colombia (180.677), España (114.014), Perú (101.150) y Canadá (31.532). Sin embargo, todos estos mercados registraron retrocesos en comparación con 2023: – 28.178 turistas desde EE.UU., – 34.275 desde Colombia y – 5.192 desde España.
El análisis de los 20 principales países emisores refleja una tendencia clara: la mayoría redujo su volumen de viajeros hacia Ecuador, lo que podría estar vinculado tanto a factores externos (crisis económicas, conflictos) como internos (débil promoción internacional, inseguridad, falta de incentivos al turismo receptivo).
País | Turistas 2024 |
Estados Unidos | 482.602 |
Colombia | 180.677 |
España | 114.014 |
Perú | 101.150 |
Canadá | 31.532 |
Chile | 31.307 |
México | 25.652 |
Argentina | 24.948 |
Panamá | 24.547 |
Alemania | 23.562 |
Reino Unido | 23.325 |
Italia | 21.179 |
China | 20.128 |
Brasil | 16.077 |
Francia | 13.925 |
Países Bajos | 10.715 |
Venezuela | 8.778 |
Suiza | 8.214 |
Costa Rica | 7.947 |
Australia | 7.445 |
LO QUE VIENE
Por ahora, el sector turístico ya se prepara para los feriados nacionales en mayo: El primero por el Día del Trabajo que es el jueves, pero que se traslada al viernes, 2 de mayo. Y, el segundo por la Batalla del Pichincha que cae el sábado, 24 de mayo; pero se traslada al viernes 23 de mayo.
Además, el calendario del Ministerio de Turismo establece los restantes feriados para el año:
Primer Grito de Independencia
- Original: Domingo 10 de agosto.
- Traslado: Lunes 11 de agosto.
Independencia de Guayaquil
- Original: Jueves 9 de octubre.
- Traslado: Viernes 10 de octubre.
Día de los Difuntos
- Original: Domingo 2 de noviembre.
- Traslado: Martes 4 de noviembre.
Independencia de Cuenca
- Fecha: Lunes 3 de noviembre (no se traslada).
Navidad
- Fecha: Jueves 25 de diciembre (no se traslada).
Frente a este calendario, el Ministerio de Turismo ha anunciado que se realizarán campañas promocionales para incentivar viajes internos, mientras que el Ministerio de Trabajo ha ratificado que estos días de descanso son obligatorios tanto para el sector público como privado, conforme lo determina la legislación vigente.
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