Entre todos los cambios que ha generado la pandemia del Covid19 también se cuenta el impacto positivo en el medio ambiente. El Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), con sede en EEUU, reportó a finales de febrero una reducción del 25% en los niveles de dióxido de carbono (gases de efecto invernadero) producidos en China, esto implica una reducción del 6% a escala mundial. Sí: un respiro para el planeta.
En Ecuador, esta situación no es distinta. La calidad del aire en Quito, por la paralización casi total del transporte público y particular desde el 16 de marzo cuando se decretó estado de excepción, significó la reducción de contaminantes en números no vistos desde 2006, de acuerdo con la Secretaría de Ambiente.
La contaminación en el aire se mide con base en la concentración de partículas suspendidas (PM). Las mismas están formadas por componentes inorgánicos como metales pesados (plomo, mercurio, entre otros) y carbono (hollín). Las partículas son emanadas por los vehículos o las industrias y son inhalados por los habitantes de las urbes.
La Secretaría de Ambiente del Municipio del Distrito Metropolitano Quito publicó en su informe de Calidad del Aire, con corte al 22 de marzo de 2020, que la cantidad de partículas suspendidas en la capital fue la más baja en 14 años.
Las mediciones están contempladas en la Ley de Gestión Ambiental y del Reglamento a la Ley de Gestión Ambiental para la Prevención y Control de la Contaminación Ambiental. Es de aplicación obligatoria y establece:
- Los objetivos de calidad del aire ambiente.
- Los límites permisibles de los contaminantes criterio y contaminantes no convencionales del aire ambiente.
- Los métodos y procedimientos para la determinación de los contaminantes en el aire ambiente.
Valeria Díaz, coordinadora de la Unidad de Investigación Análisis y Monitoreo de Ambiente, evalúa la calidad del aire en la ciudad. La experta informó que solo la capital de Ecuador cuenta con estos equipos de medición en el país y funciona desde hace 16 años en 9 estaciones distribuidas en lugares estratégicos.
Díaz confirmó la reducción drástica de “PM 2,5”. Pero, ¿qué significa eso?
Rasa Zalakeviciute, investigadora de la Universidad de Las Américas en Quito (UDLA), explicó que es una forma efectiva de estudiar la contaminación del aire. Son partículas suspendidas en el aire con medidas de 2,5 micrometros, (cien veces más finas que un cabello humano), emanadas por los vehículos y también por parte del sector industrial que consume combustibles fósiles. “Tanto el humo negro como el blanco que sale de los transportes y maquinaria contiene este tipo de contaminante”, amplió.
Ambas expertas coinciden en que la disminución de partículas de PM 2,5 es causada por la paralización de la movilidad ante la emergencia sanitaria.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), a octubre de 2019, la cantidad de vehículos matriculados en Ecuador pasó de 918.908 unidades, en 2008; a 2.403.651. Un aumento de 1.484.743, de los cuales 540.827 están en Pichincha.
Para la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador, los vehículos híbridos o totalmente eléctricos en el país apenas podría representar el 3%, porque es una tecnología relativamente nueva en el mercado y la mayor demanda está concentrada en Asia y en Europa.